[Escrito el 2 de septiembre de 2024]
El doctor Andrés Dauhajre, hijo, publicó hoy en El Caribe un interesante
artículo sobre la reforma laboral. De acuerdo con Andy, para modernizar el
mercado de trabajo es necesario sustituir el esquema de pago de cesantía
vigente en el mercado formal por un sistema de seguro de desempleo.
Esa sustitución hay que lograrla, sea mediante el consenso o sin
consenso. “Las reformas importantes no pueden ser consensuadas,” afirmó
Dauhajre en su artículo. Después de enumerar reformas impuestas por los
presidentes Joaquín Balaguer e Hipólito Mejia, señaló que al trabajador del
mercado formal hay que explicarle que el sistema actual de cesantía le
perjudica porque ese monto acumulado es contingente -ya que depende de si el
empleador ejerce o no el desahucio- y no devenga intereses a favor del trabajador.
La cesantía también perjudica al empleado porque lo amarra excesivamente
al trabajo y, por tanto, limita la posibilidad de que se mueva a otra empresa
en la que podría alcanzar una mayor productividad y salario más elevado.
Ante esa realidad que perjudica al trabajador, Dauhajre recomienda que
la reforma laboral debe darles el derecho a elegir a las dos partes: “(1)
mantenerse en el sistema actual; (2) poner fin al contrato de trabajo en caso
de que el empleador y el trabajador no lleguen a un acuerdo…; y (3) moverse por
mutuo acuerdo al sistema de seguro de desempleo previo al pago que el
trabajador y el empleador acuerden por concepto…de cesantía.” Para los nuevos
trabajadores, “la empresa deberá cotizar al sistema de seguro de desempleo.”
Para facilitar el pago de la cesantía, después de negociar el porcentaje
de descuento que implica el carácter contingente, el doctor Dauhajre recomienda
que el Banco Central y los bancos de servicios múltiples acuerden un programa
de financiamiento a tasas de interés reales no mayores al 4% anual.
Resuelto el tema de la cesantía, queda por estructurar el sistema de
seguro de desempleo. Andy presenta en su artículo varias opciones basadas en
los casos de Chile y Ecuador. Después de analizarlas, recomienda dejar fuera al
trabajador de la obligatoriedad de cotizar al seguro de desempleo y, por tanto,
sostiene que debe ser el empleador quien aporte 1.5% del salario del trabajador
a un Fondo de Cesantía Solidario. Sostiene que se reduciría 0.8 puntos
porcentuales al aporte que actualmente realiza el empleador al Seguro de
Riesgos Laborales, que pasaría de 1.2% a 0.4%. Esto lleva a Dauhajre a señalar
que el costo neto para el empleador sería de 0.7 puntos porcentuales del
salario.
Con esos fondos, se podría pagar por un período de seis meses un
porcentaje decreciente de los salarios, para así incentivar a la persona a que
busque un nuevo trabajo que le permita obtener un salario acorde con su
productividad.
Si se inyecta liquided y eso va provocar que el peso se devalué entonces es mejor crecer menos por un tiempo hasta que se normalize la economía porque un incremento del precio del dólar va facilitar mayor inflación y estaríamos en los mismo ya que estás tres variables macroeconómicas van tomadas de la manos.
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