jueves, 14 de agosto de 2025

¿Subirán más los precios en Estados Unidos?

[Escrito el 15 de agosto de 2025] 

En Estados Unidos, los movimientos de precios de diversos bienes y servicios permiten proyectar que la tasa de inflación seguirá lejos de la meta del 2%. Por ese motivo, algunos miembros de la Reserva Federal mantienen una posición cautelosa frente al deseo de Trump de que se recorte significativamente la tasa de interés lo antes posible. 

Austan Goolsbee, presidente de la Reserva Federal de Chicago, declaró hace unos días que esa institución debe realizar los recortes de tasas de interés cuando la inflación esté bajo control. El también profesor de Economía de la Universidad de Chicago, indicó que la Reserva “podría pasar un momento difícil para reducir la inflación a la meta del 2%.”

La política arancelaria de Trump se ha comenzado a reflejar en el índice de precios al productor. En julio, ese índice de precios aumentó un 0.9% y a un ritmo interanual de 3.3%. Mientras, la tasa de índice de precios al consumidor subió 0.2% e interanual a 2.7%. Esto significa que por ahora las empresas no han traspasado los aumentos de costos al consumidor, lo que significa una reducción de su margen de beneficios. 

Es altamente probable que, en los próximos meses, cuando se haya llegado a los aranceles definitivos, los precios al consumidor registren mayores aumentos. Ese resultado alejaría la tasa de inflación de su meta y provocaría que la Reserva tenga que acentuar su política monetaria restrictiva. Un escenario negativo para la economía global. 

Remesas bien calientes

[Escrito el 14 de agosto de 2025] 

Según las estadísticas del Banco Central, la República Dominicana está recibiendo del extranjero un extraordinario volumen de remesas familiares. Al mes de julio de 2025, se ha recibido un total de 6,875 millones de dólares, cifra que representa un incremento de un 11.6% respecto al nivel registrado en el mismo período del año pasado.  

Estados Unidos sigue siendo, por mucho, la principal fuente de dichas remesas. En la actualidad, el 80% de dichos recursos proviene de esa nación y el 8.2% de España. El buen desempeño de las remesas familiares se observa a pesar de que la economía estadounidense muestra una desaceleración en el primer semestre de este año. 

Es interesante destacar que otros países de la región también se han beneficiado de los mayores flujos de remesas. En particular, las remesas recibidas por Guatemala acumuladas al mes de julio ascendieron a 14,494 millones de dólares, monto que superó en un 20% lo recibido en el mismo período el año previo. Por su parte, Honduras recibió en los primeros seis meses remesas por un monto superior a un 25% y El Salvador a un 18% con relación al primer semestre de 2024.

La gran pregunta que habría que responder es, ¿por qué las remesas provenientes de Estados Unidos están aumentando si la economía apenas creó un promedio de 35 mil puestos de trabajo entre mayo y julio de 2025, muy por debajo del promedio del año anterior? Algunos podrían afirmar que se debe a la incertidumbre que provoca la política migratoria actual de Trump. Otros podrían desarrollar una narrativa distinta y con fundamento económico. Mientras tanto, la pregunta, muy importante para la estabilidad macroeconómica, queda abierta. 

El mercado proyecta recortes de tasas de interés

[Escrito el 13 de agosto de 2025]

Al mes de julio, la tasa de inflación interanual de Estados Unidos se colocó en un 2.7%, muy por encima de la meta de un 2%. Un análisis de la trayectoria de esa variable, en un entorno de altos aranceles recíprocos establecidos unilateralmente por Trump, arroja como resultado que la variación de los precios tiene más probabilidad de aumentar que de reducirse, pero a la fecha se ha movido a un menor ritmo de lo esperado. 

Frente a ese posible escenario, el banco central estadounidense ha optado por mantener la tasa de interés de referencia entre 4.25% y un 4.5%, un nivel considerado como restrictivo.  No obstante, en la próxima reunión de política monetaria, a celebrarse en septiembre, las autoridades van a darle mucho peso al enfriamiento que se observa en el mercado de trabajo de Estados Unidos. En julio se crearon 73 mil puestos de trabajo, cifra que quedó por debajo de los 100 mil que se habían proyectado. Además, se revisó a la baja el dato de empleos creados en mayo y junio en una cantidad combinada de 258 mil, quedando el promedio de empleos creados en esos tres meses en apenas 35 mil. 

Las condiciones del mercado laboral combinadas con el dato de inflación, que se mantuvo en el mismo nivel que en junio, llevan a pensar que la Reserva Federal reducirá por lo menos tres veces la tasa de interés de referencia. En particular, los agentes económicos asignan una probabilidad de un 95% a que en septiembre habrá un recorte de 25 puntos básicos. También prevé, con una probabilidad de un 66%, que en la reunión de octubre se reducirá en otros 25 puntos básicos y que en diciembre volverá hacerlo en una magnitud similar, por lo cual la tasa de interés cerraría el año entre un 3.5% y un 3.75%. 

La reacción del mercado bursátil a esos posibles recortes ha sido positiva. Un recorte de 75 puntos básicos significará un incremento del valor presente del flujo libre de efectivo, que es la base fundamental del precio de los instrumentos financieros como acciones y bonos. 

La República Dominicana también se beneficiará de ese recorte de tasas de interés, ya que el margen de maniobra del Banco Central aumentará. 

lunes, 11 de agosto de 2025

Una pregunta incómoda sobre educación

[Frente al Statu Quo. Publicado en Diario Libre el 11 de agosto de 2025.] 

La evidencia empírica internacional demuestra la relevancia de la educación inicial en el desarrollo cognitivo, lingüístico, psicomotor y socioemocional de los niños y en su posterior desarrollo académico y profesional. Ese reconocimiento ha llevado a los gobiernos a incorporar el nivel inicial, que abarca la atención y educación desde cero hasta los seis años, como un elemento esencial de las políticas públicas orientadas al desarrollo humano. 

James Heckman, profesor de la Universidad de Chicago, ha aportado valiosos análisis sobre el impacto de la educación inicial en la calidad de vida. El premio Nobel de Economía sostiene que “muchos de los problemas económicos y sociales más importantes como el crimen, el embarazo en adolescentes, el abandono escolar antes de finalizar el bachillerato y las condiciones adversas de salud pueden tener su origen en bajos niveles de calificación y habilidad en la sociedad.” En consecuencia, resulta imprescindible adoptar medidas que aseguren la adquisición temprana de conocimientos, de modo que esta favorezca el desempeño escolar y eleve la probabilidad de obtener ingresos más altos en el futuro.

Diversos estudios empíricos realizados en los Estados Unidos revelan que en el kínder los niños pertenecientes al estrato socioeconómico más bajo obtienen calificaciones cognitivas promedio 60% inferiores a las de los niños del grupo más acomodado. Según Heckman, una política enfocada en la educación inicial puede evitar la brecha del rendimiento escolar, dado que las diferencias en conocimientos y habilidades entre estudiantes en situación de desventaja y los más favorecidos empiezan a muy temprana edad y persisten a lo largo de sus vidas. 

Los programas de educación temprana reducen la probabilidad de repetir curso, ya que promueven habilidades muy valiosas. En ese sentido, Heckman sostiene que invertir en dichos programas es económicamente más eficiente que tratar de cerrar esa brecha a edades más avanzadas. Asimismo, se ha demostrado que dichas intervenciones educativas se asocian con mayores ingresos a lo largo del ciclo vital, lo que repercute favorablemente en el crecimiento del producto interno bruto (PIB). 

En la República Dominicana, la cobertura de la educación inicial es baja. Aun cuando la Estrategia Nacional de Desarrollo 2030 reconoce ese nivel educativo como un componente clave para el desarrollo humano y la equidad y, por tanto, establece su obligatoriedad desde los tres años, en 2024 la cobertura del segundo ciclo de educación inicial (de tres a los seis años) fue de un 61.1%. En el caso del primer ciclo (de cero a dos años y once meses), la cobertura neta se sitúa en apenas un 7.1%. Durante el curso 2023-2024, la cantidad de estudiantes matriculados en el nivel inicial ascendió a 383,400 niños, de los cuales casi el 90% correspondía al segundo ciclo. 

Las familias de clase media y alta son, en mayor proporción, las que envían a sus hijos a los centros de educación inicial a edades más tempranas. Se ha demostrado empíricamente que los padres con mayor escolaridad, en especial los universitarios, tienden a inscribir más temprano a sus hijos en la escuela. En contraste, la mayoría de los niños provenientes de hogares de bajos ingresos inician sus estudios en la oferta pública de educación primaria a partir de los cinco años. 

En base a un modelo econométrico elaborado por el autor de esta columna, se puede proyectar la edad de entrada al sistema educativo formal. Una niña, cuya madre fue una adolescente sin estudios universitarios, comenzaría su educación a los cinco años. En contraste, una niña, hija de una mujer universitaria de 26 años, sería escolarizada alrededor de los tres años.  El ingreso tardío en la escuela está estrechamente vinculado a las condiciones económicas de la familia. Los hogares pobres retardan la entrada de sus hijos en la escuela, lo que tiende a perpetuar la pobreza en la sociedad dominicana. 

Los estudiantes presilábicos, que ingresan a primero de Básica con seis años o más, suelen presentar deficiencias severas que les impiden seguir el ritmo de aprendizaje de aquellos compañeros que han tomado ya varios cursos de educación inicial. Esa situación constituye un grave problema de injusticia social con efectos intertemporales perversos. 

En la República Dominicana, se ha comprobado que la educación inicial aumenta el rendimiento escolar -medido por las calificaciones promedio-, reduce la tasa de abandono escolar e influye positivamente sobre la expectativa de realizar estudios universitarios o técnicos especializados, cuyo retorno es superior al que genera la formación preuniversitaria. Ello implica que la ausencia de la educación a temprana edad para los segmentos más pobres tiende a provocar un aumento de la desigualdad de ingresos entre los más ricos y los más pobres. Dado que con un mayor nivel educativo se obtienen ingresos más elevados, un niño sin educación inicial que proviene de un hogar pobre presenta mayor probabilidad de convertirse en un adulto pobre, con ingresos cercanos a los salarios mínimos. De esta manera, se perpetúa el círculo vicioso de la pobreza. 

La cuantificación del impacto de la educación inicial sobre el desempeño escolar y sobre la expectativa de cursar estudios universitarios o técnicos especializados debería llevar a las autoridades a diseñar mejores políticas de educación pública y a optimizar el uso del presupuesto educativo en favor del desarrollo de la República Dominicana. 

Dada la restricción presupuestaria del Gobierno dominicano, resulta imprescindible llevar a cabo un análisis costo-beneficio riguroso que permita determinar la distribución óptima de los recursos públicos por cada nivel educativo, con el fin de maximizar a lo largo del tiempo el bienestar de la sociedad. Surge entonces una pregunta incómoda: si el resultado de ese análisis revela que, en el largo plazo, el beneficio de la inversión en educación inicial con recursos públicos es mayor al que se obtiene con la inversión en el nivel educativo superior, ¿estarían dispuestos los gobernantes a reorientar recursos a favor de la niñez, aun cuando ello implique reducir el presupuesto de la Universidad Autónoma de Santo Domingo? 

viernes, 8 de agosto de 2025

Efecto de los aranceles sobre la inflación

[Escrito el 7 de agosto de 2025] 

Entre marzo y agosto de 2025, el arancel efectivo de Estados Unidos subió de un 2.3% a casi un 18%, el nivel más alto desde la década de los treinta. El efecto esperado de la política arancelaria de Trump es un aumento de precios, una caída del margen de beneficios de los exportadores e importadores y un descenso de la actividad económica.  

La tasa de inflación de Estados Unidos, medida por la variación interanual del Índice de Precios al Consumo, pasó de un 2.4% en marzo a un 2.7% en junio. Ese resultado sugiere un efecto relativamente bajo de las modificaciones arancelarias. 

Alberto Cavallo, profesor de la Universidad de Harvard, Paola Llamas y Franco Vázquez, ambos de la Universidad de San Andrés, cuantificaron la influencia que tienen los aranceles de Trump sobre los precios al por menor en Estados Unidos. 

Los autores analizaron los precios diarios, entre el primero de octubre de 2024 y el 26 de julio de 2025, de un total de 359,148 productos y los clasifican por su país de origen. El 37.5% proviene de Estados Unidos y el 35.9% de China; mientras, la India, Turquía y Vietnam representan un 9%. El 54% se trata de productos del hogar, casi un 22% de productos de cultura y recreación y un 9% productos de alimentos y bebidas no alcohólicas.  

Los resultados muestran que, a partir de marzo de 2025, las diversas tasas arancelarias aplicadas comenzaron a tener un impacto sobre los precios. Desde ese mes,  los precios de los bienes importados se han incrementado un 4% y los producidos en Estados Unidos un 2%. Esas variaciones de precios sugieren que los exportadores e importadores han estado absorbiendo una parte del incremento del costo arancelario. Hasta ahora, los productos que más han aumentado de precio son los provenientes de Turquía, Polonia, Reino Unido y Japón. 

Es muy probable que, con el paso del tiempo, cuando se haya terminado la incertidumbre arancelaria se registre un mayor traspaso de las tarifas a los precios finales, lo que impactaría de manera negativa a los consumidores estadounidenses. 

Recortando al Estado dominicano

[Escrito el 6 de agoto de 2025] 

Antes de pensar en una reforma tributaria es imprescindible racionalizar el gasto público, lo que implica una reestructuración del Estado. Una simple inspección de las instituciones públicas lleva a recomendar modificaciones que no solo se traducirían en un importante ahorro de los recursos pagados por los contribuyentes, sino también en la mejora de su impacto sobre el crecimiento económico y creación de empleos privados. 

A pesar de la fusión del Ministerio de Hacienda con el de Economía, existen todavía 20 ministerios bajo la sombrilla del Poder Ejecutivo que deberían consolidarse y reducir así el tamaño del Estado. Las funciones específicas de los ministerios absorbidos -o eliminados- serían realizadas por viceministerios o direcciones que se crearían dentro del ministerio resultante, pero todas las actividades administrativas y de soporte operativo como compras, contrataciones, recursos humanos, entre otras, serían realizadas bajo los departamentos responsables aprovechando las economías de escala, lo cual permitiría reducir los costos de adquisición de bienes y servicios y mejorar su nivel de eficiencia.

A mi entender, se debe integrar a la Dirección General de Impuestos Internos y la Dirección General de Aduanas en una sola entidad. Esto mejoraría la eficiencia en la lucha contra la evasión tributaria.

Además, se debe analizar a profundidad los gastos que se ejecutan a través de organismos autónomos y descentralizados para determinar su eficiencia y productividad. Entre esos gastos cabe destacar los casi 14 mil millones de pesos que se transfieren a la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Debe realizarse una evaluación para determinar si es mejor utilizar los recursos que se le transfieren a la UASD para el otorgamiento de becas a los mejores bachilleres para que estudien en universidades privadas. Los jóvenes dominicanos que exhiben dedicación y perseverancia en sus estudios se merecen la oportunidad de recibir la mejor educación posible en el país y en el extranjero.

Por otro lado, se debería analizar la pertinencia de establecer un congreso nacional unicameral o, por lo menos, realizar una significativa reducción del número de diputados. Todo lo anterior permitiría una reducción significativa del gasto corriente, recursos que se podrían utilizar para ejecutar infraestructuras complementarias de la inversión privada y promotoras del crecimiento económico. 

Se enfría el mercado laboral estadounidense

[Escrito el 5 de agosto de 2025]

Las perturbaciones arancelarias y la obligada política monetaria restrictiva de la Reserva Federal comienzan a pasar factura. Los trabajadores y los consumidores estadounidenses están siendo impactados negativamente y se prevé que ese resultado influya sobre el resto del mundo. 

El más reciente informe de la Oficina de Estadísticas Laborales revela un enfriamiento del mercado de trabajo en Estados Unidos. En julio solo crearon 73 mil puestos de trabajo, cifra que quedó por debajo de los 100 mil que se habían proyectado. Lo peor es que la citada oficina revisó a la baja el dato de empleos creados en mayo y junio en una cantidad combinada de 258 mil, quedando el promedio de empleos creados en apenas 17 mil. La corrección molestó tanto a Trump despidió a la jefa de la oficina de estadísticas laborales. 

Por otra parte, desde mayo se observa una tendencia creciente de la cantidad de personas desempleadas por más de 27 semanas. En julio se colocó en 1.83 millones de personas, el nivel más elevado desde enero de 2022. Esto significa que el horizonte temporal de búsqueda de un empleo se ha incrementado, lo que reduce el ingreso disponible, disminuye el ahorro familiar o eleva su deuda para mantener el nivel de consumo de manera transitoria. 

Al mismo tiempo, el porcentaje de población que está buscando de manera activa un puesto de trabajo se ha reducido al menor nivel desde 2022. Esa reducción de la fuerza laboral ha permitido que la tasa de desocupación se mantenga en el entorno del 4% por doce meses y, en particular, en un 4.2% en julio pasado. 

La combinación de esos tres datos, menor porcentaje de fuerza laboral, una tasa de desocupación ligeramente superior al mes anterior y una mayor duración como desempleado sugiere que las empresas no están contratando personal al mismo ritmo que antes. El próximo paso podría ser el aumento del ritmo de despidos, lo cual impactaría negativamente las remesas familiares que reciben los países como México y la República Dominicana.  

martes, 5 de agosto de 2025

El capital humano según Sasito

[Frente al Statu Quo. Publicado en Diario Libre el 4 de agosto de 2025.]

En 1928, seis años antes de que naciera el gran Sasito en una humilde casa de La Romana, Arthur C. Pigou acuñó en la Universidad de Cambridge el concepto de “capital humano.” En su obra “Un estudio sobre hacienda pública,” afirmó que “existe algo llamado inversión en capital humano, así como inversión en capital material. El gasto en educación, servicios de salud, vivienda, entre otros, puede considerarse apropiadamente como inversión en capital humano.” 

A pesar de no haber leído a Pigou, ni a su profesor Alfred Marshall, quien previamente había escrito que “el capital más valioso es el que se invierte en los seres humanos,” Sasito evitó el gasto improductivo y fomentó la acumulación de capital humano. El doctor en Química y Farmacia, graduado con honores en la Universidad de Santo Domingo, sabía que una persona bien educada, perseverante y trabajadora, no solo tendría la oportunidad de obtener mayores ingresos en el mercado laboral, sino que supondría un buen activo para el desarrollo de la nación. Por eso no dudó en pagar a sus hijos por cada libro leído y resumido. 

En 1935, John R. Walsh, de la Universidad de Harvard, escribió “El concepto de capital aplicado al hombre” como una aproximación más formal a lo que posteriormente sería la teoría del capital humano, en la cual la inversión en educación se justifica por las expectativas de obtener beneficios económicos.

A partir de los años cincuenta, la Universidad de Chicago se convirtió en el epicentro de esa teoría. Sus investigaciones mejoraron el análisis de la desigualdad en la distribución de los ingresos laborales y de los motivos por los cuales algunos países alcanzan un mayor ritmo de crecimiento económico. En particular, el enfoque del capital humano se utilizó para entender por qué una parte sustancial de la expansión del ingreso en los Estados Unidos quedaba sin una explicación tras tener en cuenta el crecimiento del capital físico y de la mano de obra. 

El premio Nobel de Economía Theodore Schultz, profesor de la Universidad de Chicago entre 1946 y 1972, afirmó en su ensayo académico “Inversión en Capital Humano” (1961) que la adquisición de habilidades y conocimientos constituye una forma de inversión en las capacidades productivas de las personas, cuyo rendimiento puede superar al del capital físico. El crecimiento del producto interno bruto (PIB) y, con ello, el nivel de ingreso promedio, se justifica en gran medida por dicho capital humano. La inversión en salud y educación acelera el desarrollo del potencial humano y mejora las condiciones de vida de la población.  

En los cursos de doctorado en la Universidad de Chicago, Schultz ejerció una influencia decisiva sobre la formación analítica de Gary Becker para que este profundizara en la investigación sobre el capital humano. En 1964, el profesor Becker, galardonado posteriormente con el Premio Nobel de Economía por su aplicación del análisis microeconómico al comportamiento humano, publicó su brillante obra “Capital Humano: un análisis teórico y empírico.” En ella demuestra que los individuos optimizan su bienestar de manera intertemporal mediante decisiones sobre cuánto invertir en educación y formación, evaluando los costos y beneficios futuros. 

En 1958, Jacob Mincer, colega de Becker en la Universidad de Chicago durante la década de 1950, publicó “Inversión en capital humano y la distribución de ingreso personal.”  Las investigaciones de Mincer culminaron en su obra “Escolaridad, experiencia e ingresos” (1974), en la cual confirma la relación entre los ingresos, los años de escolaridad y el entrenamiento en el trabajo. A través de modelos econométricos, Mincer estima que, por cada año de educación, el trabajador obtiene un retorno adicional que oscila entre un 5% y un 10%. 

Robert Lucas, Nobel de Economía y profesor en la Universidad de Chicago, destacó la importancia del capital humano para el desarrollo económico. En sus ensayos académicos “Sobre la mecánica del desarrollo económico” (1988) y “Haciendo un milagro” (1993), demuestra que la diferencia del ingreso per cápita entre países de economía avanzada y países en desarrollo se explica principalmente por el nivel de capital humano, creador de externalidades positivas para la sociedad. Comparar Singapur con la República Dominicana es un buen ejemplo para demostrar la importancia de la educación en el desarrollo económico.  

Por su parte, Paul Romer, también profesor en la Universidad de Chicago y Nobel de Economía, publicó en 1990 su trabajo “Cambio tecnológico endógeno,” donde destacó la relevancia del capital humano en la innovación y el crecimiento económico en el largo plazo. En particular, cuanto mayor sea la proporción de trabajadores cualificados, mayor será la productividad laboral y el retorno del capital, lo cual favorece el ritmo de crecimiento del PIB y permite alcanzar un nivel de ingreso per cápita más alto de forma sostenida. 

James Heckman, otro Nobel de Economía, sostiene que el retorno de la inversión en capital humano es superior cuando se destinan los recursos a la educación inicial. De esto se desprende la importancia de invertir en los niños de menor edad provenientes de hogares pobres y vulnerables, con el fin de proporcionarles acceso a una enseñanza de buena calidad. Heckman, profesor en la Universidad de Chicago, subraya que el desarrollo de las habilidades es un proceso dinámico, en el que la inversión temprana facilita la adquisición de conocimientos en el futuro. Al mismo tiempo, destaca el papel de la familia como una fuente clave del aprendizaje y de la promoción de las habilidades no cognitivas (autodisciplina, perseverancia y empatía), que resultan determinantes para el éxito económico y social. 

La teoría del capital humano permite formular recomendaciones de política económica. La mejor inversión pública consiste en facilitar el acceso a una educación de calidad a todos los niños. Eso no implica que el Estado deba suministrar los servicios de educación. Lo esencial no radica en los insumos -la escuela, los docentes o los materiales-, sino en los resultados del proceso de enseñanza y aprendizaje. Por todo ello, es necesario volver al modelo educativo del gran Sasito. Él, sin conocer la teoría formal del capital humano, aplicó con inteligencia el método de evaluar y remunerar según los resultados.

Powell se resiste a recortar las tasas de interés

[Escrito el 1 de agosto de 2025]

El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, mantiene su estrategia de “esperar y ver” el efecto que tendrá sobre la inflación la política arancelaria de Trump. Por eso la entidad que dirige decidió esta semana dejar inalterada la tasa de interés de referencia en el rango que va de 4.25% a 4.5%. No obstante, la decisión no fue unánime, ya que hubo dos miembros que decidieron votar a favor de un recorte de 25 puntos básicos. 

A diferencia de lo que se proyectaba hace unas semanas, hoy el mercado prevé, con una probabilidad de un 64%, que en la reunión de septiembre tampoco habrá un recorte de la tasa de interés de referencia. Así que será en la reunión de octubre cuando se registre esa disminución que, con alta probabilidad, sea el único recorte en 2025.  

Esa política monetaria molesta mucho al presidente Trump, quien desea que dicha tasa de interés se reduzca en 300 puntos básicos. De aprobarse ese recorte, se reduciría el costo de financiar el déficit público y, al mismo tiempo, se promovería el crecimiento de la principal economía del mundo. 

Esto último cobra una gran importancia si se toma en cuenta que, a pesar de que el PIB se expandió en un 3% en el segundo trimestre, la realidad es que ese comportamiento fue el resultado de movimientos atípicos de las importaciones. Algo similar sucedió en el primer trimestre, pero en sentido inverso, cuando la economía se contrajo en 0.5% también por los movimientos de las importaciones. De esa variación del PIB trimestral, se tiene como resultado que en el primer semestre apenas se expandió alrededor de un 1.3%. 

A la República Dominicana le conviene que mejore la tasa de crecimiento de Estados Unidos porque por cada punto que se expande el PIB estadounidense, el dominicano se expande en 2 puntos. 

Se desacelera el crecimiento del PIB

[Escrito el 31 de julio de 2025]

En la República Dominicana se observa una desaceleración del ritmo de crecimiento económico. Según estimaciones del Banco Central, el Indicador Mensual de Actividad Económica (IMAE) registró una variación interanual de un 1.1% el mes pasado, lo que colocó la expansión del primer semestre en el 2.4%. 

A inicios de año, el FMI, el Gobierno dominicano y el Banco Central proyectaron que la tasa de crecimiento del producto interno bruto (PIB) se colocaría alrededor del 4.5%, pero a finales de julio, y en base al comportamiento de los primeros seis meses, las autoridades monetarias redujeron su proyección al rango que va del 3% al 3.5%. Para alcanzar el límite superior de esa variación del PIB, el IMAE tendría que crecer a un ritmo promedio interanual de un 4.6% entre julio y diciembre de 2025. 

Al descomponer los datos por sectores productivos, se percibe que la probabilidad de alcanzar ese objetivo es cercana a cero. La actividad de la construcción, la de mayor peso en la economía nacional, arrojó una variación promedio de un -2.3% en los primeros seis meses. Ese comportamiento refleja el impacto de las altas tasas de interés reales que prevalecen en el mercado financiero dominicano, condicionadas por la política monetaria restrictiva aplicada por la Reserva Federal. 

Ante ese pobre desempeño, complicado por la desaceleración de otras actividades productivas, sería recomendable adoptar medidas que eleven la inversión pública y estimulen tanto la inversión privada como la demanda externa de bienes y servicios. 

Entre dichas acciones se pueden citar: promover la entrada libre de impuestos de capitales depositados en el exterior; eliminar el gravamen del 10% sobre los intereses; revisar la normativa bancaria para facilitar los préstamos a los sectores productivos; autorizar los permisos de los proyectos de inversión en curso; aumentar la tasa de depreciación como gasto permitido dentro del Impuesto sobre la Renta para nuevas inversiones; y  facilitar las exportaciones hacia Haití, Centroamérica y el Caribe.

La eurozona pausa el recorte de tasas de interés

[Escrito el 25 de julio de 2025]

En su reunión de julio, el Banco Central Europeo decidió mantener inalterada su tasa de interés de referencia en un 2%. Con esa decisión se detiene el proceso de recortes de tasas que se llevó a cabo desde junio de 2024 para estimular el crecimiento de la economía, el cual se prevé culmine este año por debajo del 1%. 

Desde ahora, las autoridades monetarias europeas entran en una etapa de “esperar y ver” lo que sucederá con la economía a partir de las negociaciones comerciales entre la Unión Europea y Estados Unidos. La expectativa es que el arancel recíproco que establecerá Trump a los europeos será de un 15%, nivel inferior a lo inicialmente propuesto, pero que sigue siendo perjudicial para el sector exportador de la región. 

La tasa de inflación en la eurozona se encuentra en un 2%. Esto significa que los europeos lograron reducir la tasa de inflación gradualmente hasta llevarla a la meta. En el caso de Estados Unidos, la tasa de inflación sigue por encima del objetivo, al situarse la tasa de inflación interanual a junio en el 2.7%. La persistencia de la tasa de inflación estadounidense, junto a la perturbación provocada por la errática política arancelaria de Trump, ha llevado a la Reserva Federal a mantener la tasa de interés entre el 4.25% y el 4.5%. Una política monetaria en territorio claramente restrictivo, la cual condiciona las medidas que pueden implementar otros bancos centrales, como el de la República Dominicana. 

Aumenta la presión contra Powell

[Escrito el 24 de julio de 2025]

El presidente Trump visitó hoy las instalaciones de la Reserva Federal. Un evento como ese solo había ocurrido en tres ocasiones. En 1937, Franklin D. Roosevelt asistió al acto de inauguración del edificio donde se localiza en Washington, D.C. En 1975, Gerald Ford realizó una visita similar.  En 2006, George W. Bush asistió al acto de juramentación de Ben Bernanke, quien había sido su asesor económico, como presidente de la Reserva Federal. 

En esta ocasión, se trata de presionar a Jerome Powell con el fin de que renuncie a la presidencia del banco central de Estados Unidos. Específicamente, Trump se reunió con Powell para decirle personalmente que la remodelación de los edificios de esa entidad, obra que se presupuestó en 1,900 millones de dólares, supera los 3,100 millones de dólares. Delante de las cámaras, Trump le pasó un papel con el detalle de esos gastos, lo que llevó a Powell a responderle de forma inmediata que en sus cálculos incluyó el edificio Martin que se construyó hace cinco años. 

Trump quiere que, en la próxima reunión a celebrarse el 30 de julio, Powell reduzca la tasa de interés de política monetaria en 300 puntos básicos. El mandatario opina que la menor tasa de interés reduciría el costo de financiar el déficit público y estimularía el crecimiento económico. Pero deja de lado que, en un entorno de incertidumbre provocado por la errática política arancelaria, es muy probable que ese agresivo recorte de tasas de interés aumente la tasa de inflación, un resultado no deseado por las autoridades monetarias. 

En la actualidad, el mercado asigna una probabilidad de casi 97% a que la tasa de interés de referencia se mantenga en el rango que va de 4.25% a 4.5%. Por otro lado, se prevé que en la reunión del 17 de septiembre se realice un recorte de 25 puntos básicos a la tasa de interés, un ajuste muy lejano de lo que desea Trump. Así las cosas, se puede pronosticar que los problemas entre Trump y Powell seguirán aumentando en los próximos meses. 

lunes, 28 de julio de 2025

El gran reto

[Frente al Statu Quo. Publicado en Diario Libre el 28 de julio de 2025.]

La economía dominicana enfrenta una coyuntura difícil. La tasa de crecimiento del producto interno bruto (PIB), clave para la creación de empleo y de ingresos, apenas alcanza la mitad del ritmo potencial del 5%. Las actividades productivas crecen por inercia, pero a una velocidad cada vez menor. 

En el contexto actual, los motores que podrían acelerar el crecimiento económico se encuentran apagados. La política monetaria, ejecutada de forma zigzagueante desde marzo de 2020, ha perdido efectividad para reducir la tasa de interés y expandir la demanda de los agentes económicos. Por su parte, la política fiscal se ha orientado hacia una estructura de gastos y de ingresos que reduce el multiplicador fiscal, limitando así su aporte al crecimiento de las actividades productivas. A esto se añade que Estados Unidos ha pasado a ser una fuente de perturbaciones que reducen el crecimiento económico global y, en consecuencia, disminuyen la demanda externa de la República Dominicana. 

La política monetaria no convencional ha resultado ineficaz. Desde su adopción en marzo de 2020, esa política ha incrementado la volatilidad del tipo de cambio y de las tasas de interés, lo cual contrae la inversión privada, en particular la que tiene carácter irreversible, y propicia que cuantiosos recursos se orienten hacia actividades financieras de arbitraje. La cuarta inyección de liquidez bajo ese modelo, aprobada a mediados de junio pasado por 81 mil millones de pesos, tan solo logró disminuir la tasa de interés activa promedio ponderado en 22 puntos básicos durante ese mes. En julio dicha tasa volvió a subir hasta colocarse por encima del 15%. 

La rápida reversión de la trayectoria de la tasa de interés se explica por la extracción de liquidez, inducida por las intervenciones recurrentes del Banco Central en el mercado cambiario. En lo que va de mes, el organismo emisor ha vendido más de 200 millones de dólares de las reservas internacionales con el fin de contener la depreciación del peso respecto al dólar. Entre el 16 de junio (fecha en que se anunció la liberación de liquidez) y el 25 de julio, la tasa de cambio subió en 1.54 pesos, al pasar de 59.55 a 61.09 pesos por dólar, lo que equivale a una depreciación de un 2.59%. El resultado confirma, una vez más, que la política monetaria no convencional aplicada tras la pandemia ha estado provocando un aumento excesivo de la volatilidad. Para restablecer la efectividad del mecanismo de transmisión monetaria, es necesario que las autoridades retomen el esquema de metas de inflación basado en reglas claras y transparentes, que se aplicó, en general de forma consistente, entre enero de 2012 y febrero de 2020.

La política fiscal también ha perdido eficiencia. El gasto público se ha concentrado en partidas corrientes, cuyo multiplicador -efecto sobre las actividades productivas por cada peso erogado- es inferior al que tiene el gasto de capital. En este momento, el gasto corriente supera el ingreso corriente, situación que implica el endeudamiento gubernamental para financiar gastos con una tasa de retorno inferior a la tasa de interés de la deuda. Con el fin de evitar que esa dinámica provoque un aumento excesivo de la deuda como porcentaje del PIB, las autoridades han optado por reducir la inversión pública en más de dos puntos porcentuales del PIB. Esa medida ha limitado la contribución de la política fiscal al crecimiento económico. Mejorar el aporte fiscal requiere, entre otras medidas, eliminar o reducir el subsidio eléctrico y los subsidios no focalizados, como el de los combustibles, y, a la vez, destinar los recursos liberados a ejecutar proyectos de inversión pública con altas tasas de retorno. 

En materia tributaria queda mucho por hacer. El sistema impositivo vigente es distorsionador, injusto e incapaz de generar los ingresos que se corresponden con las tasas y las bases imponibles. Diversos estudios evidencian una elevada evasión de impuestos y estiman que una mayor eficiencia administrativa incrementaría las recaudaciones hasta 4 puntos porcentuales del PIB. Una mejora de la gestión administrativa permitiría reducir algunas tasas impositivas cuyo nivel actual distorsiona las decisiones de ahorro, inversión, trabajo y producción. 

La necesidad de optimizar la política económica adquiere una mayor importancia en un entorno internacional recesivo e incierto. La nueva política arancelaria de Estados Unidos tenderá a reducir las exportaciones nacionales de bienes y servicios. Es altamente probable que el arancel recíproco que se aplicará a las exportaciones dominicanas suba de un 10% a un 15%. En el transcurso del año, se observa un deterioro del aporte de las exportaciones de zonas francas y del turismo al crecimiento del PIB. En contraste, las remesas familiares procedentes del exterior continúan mostrando un elevado ritmo de crecimiento, sustentado por el entorno laboral favorable estadounidense, que es la fuente de más del 80% de las remesas.  

Las condiciones monetarias restrictivas de la Reserva Federal, junto con la proyección de un mayor déficit público en Estados Unidos, han mantenido altas las tasas de interés en los mercados internacionales. La sostenibilidad del saldo fiscal de la República Dominicana se debilita cuando suben las tasas de interés. Financiar un déficit público de un 3% del PIB y pagar el servicio de una deuda pública del 58% del PIB, con una tasa promedio internacional de un 7%, resulta más costoso para el bolsillo del contribuyente que hacerlo con una tasa de un 5%.

Fortalecer la sostenibilidad de la deuda pública y evitar el deterioro de la calificación crediticia requiere elevar el crecimiento del PIB hasta situarlo por encima o lo más cercano posible a la tasa de interés real. Cuanto menor sea el ritmo de crecimiento económico, mayor debería ser el saldo primario de las finanzas públicas para garantizar la capacidad de pago de la deuda, lo que a su vez conllevaría nuevos recortes en el gasto de capital o una subida de impuestos. Ese apriete fiscal repercutiría de forma negativa sobre la actividad productiva y empeoraría la situación económica de los hogares. 

Frente a ese escenario, el principal reto para las autoridades dominicanas consiste en mejorar las políticas monetaria y fiscal, de manera que sean compatibles con una expansión económica robusta y sostenible. 

jueves, 24 de julio de 2025

En defensa de la Reserva Federal

[Escrito el 23 de julio de 2025]

La Reserva Federal es el banco central más poderoso e importante del mundo. Su política monetaria influye y condiciona la de otros bancos centrales, en especial, la que pueden ejecutar otros países con economías pequeñas y abiertas como la dominicana. 

En la actualidad, la Reserva Federal se encuentra bajo asedio de la Casa Blanca, la que desea que modifique su tasa de interés hasta colocarla en el entorno del 1%. Un ataque que pudiese comprometer la autonomía, independencia y credibilidad del organismo emisor. Un resultado catastrófico. 

Ben Bernanke y Janet Yellen saltaron al ruedo en defensa de la Reserva Federal, a través de un interesante artículo publicado en The New York Times. Ambos dirigieron el banco central estadounidense. Bernanke, brillante profesor universitario, añade a su curriculum el premio Nobel de Economía y la Yellen, haber sido secretaria del Tesoro. 

En base a su experiencia y amplios conocimientos afirman que los intentos recientes de comprometer la independencia de la Reserva Federal, incluyendo las demandas del presidente Trump para “una reducción radical de las tasas de interés y sus amenazas de despedir a Powell pueden provocar un daño económico duradero y serio.”

Bernanke y Yellen reiteran algo conocido y sufrido por los dominicanos. “Cuando los bancos centrales son obligados a financiar los déficits gubernamentales -manteniendo tasas de interés excesivamente bajas- el resultado es inevitablemente una mayor inflación y daño económico.” 

Ambos expertos sostienen, de forma clara y contundente, que la politización del banco central, la pérdida de independencia y la merma de la credibilidad en la política monetaria se traduce en mayores tasas de interés de equilibrio. Ese resultado incrementa el costo del financiamiento tanto para el sector privado como al gobierno, reduce la llegada de capitales externos y eleva la probabilidad de que se registre el peor de los mundos: uno caracterizado el estancamiento económico y la inflación, el cual se denomina estanflación. Un estado que implica pobreza y destrucción de bienestar. 

lunes, 21 de julio de 2025

Hacia una política fiscal productiva

[Frente al Statu Quo. Publicado en Diario Libre el 21 de julio de 2025.]

Al contribuyente le interesa que cada peso que paga de impuestos sirva para mejorar su calidad de vida. En consecuencia, el gasto público debe estimular el crecimiento económico de forma sostenida. 

Luca Fornaro y Martin Wolf, profesores de Economía de la Universidad Pompeu Fabra (España) y de la Universidad de St. Gallen (Suiza), respectivamente, publicaron el pasado mes de abril un ensayo académico muy interesante sobre la conexión entre incremento de la productividad, la política fiscal y la deuda pública. 

Según los citados economistas, un elevado superávit fiscal primario (que se define como el saldo de las finanzas públicas, excluyendo el gasto por intereses de la deuda) se asocia con distorsiones fiscales -altos impuestos y baja inversión pública- que deprimen la inversión privada y reducen la productividad del capital y de la mano de obra, lo que presiona al alza la relación entre deuda pública y producto interno bruto (PIB). Para evitar ese estado de “estancamiento fiscal,” los autores recomiendan intervenciones de política que impulsen el crecimiento económico y refuercen la sostenibilidad de la deuda pública. 

El gasto en infraestructuras genera efectos económicos positivos en el largo plazo. Diversos estudios estiman que la inversión pública arroja un multiplicador de 1.6, ya que la inversión privada se correlaciona positivamente con la infraestructura e innovación, lo que incrementa la productividad y la tasa de retorno del capital. El multiplicador fiscal representa el cociente entre la variación del producto interno bruto (PIB) y el cambio en el gasto público o la política tributaria. 

La profesora de la Universidad de California en San Diego, Valerie Ramey, recopiló distintas estimaciones empíricas y concluyó que el multiplicador del gasto público en el mediano plazo varía entre 0.6 y 1.5, según el tipo de gasto. En particular, cuando la inversión es productiva y se implementa con eficiencia, el multiplicador fiscal tiende a ser más alto, sobre todo si se parte de un nivel de capital público inferior al socialmente óptimo. Por otro lado, se ha demostrado que, cuanto más distorsionador es el impuesto, ya sea por el tipo o el nivel de su tasa, más negativo resulta el impacto en la innovación y la productividad. En esos casos, el multiplicador se sitúa entre -2 y -3. 

En otro relevante estudio, Juan Antolín-Díaz y Juan Paolo Surico, profesores en la London Business School, evaluaron la importancia de los recursos destinados a la Investigación y Desarrollo (I+D) sobre el crecimiento económico. Los autores vincularon al gasto público militar importantes innovaciones como la generación de la energía nuclear, el internet y el GPS, entre otras. De sus conclusiones se desprende que un gasto público que promueva la I+D favorece la inversión del sector privado, la innovación, la productividad factorial total y el PIB.  

En la República Dominicana se percibe un estado de estancamiento fiscal. La inversión pública se ha reducido hasta situarse por debajo del 2.2% del PIB en 2025, muy lejos del 4.7% del PIB registrado como promedio anual en el período 1966-2020. Esa contracción de la inversión gubernamental responde al esfuerzo por contener el déficit público alrededor de un 3% del PIB y el superávit primario en un 0.7% del PIB. Sin embargo, una estrategia fiscal de “austeridad autodestructiva” limita el crecimiento del PIB, que a mayo acumuló una tasa interanual de apenas un 2.6%; es decir, poco más de la mitad del ritmo potencial del 5%. 

A su vez, el menor ritmo de expansión de los ingresos tributarios disminuye en segunda ronda la inversión pública y obliga a las autoridades, en su intento por mejorar el saldo primario, a incrementar las tasas impositivas a umbrales distorsionadores. Ese comportamiento fiscal genera un ciclo de ajustes secuenciales que reducen el ingreso per cápita. 

El nombramiento de Magín Díaz al frente del Ministerio de Hacienda representa una oportunidad para salir del estancamiento fiscal. La nueva gestión de Hacienda debe asegurar que los recursos públicos se orienten hacia actividades productivas que arrojen un multiplicador más elevado.  

La adopción de medidas, como aquellas que garanticen una tasa de retorno del gasto de capital superior a la tasa de interés de la deuda emitida para financiar proyectos de infraestructura, mejorará la sostenibilidad de las finanzas públicas. En ese contexto, resulta imprescindible priorizar el gasto, tanto el corriente como el de capital, mediante herramientas de análisis de costo-beneficio, evaluaciones de impacto y la aplicación de un presupuesto basado en resultados.

En la actualidad, existen numerosas partidas que hay que reducir o eliminar. El déficit financiero del sector eléctrico, que supera el 1.4% del PIB, y los subsidios no focalizados constituyen gastos corrientes ineficientes que deberían sustituirse por proyectos de inversión pública. El subsidio a los combustibles, que esta semana se situó en poco menos de 200 millones de pesos, aunque ha superado en ocasiones los mil millones de pesos en siete días, debe eliminarse porque beneficia principalmente a los hogares de mayores ingresos. Dicho subsidio es distorsionador, dado que reduce el impacto que debe tener el alza de los precios internacionales sobre la demanda local de combustibles, situación que se traduce en una demanda superior a la óptima, lo cual acentúa el déficit de las cuentas externas. Considerando que la inflación interanual a junio se encuentra por debajo del 4%, es posible suprimir el subsidio y seguir manteniendo la variación de los precios dentro del rango meta. 

En cuanto a los ingresos fiscales, es necesario diseñar y ejecutar medidas tributarias que no distorsionen las decisiones de los agentes económicos, que sean equitativas y capaces de generar con eficiencia los ingresos requeridos. Una Administración Tributaria eficaz debe enfocarse en contraer la evasión de impuestos por una suma equivalente a un 4% del PIB. Lograr ese objetivo permitiría recortar algunas tasas impositivas muy altas que, lejos de aumentar las recaudaciones, provocan su descenso. 

En conclusión, la política fiscal debe ser más productiva, crear oportunidades de empleo y fomentar el crecimiento económico indispensable para mejorar las condiciones de vida de todos, respetando al mismo tiempo la restricción presupuestaria y la sostenibilidad de la deuda pública. 

Jugando con candela monetaria

[Escrito el 18 de julio de 2025]

El presidente Trump quiere que la tasa de interés de referencia de la Reserva Federal se reduzca a un 1.75%. Esto significa una disminución de 275 puntos básicos con relación al límite superior del rango actual que va de 4.25% al 4.5%. El mercado prevé que hasta septiembre no habrá cambio alguno en dicha tasa y que luego, en el mejor de los casos, se llevarán a cabo dos recortes de 25 puntos básicos en lo que queda de año. 

Cabe recordar que la tasa de inflación a junio, medida por la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC), fue de un 2.7%. Esto implica que la tasa de interés de referencia que quiere alcanzar Trump equivale a una tasa de interés real de casi un -1%. 

Ese resultado es jugar con candela monetaria.  Las consecuencias sobre la tasa de inflación serían dramáticas, pues se crearían las condiciones para que los precios suban de manera acelerada empujados por los mayores costos arancelarios. Sería una desagradable sorpresa que alguno de los economistas sólidos que están al lado de Trump apoyen ese nivel de tasa de interés. 

Kevin Warsh, uno de los candidatos a ocupar la presidencia de la Reserva Federal, declaró recientemente que piensa que se mantendrá la independencia de esa institución, incluso en la administración de Trump. Según Warsh, que es considerado un halcón monetario, “la conducta independiente de la política monetaria es esencial.” Ojalá que pueda mantener esa posición si es nominado por Trump como presidente del banco central más importante del mundo.  

Trump quiere sacar a Powell, como sea

[Escrito el 17 de julio de 2025]

El presidente Donald Trump niega que esté considerando despedir a Jerome Powell de la Reserva Federal. Sin embargo, lo que se observa es un cambio de estrategia para alcanzar el mismo objetivo, que Powell abandone su cargo como presidente del banco central antes de mayo de 2026. 

El nuevo ataque de Trump se realiza a través de las críticas de su administración a los gastos incurridos en la remodelación de tres edificios de la Reserva Federal localizados en Washington, D.C. La nueva estrategia consiste en humillar y destruir la credibilidad de Powell como gerente, argumentando que ha despilfarrado recursos en dicho proceso de remodelación y que, por tanto, no debe continuar en la dirección de esa poderosa institución monetaria. 

El presupuesto original del proyecto que comenzó hace unos años ascendía a 1.9 miles de millones de dólares. En la actualidad la suma comprometida en las obras asciende a 2.5 miles de millones de dólares, equivalente a un 32% por encima de lo presupuestado. El incremento de costos de la construcción se explica por diversos motivos: cambios en el diseño original; aumento en el precio del acero, cemento y otros materiales más allá de lo previsto; remoción de una mayor cantidad de amianto de lo estimado; retiro no proyectado de contaminantes del suelo; y la solución de problemas relacionados con una capa de agua más alta de lo esperado. 

El cambio de estrategia de Trump se explica porque bajo la ley actual no puede despedir a Powell. Pero si logra que este renuncie, nombraría a un sustituto que esté dispuesto a reducir lo antes posible la tasa de interés de referencia entre 250 y 300 puntos básicos con el fin de reducir el costo del servicio de la deuda pública y estimular el ritmo de crecimiento económico. 

El mercado financiero le otorga un significativo valor a la independencia de la Reserva Federal. El escalamiento de la lucha de Trump contra la presencia de Powell pudiera debilitar la credibilidad de esa institución, evento que sería muy perjudicial para la economía global. 

miércoles, 16 de julio de 2025

Hacia una política fiscal productiva (Resumen)

[Escrito el 16 de julio de 2025. Día del gran Sasito.]

Al contribuyente le interesa, o al menos debería interesarle, que cada peso que pague de impuestos sea utilizado de una manera que estimule el crecimiento económico y cree oportunidades para mejorar sostenidamente las condiciones de vida de la población. 

Luca Fornaro y Martin Wolf, profesores de Economía de la Universidad Pompeu Fabra y de la Universidad de St. Gallen, respectivamente, publicaron recientemente un ensayo muy interesante sobre la conexión entre el crecimiento de la productividad, la política fiscal y la deuda pública. 

Según dichos autores, un elevado superávit fiscal primario se asocia con distorsiones fiscales -como son altos impuestos y baja inversión pública- que deprimen la inversión privada y reducen la productividad, lo que presiona al alza la razón deuda a producto interno bruto (PIB). Por eso recomiendan la adopción de intervenciones de política fiscal que sean favorables al crecimiento económico y mejoren la sostenibilidad de la deuda pública. 

En la República Dominicana se percibe ese estado de estancamiento fiscal. La inversión pública se ha reducido significativamente hasta situarse en el entorno del 2.2% del PIB. Esa contracción de la inversión gubernamental se ha llevado a cabo para mantener el déficit público alrededor de un 3% del PIB y el superávit primario en un 0.7% del producto. Ese comportamiento fiscal de “austeridad autodestructiva” limita el crecimiento del PIB, que acumulado a mayo apenas llegó a una tasa anual de un 2.6%; es decir, a la mitad del ritmo potencial.  

El nombramiento de Magín Díaz en el ministerio de Hacienda crea la oportunidad para que los recursos públicos se orienten, de una manera consistente temporalmente, hacia actividades productivas con un multiplicador más elevado y así el gasto público pueda mejorar su impacto positivo sobre el crecimiento del PIB y el bienestar de la sociedad dominicana. 

La inflación estadounidense se calienta

[Escrito el 15 de julio de 2025] 

Los aranceles de Trump empujaron hacia arriba la variación de los precios. A junio, la inflación interanual subió a un 2.7%, 0.4 puntos porcentuales por encima de la registrada al mes anterior. Se observa que esa variable sigue alejándose de la meta del 2% de la Reserva Federal. 

La inflación subyacente, la que excluye los precios de los alimentos y de los combustibles, también subió y se situó en junio en un 2.9%. 

A pesar de esos movimientos al alza, el presidente Trump escribió en la red social Truth que la tasa de interés de política monetaria debe ser reducida “ahora.” Ese tipo de actitud permite pensar que los ataques a Jerome Powell, la cabeza del banco central, se intensificarán en las próximas semanas, lo que elevará la volatilidad de las variables macroeconómicas. 

Ante ese pronóstico, algunas voces de mucho peso en el mercado financiero han defendido a la Reserva Federal. Jamie Dimon, presidente de JPMorgan, advirtió que la independencia de esa institución es “crítica” para la economía. 

Actualmente, el mercado da como un evento casi cierto que en la reunión de la Reserva Federal a celebrarse el 30 de julio, la tasa de interés de referencia se quede dentro del rango que va del 4.25% al 4.5%. Así que será en la reunión de septiembre cuando se lleve a cabo un ajuste a la baja de 25 puntos básicos. Mientras tanto, la tasa de rendimiento de los bonos a 30 años volvió a superar la barrera del 5%, lo que implica que se prevé que las tasas de interés de diversos instrumentos financieros se mantengan altas por más tiempo. 

Para la República Dominicana la subida de las tasas de interés en Estados Unidos es una mala noticia, pues limita el margen de maniobra del Banco Central e incrementa el costo del financiamiento del déficit público.  

Las epístolas de Trump

[Frente al Statu Quo. Publicado en Diario Libre el 14 de julio de 2025.]

La economía estadounidense es extraordinaria. Pese al elevado grado de incertidumbre generado por la errática política arancelaria de Trump y sus duras críticas a la Reserva Federal, la tasa de desocupación en junio es de un 4.1%, la inflación interanual se sitúa en un 2.4% y se proyecta que el producto interno bruto (PIB), en lugar de caer en recesión, crezca un 1.4% en 2025. Asimismo, el índice S&P 500, que se desplomó justo después del anuncio de los aranceles recíprocos el 2 de abril, ha subido un 10.4% desde el llamado “Día de la Liberación”. 

Las expectativas de alcanzar acuerdos comerciales con gravámenes reducidos, así como el respeto a la independencia de la Reserva Federal, constituyen la principal causa del buen desempeño de la economía de Estados Unidos. No obstante, dichas expectativas podrían cambiar en perjuicio de la estabilidad económica si se debilita la institucionalidad del banco central y se acentúa el traslado de los costos de bienes importados a los precios finales, con la consiguiente influencia negativa en las decisiones de consumo e inversión de los agentes económicos. 

La semana pasada se publicaron varias noticias que afectarán profundamente las expectativas económicas. Por un lado, Trump notificó por carta a un grupo de países el nuevo arancel recíproco que le impondrá a partir del primer día de agosto. Hasta el momento se han enviado más de 22 misivas, entre las que destacan las destinadas a Japón, Corea del Sur, Brasil y Canadá. Por otro lado, las críticas contra Jerome Powell se han intensificado hasta el punto de que se prevé una acusación relacionada con una supuesta mala gestión de fondos públicos en la remodelación de las oficinas principales del banco central. 

A Japón se le comunicó la imposición de un arancel generalizado del 25%. Trump sostiene que, en caso de que el país asiático responda con un impuesto a las importaciones provenientes de Estados Unidos, a la tasa que Japón establezca se le sumarán 25 puntos adicionales. Asimismo, si recurre a la práctica de direccionar el flujo comercial hacia un país con un arancel más bajo para reexportar desde allí hacia el territorio estadounidense, se aplicará también a esos productos la tarifa del 25%. 

Corea del Sur enfrentará un gravamen de un 25%. Ante esa noticia, las autoridades coreanas anunciaron la intención de acelerar las negociaciones con los representantes estadounidenses, con el fin de acordar una tasa inferior antes del primero de agosto. 

El contenido de la carta enviada a Brasil fue mucho más duro. En primer lugar, la epístola comienza con la acusación al gobierno brasileño de que está llevando a cabo una “caza de brujas” contra el expresidente Jair Bolsonaro, a quien Trump considera un buen amigo. En segundo lugar, se impone a Brasil un arancel recíproco de un 50%, con el falso argumento de que Estados Unidos mantiene un déficit comercial con el país latinoamericano. Dicha tasa arancelaria contrasta con la del 10% anunciada el pasado 2 de abril, que es el nivel base aplicado a los países con los cuales Estados Unidos tiene un superávit. 

El presidente Lula da Silva declaró que no aceptará presiones externas y que tomará represalias contra Estados Unidos. Esa reacción afectaría negativamente a los brasileños por dos vías. Por un lado, si se imponen aranceles a las importaciones de origen estadounidense, se incrementarían los precios de los productos importados y nacionales, lo que disminuiría el bienestar de los consumidores. Por otro lado, la carta de Trump advierte que, en el caso de que el gobierno brasileño aprobase un aumento de los aranceles, Estados Unidos aplicaría 50 puntos por encima a la tasa impuesta por Brasil. Esa escalada arancelaria encarecería aún más los productos brasileños, que serían desplazados por otros bienes provenientes de países cuyas exportaciones estén gravadas con tributos más bajos.  

El jueves pasado, el presidente Trump anunció que establecería un arancel del 35% sobre las importaciones procedentes de Canadá que no cumplan con el acuerdo de libre comercio entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). En respuesta a ese comunicado, el primer ministro de Canadá, Mark Carney, afirmó que su país tratará de llegar a un acuerdo con la Casa Blanca lo antes posible.  

Por otra parte, a la Unión Europea y a México se les aplicará un arancel de un 30%, según publicó Trump el sábado en la red social Truth.  De los europeos espera que no adopten ninguna represalia y que abran completamente su mercado a los productos estadounidenses. Mientras, a sus socios mexicanos les exige que intensifiquen su lucha contra el narcotráfico. 

Es muy probable que a muchos de los países que aún no han recibido carta alguna se les imponga un arancel de entre un 15% y un 20%. La República Dominicana se encontraría dentro de ese grupo, lo que implicaría un aumento adicional de, al menos, cinco puntos porcentuales respecto a la tasa del 10% anunciada el 2 de abril. En función de los argumentos empleados por Trump para establecer los aranceles recíprocos, no se justifica que se graven las exportaciones dominicanas, ya que el país tiene un déficit comercial anual respecto a Estados Unidos superior a los 5 mil millones de dólares.  

Frente a esa nueva tormenta arancelaria, resulta lógico que la Reserva Federal refuerce su postura de “esperar y ver” el impacto sobre la tasa de inflación. Las actas de la reunión de política monetaria de junio y las expectativas del mercado sugieren que, como mínimo hasta septiembre, no habrá una reducción de la tasa de interés de referencia. Esa previsión se aleja de la exigencia de la Casa Blanca, que presentó hace unos días un listado con tasas de interés de los principales bancos centrales mucho menores que la vigente en Estados Unidos. En ese documento, Trump escribió que la tasa de referencia debería bajar a un 1.75%, cifra que implica una reducción de 250 puntos básicos con relación al límite inferior del rango actual. Dado que ese ajuste no ocurrirá, es muy probable que se intensifiquen los ataques contra Powell, lo que elevará la volatilidad económica en las próximas semanas. 

Coordinación óptima

[Frente al Statu Quo. Publicado en Diario Libre el 7 de julio de 2025.]

Organizaciones internacionales han indicado que la incertidumbre generada por la política económica estadounidense ejerce una presión a la baja en el crecimiento económico global. El Gobierno dominicano, en su Panorama Macroeconómico más reciente, pronostica que el producto interno bruto (PIB) se expandirá alrededor del 3.5% en 2025, muy por debajo del crecimiento potencial del 5%. Para alcanzar esa proyección se necesitaría una coordinación óptima entre las políticas monetaria y fiscal, que se traduzca en, al menos, un crecimiento promedio de un 4.1% entre junio y diciembre de este año.   

En junio pasado, el Banco Central volvió a implementar medidas monetarias expansivas no convencionales, mediante un paquete orientado a incrementar la liquidez en 81 mil millones de pesos para la concesión de préstamos a tasas de interés subsidiadas no mayores al 9% anual con un vencimiento de dos años. El objetivo de esa decisión es reducir la tasa de interés de mercado con el fin de estimular la inversión y el consumo y, con ello, acelerar el ritmo de crecimiento económico. 

Entre enero y mayo de 2025, la tasa de interés activa promedio ponderado, a la que prestan los bancos al sector privado, fue de un 15.11%, nivel que se mantuvo hasta que se anunció el 16 de junio la nueva inyección de liquidez. En los primeros días de julio, el promedio de la tasa de interés activa bajó hasta el 13.70%, lo cual evidencia que se han estado otorgando préstamos a la tasa de interés subsidiada por el Banco Central. 

La experiencia de las tres inyecciones de liquidez anteriores (marzo 2020, mayo 2023 y noviembre de 2024) permite pronosticar que el ajuste a la baja de la tasa de interés activa será transitorio. La expansión de liquidez aprobada en mayo de 2023 redujo en 348 puntos básicos la tasa, que pasó de 15.89% en mayo a 12.41% en junio de ese año. No obstante, en agosto había repuntado hasta un 14.31% y en febrero de 2024 alcanzó un 15.18%. En noviembre de 2024, cuando se aprobó un nuevo incremento de la oferta monetaria, la tasa de interés activa superaba el 16% y, tras reducirse al 15.05% en diciembre, se situó en 15.84% durante los primeros cinco días de junio. Esa trayectoria confirma que el recorte de la tasa de interés logrado por la política monetaria actual tiene una duración muy breve.

Las operaciones de arbitraje limitan la efectividad del mecanismo de transmisión monetaria. Durante la primera semana de junio, los títulos del Banco Central con vencimiento a 2027 se cotizaban con una extraordinaria tasa de rendimiento de un 13.25%, muy superior a la la tasa de interés pasiva promedio ponderado durante ese período. Los agentes económicos más avispados aprovecharon esa situación para tomar un préstamo al 15% y comprar esos títulos del Banco Central. Más tarde, cuando se aprobó la inyección de liquidez a mediados de junio, consiguieron un préstamo al 9% y saldaron la deuda que habían firmado al 15%. Esa operación de arbitraje -tomar un préstamo barato e invertir en un activo financiero con mayor rendimiento- permite obtener un beneficio anual de 4 puntos porcentuales. 

El Ministerio de Hacienda también se benefició de la postura monetaria expansiva. El primero de julio dicha institución subastó títulos de deuda con vencimiento a 13 años por la suma de 20 mil millones de pesos, a una tasa de rendimiento de un 9.99%, equivalente a un 11.1% antes de impuestos. Si se compara con la tasa de rendimiento de un 13.25%, a la que se cotizaban días antes los títulos del Banco Central a dos años, se observa que Hacienda se ahorró un costo financiero significativo, pues se endeudó a una tasa inferior. 

La deuda de Hacienda fue adquirida por grandes agentes económicos con vocación de arbitraje. Según informaciones de la pantalla Bloomberg, 61 clientes adquirieron los títulos subastados por la suma de 20 mil millones de pesos para un promedio de 328 millones de pesos. Hay que destacar que esos grandes inversionistas pudieron realizar una operación de arbitraje al obtener financiamiento al 9% originado por la liquidez liberada por el Banco Central y colocar ese dinero en títulos de Hacienda a una tasa de rendimiento del 11.1% antes de impuestos. 

Las operaciones de arbitraje y la emisión de títulos por parte de Hacienda reducen el efecto positivo que se busca con la política monetaria expansiva. Arbitraje significa ganar dinero por nada; su impacto, en el mejor de los casos, resulta limitado en términos de creación de inversión o consumo. Asimismo, la reciente emisión de Hacienda por un monto de 20 mil millones de pesos se destinará en gran medida a financiar gastos corrientes, cuyo multiplicador sobre la economía es inferior al de la inversión, tanto pública como privada. El resultado provocado por el arbitraje y el financiamiento del déficit público con liquidez liberada por el Banco Central es el debilitamiento del mecanismo de transmisión de la política monetaria hacia el PIB.

En cuanto a la coordinación entre ambas instituciones, cabe formular algunas preguntas: ¿el Banco Central aumentó la oferta de dinero porque sabía que Hacienda necesitaba recursos para financiar el déficit público y que iba a salir al mercado a colocar nueva deuda, lo que habría elevado todavía más las tasas de interés? O, por el contrario, ¿Hacienda aprovechó la información de que se realizaría una inyección de liquidez para colocar deuda justo después a una tasa de interés inferior y ahorrarse una cantidad significativa de recursos durante los próximos años? 

Se desconocen las respuestas, pero es posible afirmar que la coordinación entre el organismo emisor y el Ministerio de Hacienda resultó subóptima. En los próximos meses, la tasa de interés de mercado se colocará en un nivel superior al que se habría registrado si Hacienda no hubiese emitido en el mercado local esa nueva deuda pública a inicios de julio. Una tasa de interés más elevada a la requerida contrae el ritmo de crecimiento económico y reduce el nivel de bienestar de la sociedad y, en consecuencia, limita el impacto positivo que se pretendía conseguir con la inyección de liquidez. 

Un amigo en la Reserva Federal

[Frente al Statu Quo. Publicado en Diario Libre el 30 de junio de 2025.]

Arthur F. Burns, profesor de Economía de la Universidad de Columbia, asumió la presidencia de la Reserva Federal en febrero de 1970. Para ese entonces, Richard Nixon ocupaba la Casa Blanca, la economía estaba en recesión y la tasa de desempleo subió de forma acelerada del 3.5% en diciembre de 1969 a un 6.1% en diciembre de 1970. En paralelo a una política fiscal expansiva, Burns implementó una política monetaria zigzagueante, cuyo movimiento expansivo reactivó la economía y redujo la desocupación a un 5.3% justo antes de las elecciones presidenciales de noviembre de 1972, lo cual contribuyó a la reelección de Nixon. 

La estrategia monetaria de Burns resultó costosa. El 15 de agosto de 1971, Estados Unidos decidió de forma unilateral suspender la convertibilidad del dólar en oro, una medida que eliminó las restricciones monetarias establecidas por un tipo de cambio fijo, incrementó la volatilidad cambiaria y generó incertidumbre macroeconómica a nivel global. A pesar de los controles de precios aplicados entre agosto de 1971 y febrero de 1974, la tasa de inflación se multiplicó por más de tres durante ese período, impulsada por el choque de oferta negativo derivado del alza de los precios internacionales del petróleo a finales de 1973. Para enfrentar el proceso inflacionario, la Reserva Federal incrementó la tasa de interés de referencia del 5.1% en noviembre de 1972 al 10.8% en septiembre de 1973. 

La economía volvió a caer en recesión en diciembre de 1973, y la tasa de desocupación subió hasta alcanzar el 9% en mayo de 1975. Durante esos años, el zigzagueo de Burns se intensificó: con el fin de estimular el crecimiento económico bajó la tasa de interés de referencia hasta el 9% en febrero de 1974, pero a partir de ese nivel comenzó a subirla hasta llevarla al 12.9% en julio de 1974. La inflación interanual alcanzó el 11% y el término “estanflación” se convirtió en una palabra habitual. 

En medio de esa crisis económica y del escándalo Watergate, Nixon renunció a la presidencia el 9 de agosto de 1974. Burns permaneció en su cargo hasta el 31 de enero de 1978 y concluyó su mandato al frente de la Reserva con una marcada volatilidad monetaria, reflejada en el salto de la tasa de crecimiento interanual de la oferta de dinero, que pasó del 5.4% en enero de 1975 al 13.8% en febrero de 1976. 

En la actualidad, Donald Trump protagoniza un enfrentamiento con el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell. En un primer momento, anunció que lo destituiría, posteriormente se retractó y declaró que lo mantendría en su cargo hasta el final de su mandato en mayo de 2026. 

El responsable de la política monetaria de Estados Unidos continúa su estrategia de “esperar y ver” nuevos datos económicos antes de reducir la tasa de interés de referencia. La Reserva Federal está enfocada en prevenir que el aumento de precios provocado por la política arancelaria de Trump se traduzca en un problema de inflación persistente. Mientras tanto, la paciencia del mandatario se agota. La semana pasada calificó de “imbécil” a Powell e insistió que debía recortar la tasa de interés de inmediato y subirla más adelante si la inflación se incrementa. Esa postura equivale a promover una política monetaria inconsistente y zigzagueante, al estilo de Burns. 

El presidente Trump insinuó que podría anunciar en cualquier momento al sustituto de Jerome Powell. Ante esa declaración, la reacción del dólar fue a la baja, lo que llevó a la Casa Blanca a matizar que la decisión de nominar al próximo jefe de la Reserva Federal no era inmediata, aunque “el presidente tiene el derecho a cambiar de idea.” 

El mercado interpreta que adelantar once meses la nominación podría debilitar el mandato de Powell. Tener un “gobernador en la sombra” que sea partidario de reducir la tasa de interés de referencia, tal como Trump desea que ocurra en breve para reducir el costo del financiamiento del déficit público y estimular la economía, seguiría debilitando la posición del dólar respecto a otras monedas. 

Entre los candidatos a suceder a Powell se encuentra Kevin Warsh, exgobernador de la Reserva Federal y director del Consejo Económico Nacional. Warsh es considerado un “halcón monetario,” que prioriza la estabilidad de precios por encima del pleno empleo. Randal Quarles, exvicepresidente de supervisión de la Reserva Federal, es otro nombre que inspira confianza a Trump.  

El secretario del Tesoro, Scott Bessent, fiel aliado de Trump y dispuesto a seguir sus directrices, también figura en la lista de candidatos. Aunque no posee experiencia en política monetaria, cuenta a su favor con una trayectoria exitosa en el sector financiero, en particular, como administrador de fondos de cobertura. 

Christopher Waller, actual gobernador de la Reserva Federal, ha ganado terreno por haber sido el primer funcionario del banco central estadounidense en decir lo que quiere oír el presidente Trump. Específicamente, afirmó que la tasa de interés se puede reducir en la próxima reunión de julio, ya que el efecto de los aranceles sobre los precios no será significativo. Michelle Bowman, miembro de la Junta de Gobernadores de la Reserva Federal, también declaró hace unos días que las condiciones económicas actuales permitirían reducir la tasa de interés de referencia. El expresidente del Banco Mundial, David Malpass, quien comparte la opinión de los dos candidatos anteriores sobre la tasa de interés, podría ser el seleccionado. 

La evidencia histórica ha demostrado que lo mejor para Estados Unidos y, por extensión, para el resto del mundo es que la dirección de su banco central la lidere un equipo que priorice el objetivo de mantener la estabilidad macroeconómica, a través de la adopción de medidas monetarias consistentes a lo largo del tiempo. Nombrar funcionarios dispuestos a ejecutar una política monetaria distinta, con el objetivo de ganarse el beneplácito de la Casa Blanca, sería el primer paso hacia la deriva. A pesar de ello, Trump quiere, al igual que tuvo Richard Nixon, un “amigo” en la Reserva Federal que le ayude a estimular el ritmo de crecimiento económico y a mantener la tasa de desocupación alrededor del pleno empleo. 

jueves, 26 de junio de 2025

La crisis haitiana sigue agravándose

[Escrito el 27 de junio de 2025] 

La crisis que afecta a Haití, el país más pobre del hemisferio occidental, es el principal problema de la República Dominicana. La decisión del presidente Luis Abinader de reunirse periódicamente con los expresidentes Leonel Fernández, Hipólito Mejía y Danilo Medina para tratar esa crisis y definir una estrategia conjunta, libre de los colores políticos, es correcta. 

El deterioro económico, social y político de Haití se ha acentuado y el control de las bandas es cada vez mayor. Recientemente, William Ruto, presidente de Kenia, advirtió que la comunidad internacional no ha cumplido con los compromisos financieros asumidos y, por ello, podría reconsiderar su presencia militar en Haití. Su salida de ese territorio significaría un aumento del control de las bandas y el empeoramiento de las condiciones de vida de la población. 

La actividad económica ha seguido deteriorándose y los precios subiendo, un resultado que es el peor de los mundos. El empleo es escaso y, obviamente, muy mal remunerado. La población es acosada, violada y asesinada por los delincuentes miembros de las bandas. El gobierno no tiene capacidad para controlar la situación, ya que poco queda del fallido Estado haitiano. 

Ante el apriete de la política migratoria de Trump, emigrar al territorio dominicano es la única vía de escape de los haitianos. La frontera, con sus numerosos vasos comunicantes, es muy porosa y explosiva. Porosa, por la facilidad con la cual los haitianos pueden penetrar a territorio dominicano. Explosiva, porque la presencia de delincuentes o de inmigrantes haitianos insatisfechos con su posible deportación puede provocar enfrentamientos con la policía nacional y las fuerzas armadas en cualquier momento. 

No cabe duda de que la crisis haitiana atenta contra la estabilidad de la República Dominicana. Es altamente preocupante que la comunidad internacional se haya lavado las manos y dejado ese grave problema únicamente sobre las espaldas de los dominicanos. Ante esa realidad, la mejor estrategia es la unidad nacional. 

Sube el crecimiento del PIB

[Escrito el 26 de junio de 2025] 

La economía dominicana mejoró ligeramente su desempeño al expandirse en términos interanuales un 3.1% en mayo pasado. Ese resultado elevó del 2.5% al 2.6% la tasa de crecimiento promedio, en este caso, en los primeros cinco meses del año. 

De todas las actividades económicas, solo la variación de la actividad servicios financieros se encuentra por encima del ritmo potencial del 5%, al arrojar un 8.2% acumulado a mayo. Le sigue el sector agropecuario con una variación de 4.9% y transporte y almacenamiento con un 4.6%. 

La actividad construcción, la más importante en la economía dominicana, mantiene una contracción de -1.5%. La manufactura apenas crece un 1.7% y el comercio un razonable 3.7%. 

Hoteles, bares y restaurantes, que refleja el importantísimo sector turismo, se expande solo en un 2.6%. Esa variación contrasta con el promedio de casi un 10% alcanzado en 2023 y 2024. 

En base a ese comportamiento de las actividades productivas, se puede proyectar que la tasa de crecimiento del producto interno bruto en 2025 se colocará en el rango entre el 2.5% y el 3%. En el mejor de los casos, podría quedar alrededor del límite superior, es decir, del 3%. Para eso la economía tendría que crecer a un ritmo promedio de, por lo menos, un 3.2% entre junio y diciembre de este año. 

Cabe destacar que, tal como había pronosticado, esa variación de la actividad económica está por debajo del ritmo de crecimiento potencial. Incluso es inferior a las proyecciones del Banco Central y del Gobierno dominicano que arrancaron el año en el 4.5%, luego bajaron al rango que va del 4% al 4.5%, después al rango del 3.5% al 4% y la proyección más reciente se situó en 3.5%. Estoy seguro de que las autoridades nacionales, al igual que el Fondo Monetario Internacional, seguirán corrigiendo a la baja en los próximos meses. 

La Reserva sigue firme

[Escrito el 25 de junio de 2025]

Jerome Powell mantiene su estrategia monetaria de “esperar y ver.”  En una reciente comparecencia en el Congreso de Estados Unidos, el presidente de la Reserva Federal indicó que esa institución está enfocada en prevenir que el aumento de precios provocado por la política arancelaria de Trump se traduzca en un problema de inflación persistente. 

Respecto a las condiciones del mercado laboral, Powell declaró que este se mantiene sólido al igual que la economía. Con una tasa de desocupación de un 4.2%, cercana al nivel considerado como pleno empleo, no hay prisa en reducir la tasa de interés. 

Las palabras de Powell sugieren que en la próxima reunión de política monetaria a celebrarse el 30 de julio se mantendrá inalterada la tasa de interés de referencia en el rango que va del 4.25% al 4.5%. El mercado prevé, con una probabilidad de un 81%, que no haya una reducción de la tasa de referencia hasta septiembre, a pesar de que algunos miembros de la Reserva Federal seleccionados por Trump tienen una posición distinta. 

Christopher Waller y Michelle Bowman sostienen que el efecto del aumento arancelario sobre los precios será modesto. Por ello, ambos están dispuestos a apoyar la reducción de la tasa de interés en la reunión de julio y cumplir así el deseo de Trump. 

Ante el surgimiento de disidencias a lo interno de la Reserva Federal, las críticas del presidente estadounidense a Powell se han agravado. Hace unos días le llamó imbécil e insistió en que este debería recortar la tasa de interés ahora y subirla más adelante si la inflación se incrementa. Esa estrategia implicaría la ejecución de una política monetaria inconsistente y zigzagueante, lo cual impactaría negativamente sobre la credibilidad de la Reserva Federal. 

lunes, 23 de junio de 2025

Cambio de régimen

[Frente al Statu Quo. Publicado en Diario Libre el 23 de junio de 2025.]

Después de la pandemia del covid-19, en la República Dominicana se observa un cambio de régimen de política monetaria. La tasa de interés de referencia ha dejado de ser el principal instrumento de política y se ha sustituido por la inyección directa de liquidez a tasas de interés subsidiadas e intervenciones cambiarias periódicas. Dicha tasa de referencia ha perdido su influencia sobre las tasas de interés de mercado, lo que implica incapacidad de señalar a los agentes económicos cuál es la verdadera postura de política monetaria. 

Entre enero de 2012 y febrero de 2020 se aplicó un esquema de metas de inflación basado en reglas claras y transparentes, cuyos instrumentos fueron utilizados, en general, de forma consistente. Ese enfoque de política monetaria, a través de los ajustes de la tasa de interés de referencia y una gestión de la liquidez coherente con la misma, facilitó la estabilidad de precios, mantuvo el anclaje de las expectativas de inflación, amortiguó las perturbaciones externas e internas, redujo la volatilidad de las principales variables económicas y aumentó la predictibilidad necesaria para alcanzar un entorno favorable al crecimiento económico sostenido.

A partir de marzo de 2020, las autoridades han estado operando bajo un régimen de política monetaria excesivamente discrecional. En ese nuevo marco se adoptan medidas monetarias no convencionales basadas en datos de muy corto plazo, lo que amplifica la volatilidad derivada de las perturbaciones económicas, distorsiona el proceso de asignación de los recursos productivos y reduce el ritmo de crecimiento económico. Hay casos de comunicados de política que presentan mensajes contradictorios, ya que, por un lado, muestran la existencia de una postura monetaria flexible y, por otro, sugieren la necesidad de una postura más restrictiva. Las autoridades deben recordar que, para evitar sorpresas y desviaciones excesivas de las metas, es necesario que el contenido de las declaraciones y escritos refleje de forma adecuada la dirección de las acciones de política que se ejecutan. 

En el nuevo régimen de política monetaria se implementaron tres inyecciones de liquidez a tasas de interés subsidiadas. En marzo de 2020, mayo de 2023 y noviembre de 2024 se aprobaron medidas para aumentar el financiamiento a tasas de interés no superiores al 9% anual por un monto acumulado que supera los 450 mil millones de pesos. Esa política monetaria no convencional se aprobó al principio con el objetivo de amortiguar los efectos negativos de la pandemia y, posteriormente, para acelerar el ritmo de crecimiento económico, en particular, el de la actividad de la construcción. 

En junio de 2025, se autorizó una cuarta inyección de liquidez por la suma de 81 mil millones de pesos. Esa decisión revela que, además de zigzagueante, la política monetaria actual resulta inconsistente con la postura restrictiva adoptada en abril y mayo, cuando el Banco Central colocó títulos valores a tasas de rendimiento de un 12.25% con el fin de reducir la tasa de cambio promedio de 63.09 pesos a 59.15 pesos por dólar entre marzo y mayo. Vista la experiencia de los tres casos anteriores, es muy probable que la nueva inyección de liquidez aumente la tasa de cambio, lo que llevaría a las autoridades a intervenir de nuevo en el mercado mediante la venta de reservas internacionales y el incremento de la tasa de interés.

La modificación de régimen ha elevado la volatilidad de los instrumentos de política monetaria y, en consecuencia, de las principales variables macroeconómicas. La variación interanual de la oferta monetaria (M1) ha registrado una volatilidad que duplica la observada durante el régimen de metas de inflación. Esa inestabilidad de los agregados monetarios se ha reflejado en un incremento de la volatilidad de las tasas de interés (activa, pasiva e interbancaria) que ha multiplicado por tres la registrada antes de la pandemia, con efectos adversos sobre la inversión privada. 

La incertidumbre cambiaria también se ha intensificado durante el nuevo marco de política. La volatilidad de la variación mensual de la tasa de cambio es 4.6 veces superior a la registrada antes de la pandemia. Asimismo, el promedio del margen cambiario (la diferencia entre la tasa de cambio de venta y la de compra) se ha triplicado en el período discrecional, y su volatilidad en la actualidad multiplica por cinco la observada en el período anterior. 

El impacto positivo de la política de tasas de interés subsidiadas ha sido limitado. La heterogeneidad de los agentes económicos, entre los cuales hay quienes operan con información parcial, mientras otros disponen de mucha información sobre las decisiones del Banco Central, provoca resultados subóptimos y efectos adversos sobre la distribución de los ingresos. De esto se desprende que aquellos con capacidad de obtener grandes financiamientos a tasas de interés subsidiadas logran aumentar el retorno de sus inversiones, ya sea mediante la adquisición de activos reales o a través de operaciones de arbitraje. 

El nuevo régimen de política ha debilitado la efectividad del impulso monetario sobre la actividad productiva. Los agentes económicos conocen el comportamiento de las autoridades bajo el esquema discrecional y posponen sus inversiones hasta que se implementen las medidas transitorias de aumento de liquidez a tasas subsidiadas. En ese contexto, resulta fundamental que el Banco Central garantice que el financiamiento alcance al mayor número posible de inversionistas y consumidores. Dicha garantía eliminaría la sensación de que las inyecciones de liquidez benefician principalmente a los grandes clientes. 

Cuando se revierten los efectos de esas medidas, por ejemplo, interviniendo en el mercado cambiario mediante la venta de reservas internacionales o extrayendo el exceso de liquidez a través de la colocación de títulos valores del Banco Central, la tasa de interés de mercado sube y eso perjudica a los deudores que no se beneficiaron del financiamiento a una tasa de interés subsidiada. 

En definitiva, la experiencia demuestra que incluso los mejores hacedores de política económica cometen errores cuando abusan de la discrecionalidad. Los cambios frecuentes de la orientación de los instrumentos monetarios sin una estrategia clara y consistente generan incertidumbre en los mercados y debilitan la confianza de los inversionistas, con los consiguientes efectos negativos sobre el crecimiento económico y el bienestar de la sociedad. 

miércoles, 18 de junio de 2025

Corrigiendo a la baja

[Escrito el 17 de junio de 2025]

El Gobierno dominicano y el Banco Central han vuelto a reducir la tasa de crecimiento del producto interno bruto (PIB) proyectada para este año. Según el Panorama macroeconómico, publicado recientemente por el Ministerio de Economía, el país solo crecerá un 3.5%, muy por debajo del ritmo potencial de un 5%. 

Dado el comportamiento del PIB en los primeros cuatro meses del año, período en el cual se registró un crecimiento de un 2.5%, la actividad productiva tendría que expandirse a una tasa promedio de un 4% entre mayo y diciembre para que la economía alcance la nueva proyección del gobierno. La probabilidad de que eso ocurra es muy baja. 

Milton Friedman, profesor de Economía de la Universidad de Chicago, demostró que la política monetaria tiene un efecto rezagado y variable. De esto se desprende que los 81 mil millones de incremento de liquidez que aprobó recientemente la Junta Monetaria no tendrá un efecto inmediato sobre la inversión, el consumo y la actividad económica. 

En mayo de 2023, el Banco Central puso en marcha un programa de inyección de casi 200 mil millones de pesos y el PIB se expandió en un 2.4% entre junio y diciembre de 2023. Fue a partir del primer trimestre de 2024 que la economía creció a una tasa promedio superior a un 4%. En consecuencia, lo más probable es que en los próximos meses el PIB se incremente a un ritmo entre un 3% y un 3.2%, lo que llevaría la tasa de crecimiento anual al entorno del 3%.  Así las cosas, las autoridades volverán a corregir su proyección a la baja. 

¿Caerán las columnas de Hércules?

[Frente al Statu Quo. Publicado en Diario Libre el 16 de junio de 2025.]

El dólar español, también conocido como el real de a ocho, fue la moneda más utilizada e importante del mundo durante el siglo XVI. La moneda del imperio “donde no se ponía el sol” tenía acuñado en su reverso el escudo de la corona española, con las columnas de Hércules a los lados rodeadas por una cinta con la inscripción “Plus Ultra.” De ahí surge el símbolo del dólar más conocido en la actualidad, el estadounidense. 

Desde la Segunda Guerra Mundial, el dólar ha sido la moneda dominante. La magnitud de la economía de Estados Unidos, la disponibilidad de oro en las bóvedas de la Reserva Federal, la extraordinaria profundidad y liquidez de su mercado financiero y el desplome del imperio británico facilitaron que el dólar se convirtiese en la divisa de preferencia. En la actualidad, la mayor parte de las reservas internacionales de los bancos centrales se denomina en dólares, y es la moneda más utilizada en las transacciones financieras y comerciales en todo el mundo. 

A pesar de su preeminencia, que brinda inmensos beneficios a Estados Unidos, el dólar muestra signos de debilitamiento. En agosto de 1971, Richard Nixon puso fin al sistema de Bretton Woods, cuando suspendió la convertibilidad del dólar en oro a una tasa de cambio fija, lo cual generó incertidumbre y mayor volatilidad cambiaria. Desde entonces, el valor del dólar depende del nivel de confianza en la economía estadounidense. Por ese motivo, las perturbaciones derivadas de la política arancelaria y fiscal de Donald Trump, junto con el vertiginoso incremento de los riesgos geopolíticos, han provocado en lo que va de año una significativa caída del valor del dólar frente a otras divisas. 

Entre el primero de enero y el 12 de junio de 2025, el Índice del dólar (DXY), que refleja su valor frente a una canasta de monedas, bajó de 108.49 a 97.92, lo que equivale a una depreciación de un 9.7%. Ese índice incluye el euro, el yen, la libra esterlina, el dólar canadiense, la corona sueca y el franco suizo.

En particular, el valor del dólar ha retrocedido, respecto al euro, un 15.2%, al subir la tasa de cambio de 1.0359 dólares a 1.1579 dólares por euro. Con relación a la libra esterlina, el dólar se depreció un 8.6% y, respecto al yen, perdió un 8.8%.

En cuanto al peso dominicano, la tasa de cambio pasó de 61.32 pesos por dólar el 31 de diciembre de 2024 a 59.35 pesos el 11 de junio de este año; esto es, registró una apreciación de un 3.2%. Dicho comportamiento contrasta con lo ocurrido durante el primer trimestre del año, cuando, debido a la expansión de la liquidez nacional, el peso se depreció un 3.4%, y la tasa de cambio se colocó en 63.43 pesos por dólar al 31 de marzo pasado. 

A diferencia de lo que ha estado sucediendo con el dólar, el precio del oro, que es el segundo activo más utilizado como reserva internacional, ha subido un 27.7% en lo que va de año. Los bancos centrales de la India, China y Turquía, entre otros, han aumentado la compra de oro a un ritmo récord para fortalecer el respaldo de su moneda y alejarse del dólar ante el aumento de su prima de riesgo relacionada con la capacidad de Estados Unidos de congelar activos financieros denominados en dólares, como lo hizo con Rusia después de la invasión a Ucrania.

La caída del dólar pudo haber sido mucho peor. Si Trump hubiese destituido al presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, para nombrar a una persona partidaria de reducir la tasa de interés de referencia, la depreciación hubiese sido más acentuada. 

Hasta ahora, la fortaleza institucional que garantiza la independencia del banco central estadounidense ha prevalecido. No obstante, la negativa de Powell a acatar la solicitud de la Casa Blanca de recortar la tasa de interés de referencia en 100 puntos básicos, que implicaría una inyección de liquidez, llevó al presidente de los Estados Unidos a declarar hace unos días que “quizás tenga que forzar algo.” 

La creciente presión de Trump se produce justo antes de la próxima reunión de política monetaria, programada para los días 17 y 18 de junio. Sin embargo, el mercado sigue anticipando con alta probabilidad que la tasa de interés se mantendrá en el rango del 4.25% al 4.5%. Lo que sí puede provocar el ataque presidencial contra la Reserva Federal es que se mantenga el divorcio entre la tasa de rendimiento de las Notas del Tesoro y el ritmo de depreciación del dólar. Desde el anuncio de los aranceles recíprocos, a inicios de abril, se observa que, aun cuando se ha registrado un incremento del retorno de los instrumentos financieros estadounidenses, el dólar ha continuado perdiendo valor.  

La historia enseña que, tal como sucedió con el dólar español o la libra esterlina, las potencias emergentes aspiran a que sus monedas se conviertan en las divisas dominantes. China, que ha alcanzado una extraordinaria posición en el ámbito económico y militar, ha reducido su dependencia del dólar, pero no ha logrado que su moneda, el renminbi, genere la confianza necesaria para reemplazar al dólar en los próximos años. Por su parte, el euro funciona como un excelente complemento del dólar para diversificar riesgos financieros, pero no se percibe como su sustituto. Si el yen japonés no logró ser la moneda hegemónica durante su esplendor alcanzado en los años ochenta, menos lo hará en la coyuntura actual. En cuanto al bitcoin, muy utilizado para transacciones ilegales, es un activo financiero altamente volátil que no cumple con las funciones básicas del dinero y cuyo valor fundamental se encuentra cercano a cero, aun cuando el precio de mercado sea superior a los cien mil dólares. 

En definitiva, se puede afirmar que el dólar estadounidense se mantendrá como la moneda dominante en un mundo globalizado. En ese contexto, las actuales columnas de Hércules seguirán firmes. En los próximos años, Trump tendrá la oportunidad de fortalecer o debilitar el dólar, pero es poco probable que lo destruya.