[Escrito el 30 de enero de 2024]
La posibilidad de que ocurriese una recesión económica global en 2024
era la mayor preocupación derivada de la ejecución de una política monetaria
restrictiva para reducir la inflación. Puedo afirmar que “era la mayor
preocupación” porque de acuerdo con el más reciente informe de Perspectivas de
la economía mundial (informe WEO) del Fondo Monetario Internacional (FMI) es
muy probable que se logre reducir la tasa de inflación sin que sea necesario
provocar una reducción acentuada en la demanda agregada y, en consecuencia, sin
que se registre una recesión económica caracterizada por un aumento de la tasa
de desocupación.
El FMI proyecta que el producto interno bruto global se expandirá en 3.1%
en 2024, tasa de variación que, a pesar de que es 0.7 puntos porcentuales por
debajo del promedio alcanzado en las dos décadas previo a la pandemia del
Covid-19, está muy lejos de ser una recesión.
Al separar por tipos de economía y regiones destaca que el crecimiento
del PIB de las economías avanzadas se reducirá ligeramente al pasar de 1.6% en
2023 a 1.5% en el presente año. En ese bloque de economías hay que resaltar a
Alemania que cayó en recesión el año pasado, al variar su valor agregado en -0.3%,
y se prevé que se expandirá en 0.5% en 2024.
Latinoamérica y el Caribe, dentro del marco de economías emergentes y en
desarrollo, tendrá una caída significativa de su tasa de crecimiento. El FMI
proyecta que la tasa de expansión de la actividad económica de esa región se
reducirá de 2.5% en 2023 a 1.9% en 2024. En los próximos días se dará a conocer
el dato del crecimiento económico proyectado para la República Dominicana, que
muy probablemente se mantenga alrededor de 4.5%.
El desempeño de la economía global se caracterizará como un aterrizaje
suave porque la recuperación de la estabilidad de precios a nivel global no
provocará una recesión generalizada. Se prevé que la reducción de la tasa de
inflación hacia un nivel cada vez más cercano a su meta permitirá a los bancos
centrales iniciar el cambio de postura monetaria hacia una menos restrictiva,
manteniendo ancladas las expectativas de inflación.
El mercado estima con una probabilidad de 85% que la Reserva Federal de
Estados Unidos, el banco más importante del mundo, comenzará el ciclo de
reducción de su tasa de interés de referencia a partir de la reunión de mayo
próximo. El Banco Central Europeo es probable que lo inicie en verano y luego
lo hará el Banco de Inglaterra. El nuevo entorno monetario de esas tres
importantes economías desarrolladas elevará el ritmo de crecimiento económico
global sin que se produzcan aumentos de precios, a menos que se registren
perturbaciones -como sería el escalamiento del conflicto bélico en el Medio
Oriente- que desestabilicen las cadenas de suministro y eleven los precios de
los bienes alimenticios básicos y los combustibles.