[Escrito el 24 de enero de 2024]
Por lo general, la tasa de cambio del peso con relación al dólar tiende
a subir en enero. En este año ese comportamiento estacional se está
amplificando por el hecho de que desde mayo de 2023 se inició un cambio de
postura de la política monetaria hacia una menos restrictiva.
La liberación de más de 170 mil millones de pesos de liquidez y la
reducción de 150 puntos básicos a la tasa de interés de referencia son dos
elementos de política monetaria que se traducen en un incremento de la demanda
de dólares. Entre el 31 de mayo de 2023 y el 24 de enero de 2024, algo menos de
ocho meses, la tasa de cambio subió en 7.7%, al pasar de 54.84 a 59.08 pesos
por dólar. Ese ritmo de depreciación es mucho mayor que el rango histórico de pérdida
de valor del peso anual que va de 3% a 4%.
Una depreciación similar se registró entre el 31 de marzo y el 30 de noviembre de 2020. La tasa de cambio subió en esos ocho meses en 8.2%, pasando de 53.93 a 58.36 pesos por dólar. En ese período también se ejecutó una política monetaria expansiva mediante la cual el Banco Central liberó algo más de 200 mil millones de pesos de liquidez y redujo la tasa de interés de referencia en 150 puntos básicos, llevándola de 4.5% a 3%.
Esto confirma que en economía no hay almuerzo gratis. Las autoridades
monetarias flexibilizaron la política monetaria a partir de mayo para estimular
el crecimiento económico, lo cual logró al llevar la tasa anual de expansión de
la actividad económica de 1.2% a 2.3%, lo que significa que en el cuarto
trimestre del año se alcanzó un crecimiento promedio superior al 4%. El costo
de la reactivación de las actividades de construcción, comercio y manufactura
local ha sido un mayor ritmo de depreciación del peso frente al dólar.
El Banco Central tiene diversos instrumentos que utiliza regularmente
para reducir la pérdida de valor de la moneda nacional con relación al dólar.
El aumento de la tasa de interés de referencia, la colocación de certificados
de inversión a mayores tasas de interés, la venta de reservas internacionales y
el aumento del encaje legal son algunos de esos instrumentos.
Con relación a la tasa de interés hay que destacar que la diferencia
actual entre la tasa de interés de referencia del Banco Central y la tasa de la
Reserva Federal es de apenas 1.7%. Esto no solo contrasta con el promedio
histórico de 4.5%, sino que es menor que el promedio de 3.2% registrado entre
abril y noviembre de 2020.
Esa realidad monetaria me lleva a recomendarle a las autoridades del
Banco Central que esperen a que la Reserva Federal inicie su ciclo de reducción
de la tasa de referencia para seguir disminuyendo, si lo consideran necesario,
la tasa de interés en el país. De lo contrario, el peso dominicano seguiría
depreciándose a un ritmo por encima de lo normal, impactando desfavorablemente
la estabilidad de precios.
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