[Escrito el 30 de agosto de 2021]
En la República Dominicana hay un ataque feroz
contra el sistema de pensiones de capitalización o cuentas individuales, creado
en 2001 mediante la Ley 87-01. Ese sistema, que se fundamentó en un contrato
social que involucra a los trabajadores, empleadores y al gobierno, quiere ser
destruido por personas que, además de tener un nulo o limitado conocimiento de
matemáticas actuariales, no poseen una alternativa financieramente sostenible que
permita obtener una pensión a los trabajadores.
Una de las críticas que ha circulado en las
redes sociales es que la tasa de reemplazo se encuentra en el entorno del 25%. Aquí
cabe señalar que la tasa de reemplazo, que es el porcentaje que representaría
la pensión del promedio de los últimos salarios del trabajador justo antes de
retirarse, se determina por varios factores, entre los que pueden destacarse:
la tasa de aporte; la edad de retiro; y la densidad o frecuencia de cotizaciones.
La tasa de aporte de la República Dominicana a
la cuenta de ahorro individual es de 8.4%. Al comparar con otros países, como
Uruguay (11.5%); Colombia (11.5%); Chile (10%); Bolivia (10%); y Perú (10%), se
observa que la dominicana es una de las más bajas de la región.
La edad de retiro de la República Dominicana es
de 60 años, también una de las más bajas de la región. Chile, 65 años; Perú, 65
años; México, 65 años; Colombia, 62 años; y el promedio de los países de la OCDE
es de 67 años.
El hecho de que el 56% de los perceptores de
ingresos de la República Dominicana se gane la vida en actividades informales
hace que la intermitencia laboral sea elevada; eso provoca que los trabajadores
registrados en la seguridad social, que a veces laboran en el mercado formal y
a veces en el informal, tengan una frecuencia o densidad promedio de
cotizaciones de algo menos de 50%.
En el caso dominicano, si la tasa de aporte
fuese de 10%, la edad de retiro 65 años y la frecuencia de cotizaciones 55%, la
tasa de reemplazo sería el 53% de los últimos salarios recibidos. En la medida
que el mercado laboral se formalice y se incremente la densidad promedio de
cotizaciones hasta el 90%, la tasa de reemplazo se elevaría en 18 puntos
porcentuales adicionales, colocándose en un 71%.
La alternativa que tienen los que quieren
destruir el sistema de cuentas individuales es un sistema de reparto de caja
común, en el cual no se genera ahorro y los trabajadores activos pagan las
pensiones de los retirados. No existe ningún país donde ese sistema sea
financieramente viable. En todos, los gobiernos deben hacer grandes aportes
provenientes de los bolsillos de los contribuyentes, lo que implica tasas de impuesto
sobre la renta que superan el 40% de los ingresos de los trabajadores.
¿Es eso lo que se quiere en la República
Dominicana? ¿Un sistema de reparto como el antiguo IDSS, que nazca quebrado,
obligue al establecimiento de tasas impositivas elevadísimas e insoportables y
no cumpla con las pensiones prometidas? Espero la respuesta de los críticos del
sistema de cuentas individuales.