martes, 20 de agosto de 2024

Sobre la reforma laboral, una vez más

[Escrito el 19 de agosto de 2024]

El presidente Luis Abinader señaló en su discurso de toma de posesión que en su segundo mandato se ejecutará una reforma laboral. Posteriormente, el ministro de Trabajo, Luis Miguel De Camps, declaró que la reforma laboral garantizará la creación de empleos con salarios dignos.

Ante la posibilidad de que se diseñe y apruebe dicha reforma, reitero algunos temas a tomar en consideración.

El mercado laboral dominicano es segmentado. Por un lado, se encuentra el mercado formal en el cual hay que cumplir con las regulaciones establecidas por el Código de Trabajo, el Código Tributario y la legislación que crea el Sistema de Seguridad Social. Por otro lado, el mercado informal donde no se cumple ninguna de esas regulaciones.

En la actualidad el 55% de los perceptores de ingresos laborales se gana la vida en el mercado informal. De esa realidad se desprende la necesidad de realizar modificaciones que flexibilicen el mercado laboral formal. En Alemania se llevó a cabo entre 2003 y 2005 la reforma laboral Hartz que facilitó que millones pudiesen trabajar a tiempo parcial. Mientras algunos países de la eurozona registraron durante la crisis financiera de 2009 tasas de desempleo de 26%, en Alemania la tasa de desocupación fue de apenas 5.3%. Esa evidencia muestra las ventajas de un mercado laboral flexible.

Respecto al ingreso del trabajador, debo recordarles que la mejor forma de incrementarlo sostenidamente es con medidas que eleven la productividad. Esa variable está estrechamente vinculada con la educación y el entrenamiento en el trabajo. A mayor productividad, mayor ingreso.

El salario mínimo no es más que una barrera de entrada al mercado formal que afecta a los trabajadores menos calificados. Es un mito decir que el salario mínimo ayuda a las personas a mejorar sus ingresos. Los trabajadores capacitados no les interesa saber cuál es el salario mínimo, porque su nivel de conocimientos le permitirá alcanzar ingresos muy por encima de esa remuneración mínima.

El régimen actual de auxilio de cesantía reduce la productividad y el salario que se lleva a su casa el trabajador. La cesantía amarra excesivamente a las personas al puesto de trabajo y limita su movimiento hacia otro empleo, en el cual pudiese alcanzar una mayor productividad y recibir un ingreso más alto. Por eso recomiendo que el trabajador reciba el pago por los derechos adquiridos por la cesantía, suma que debe tomar en consideración su carácter contingente, y que posteriormente se sustituya por un seguro de desempleo.

Quizás ahora no me entiendan, o me insulten por esas recomendaciones de reforma laboral, pero luego me darán las gracias por los resultados.

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