[Escrito el 9 de abril de 2021]
El confinamiento provocado por la pandemia del
covid-19 ha impactado desfavorablemente a los niños. Pasarse un año escolar
recibiendo clases a través de una computadora o un televisor ha reducido el
aprendizaje de los estudiantes. La interacción personal entre el profesor y los
estudiantes crea las condiciones para que se pueda transmitir hacia los niños
lo mejor que tenga el maestro para dar.
El impacto negativo del confinamiento también
se manifiesta en la productividad de los trabajadores. Aun cuando muchas
personas puedan trabajar desde sus casas, se puede señalar que ese tipo de
trabajo disminuye la productividad laboral. En consecuencia, su aporte a la
creación de salario individual, valor agregado y crecimiento del PIB es menor.
Para sustentar esa hipótesis utilizaré un
reciente estudio publicado por tres profesores de Economía de la Universidad de
Princeton en la revista científica Econometrica, que lleva por título Learning from Coworkers. Gregor Jarosch, Ezra Oberfield y Esteban Rossi-Hansberg
realizaron una interesante investigación en la cual se analiza el proceso de
aprendizaje entre colegas de trabajo, que se facilita debido a la interacción en
el espacio laboral común.
De acuerdo con esos profesores, los compañeros
de trabajo producen en forma de equipo, lo cual permite un aprendizaje entre
ellos que se traduce en mayores salarios. Usando datos administrativos de
Alemania, se demuestra que trabajar con colegas que tengan salarios más altos
tiende a crear una transferencia de conocimientos de ellos hacia los de menores
ingresos. Incluso demuestran que el mercado recompensa a los trabajadores que
crean las condiciones para enseñarle a sus compañeros, quienes se colocan en
una trayectoria salarial ascendente en función de la acumulación de nuevos
conocimientos. Específicamente, afirman que entre el 4% y 9% de la compensación
total de un trabajador se explica por lo que ha aprendido de sus compañeros más
calificados. Además, en esa investigación de la Universidad de Princeton, se
confirma que las personas menores de cuarenta años aprenden más rápido,
particularmente de otros compañeros que también sean jóvenes.
Ese tipo de estudio tiene como precedente el
aporte realizado por el profesor Bob Lucas de la Universidad de Chicago, premio
Nobel de Economía, quien analizó en 2009 el impacto sobre el crecimiento económico
que tienen las ideas creadas por la interacción de las personas (Ideas and Growth).
De lo anterior se desprende un consejo, aun
cuando usted se sienta cómodo laborando desde su casa sepa que le conviene
trabajar con personas más inteligentes y que ganen más que usted. Así que
cuídese y vacúnese para que pueda volver a interactuar en el trabajo.
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