[Escrito el 23 de abril de 2021]
El ministro de Educación Superior, Ciencia y
Tecnología, Franklin García Fermín, afirmó que la Normativa No. 09-15 se
mantendrá intacta hasta que llegue al país el resultado un estudio que se
realiza sobre la misma. No entiendo lo que se le está evaluando a esa
normativa, pues la misma lo que hace es promover la calidad del magisterio.
Por un lado, establece el dominio de contenido
y competencias que debe tener un buen maestro. Y, por otro lado, establece que
los estudiantes que van a tomar la carrera docente deben aprobar un riguroso
proceso de admisión con el objetivo de que los futuros maestros hayan sido
excelentes bachilleres. Tal como dice Jaime Saavedra, director Global de
Educación del Banco Mundial, “para dar un buen servicio [de enseñanza], se deciden
los objetivos, se forma bien a esos profesionales, se les selecciona bien y se
les paga bien.” En consecuencia, no hay nada que cambiarle a la Normativa No.
09-15. Solo hay que aplicarla de manera firme y perseverante.
En caso de que alguna universidad no quiera
aplicar esas pruebas de admisión a la carrera docente, pues no debería
permitírsele que imparta esa carrera. Eso debe aplicar a todas las
universidades, incluyendo a la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).
Digo esto porque el ministro García Fermín señaló que la UASD, “nunca estuvo de
acuerdo con ella y de hecho no se acogió a esta regla a pesar de que el Consejo
Universitario la aprobó en el año 2016.”
Esto significa que ese centro académico
permitía la entrada a la carrera docente a bachilleres sin aplicarle la Prueba
de Actitud Académica. Esa decisión es un golpe para los buenos bachilleres de
escasos recursos, quienes podrían aprobar esa prueba de admisión y convertirse
en buenos maestros, bien remunerados por el mercado. Pero como los colocan en
el mismo grupo que a los malos bachilleres, la calidad del maestro graduado de
la UASD baja y esto deteriora la calidad del título emitido por ese centro de
estudio. La consecuencia es que el buen bachiller de escasos recursos, ya
convertido en maestro, será penalizado por haberse graduado de la carrera
docente en la UASD.
Ante esa situación se puede recomendar que los
bachilleres que hayan obtenido excelentes calificaciones, y tengan vocación de
ser maestros, deben ser becados para estudiar en las mejores universidades del
país. Ese grupo de futuros maestros será el responsable de transformar esta
nación, elevando la calidad y el retorno de la educación. Un magisterio de
calidad llevará esa tasa de retorno de un 5%, que existe en la actualidad por
cada año de escolaridad, hasta un 10% que prevalece en otros países más
avanzados. Esa es la única manera de lograr un verdadero milagro económico.
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