[Escrito el 17 de junio de 2024]
El 8 de febrero del año pasado comenté que la inteligencia artificial
generativa impactaría negativamente sobre el empleo repetitivo a nivel global.
Y señalé que en el caso de la República Dominicana es muy probable que jóvenes
que laboran en los call centers sean sustituidos por programas informáticos con
inteligencia artificial como el ChatGPT de OpenAI.
De acuerdo con los planteamientos de Daron Acemoglu y Simon Johnson,
ambos profesores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), la
inteligencia artificial desplazará a las personas que tengan puestos de trabajo
que “demanden buenas habilidades de comunicación,” provocando una disminución
de empleos bien remunerados. Es lógico que esto disminuya el salario promedio
de los sectores donde se registre la mayor penetración de esa nueva tecnología,
trasladándose ingresos laborales hacia otras actividades vinculadas con la
elaboración de los modelos de aprendizaje automático y redes neuronales que
sirven de base a los modelos de lenguaje de gran tamaño.
Siguiendo esos pasos, el Fondo Monetario Internacional, que reconoce el
impacto positivo de la inteligencia artificial generativa sobre la
productividad, advirtió hoy que su penetración en la sociedad puede provocar
disrupciones laborales masivas y un aumento de la desigualdad de ingresos,
concentrando los ingresos en manos de la mano de obra más capacitada. Ante esa
posibilidad, el FMI recomendó el fortalecimiento de las redes de seguridad
social, la inversión en educación en áreas vinculadas a esos algoritmos y la
adopción de medidas para reducir la desigualdad de ingreso laboral.
Para amortiguar el impacto negativo, el Fondo recomienda una ampliación
de la cobertura del seguro de desempleo para proteger mejor a las personas que
pierdan su puesto de trabajo y le den tiempo suficiente para conseguir otro
empleo. También exhorta al establecimiento de programas que permitan reentrenar
la mano de obra para que esté mejor preparada en las competencias exigidas por
inteligencia artificial.
Los países menos desarrollados tendrían que enfrentar un mayor reto,
pues tienen un elevado porcentaje de empleo informal o no poseen seguro de
desempleo, como es el caso de la República Dominicana. Además de llevar a cabo
el reentrenamiento laboral para adaptar la mano de obra a las nuevas exigencias
tecnológicas, los países en desarrollo deben poner en marcha programas de
coincidencia laboral para que otras actividades puedan absorber en el plazo más
breve posible la mano de obra que sea desplazada por la inteligencia
artificial. Así se evitaría un aumento excesivo del desempleo y un deterioro
del bienestar del trabajador menos capacitado.
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