[Escrito el 29 de abril de 2024]
Dado que la inflación en Estados Unidos y la eurozona se encuentra por
encima de la meta del 2% se puede señalar que la Reserva Federal y el Banco
Central Europeo mantendrán la postura monetaria restrictiva actual. Esa
decisión condiciona la posibilidad de que las tasas de interés bajen en la
República Dominicana.
A inicios de 2024, el mercado esperaba que la Reserva Federal,
encabezada por su presidente Jerome Powell, redujese la tasa de interés a
partir del primer trimestre y que lo hiciera en seis ocasiones de 25 puntos
básicos. Actualmente se prevé con una probabilidad de 57% que será en la
reunión de septiembre que iniciará el ajuste de la tasa de interés de
referencia con una disminución de 25 puntos básicos, situándose esa tasa en el
rango que va de 5% a 5.25%.
Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo, ha señalado que
probablemente será a partir del verano -específicamente en junio- que iniciará
el ciclo de reducción de la tasa de interés de referencia, que actualmente es
de 4% y se prevé que habrá tres ajustes de 25 puntos básicos. No obstante, es
casi seguro que la evolución de la tasa de interés de referencia de la eurozona
recorrerá un camino condicionado por la trayectoria de la tasa de interés de la
Reserva Federal.
La diferencia entre las tasas de interés de los instrumentos financieros
en dólares y pesos influye sobre la tasa de depreciación del peso frente al
dólar. Actualmente la diferencia entre las tasas de interés de referencia de la
Reserva Federal y del Banco Central es de 1.7 puntos porcentuales, un nivel muy
por debajo de la diferencia histórica de 4.5 puntos porcentuales. Esto
significa que la distancia actual entre ambas tasas de interés es menor a la
variación interanual de la tasa de cambio del peso frente al dólar que es de
3.5%.
Lo anterior limita la capacidad del Banco Central de ejecutar una
política de flexibilización monetaria como la que inició a finales de mayo de
2023 y detuvo en diciembre de ese año. Desde inicios de 2024 se observa un
apriete monetario que se ha traducido en el aumento de las tasas de interés. La
tasa de interés activa promedio ponderado, la que cobran los bancos, subió
entre diciembre de 2023 y abril de 2024 en 73 puntos básicos, situándose en
14.33%. La tasa de interés pasiva promedio ponderado, la que pagan los bancos a
los depositantes, se incrementó en ese mismo período en 94 puntos básicos,
colocándose en 9.50%.
Así las cosas se puede indicar que es muy probable que las tasas de
interés de los instrumentos en pesos no disminuyan significativamente -o
incluso pudiesen aumentar- hasta que la Reserva Federal inicie el ciclo de
reducción de su tasa de interés de referencia, pues el Banco Central no podrá
reducir su tasa de referencia -o flexibilizar su liquidez- hasta que ocurra el
ajuste estadounidense.
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