[Escrito el 30 de septiembre de 2020]
El ministro de la Presidencia, licenciado
Lisandro Macarrulla, anunció al país que el gobierno del presidente Abinader
tendrá que vender algunos activos para enfrentar el déficit del sector público
que se registrará en 2021. Esto confirma que el déficit del 3% del PIB proyectado
para el año que viene no es real, sino que será reducido transitoriamente a ese
nivel mediante la venta de propiedades estatales.
El
licenciado Macarrulla señaló, que el gobierno pudiera vender acciones de la
Central Termoeléctrica Punta Catalina. Según sus propias palabras, “Está
contemplado abrir la participación del sector privado en Punta Catalina.” E
inmediatamente comentó sobre el posible interés de los inversionistas privados
en esa central, señalándole al entrevistador que “Punta Catalina no te creas
que es tan fácil.” Y a partir de ahí comenzó a insinuar que ese activo tiene
problemas, por lo cual “hay que definir muchas cosas todavía.”
De esas declaraciones de Macarrulla, junto a la
deprimente rueda de prensa de Serafín Canario, Administrador General de Punta
Catalina, el pasado lunes, se desprende que el objetivo del gobierno o, por lo
menos, de algunos funcionarios es vender a precio de vaca muerta las acciones
de esa gigantesca empresa.
El pueblo dominicano puede ahora entender que,
el objetivo de Canario al decir que la Unidad 1 de la central tenía que salir
del sistema por “fallas graves,” no era más que crear la sensación de que ese
activo tiene problemas técnicos y que, por lo tanto, no tiene capacidad de
generar electricidad de manera confiable. Esto fue desmentido rápidamente, pues
desde agosto pasado Canario sabía que esa salida estaba programada para el mes
de octubre, para darle mantenimiento y hacer algunas reparaciones.
Hay que evitar que se cometan acciones que
reduzcan la capacidad operativa de la central. En términos administrativos y
operativos se sabe que se ha despedido personal que era clave para gestionarla
adecuadamente, por lo cual es necesario hacer una rápida intervención que evite
que se destruya valor en los próximos meses.
El presidente Abinader tiene la responsabilidad
de evitar que se venda Punta Catalina a precio de vaca muerta. Si se quiere
vender una parte de las acciones de esa central, que se venda al precio justo. Dada
la extraordinaria capacidad de generar electricidad de manera eficiente de esa
empresa, que se manifiesta en el suministro del 30% de la generación del SENI y
un nivel de beneficios anuales por 250 millones de dólares, se puede afirmar
que su valor es de 2,600 millones de dólares. Ni un centavo menos.
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