[Escrito el 27 de octubre de 2020]
El presidente Luis Abinader reiteró que a
partir de enero su gobierno eliminará los programas de apoyo especializados
post-covid. Eso significa que se eliminarán los programas Quédate en Casa,
Pa’Ti y FASE. Como compensación, el gobierno duplicará el monto de recursos que
se otorgan a los beneficiarios del programa Comer es Primero que se paga a
través de la tarjeta de solidaridad, los cuales son clasificados como pobres de
acuerdo con el Sistema Único de Beneficiarios (SIUBEN).
Lamentablemente, la sustitución de FASE II por
el doble de Comer es Primero implica un total desconocimiento del impacto de
cada programa sobre la economía dominicana. FASE II influye sobre el lado de la
oferta de la economía. Comer es Primero influye por el lado de la demanda. El impacto
de FASE II sobre la economía es mayor, no solo debido a que su magnitud es de
cinco mil pesos por beneficiario, mientras que Comer es Primero es de solo 825
pesos por jefe de hogar, sino porque influye sobre la capacidad de crear valor
agregado.
FASE II es un apoyo que beneficia directamente
a las empresas y a los trabajadores. Ese tipo de programa es un subsidio al
salario que pagan las empresas, para que así se puedan mantener operando sin
despedir al personal. De esa manera las empresas estarán preparadas, con todo
su personal listo, para aumentar la producción y así aprovechar la recuperación
económica, que se prevé comience a registrarse cuando se aplique la vacuna
contra el Covid-19.
El programa FASE II beneficia principalmente a
las pequeñas y medianas empresas. Ese subsidio al salario le permite compensar
el impacto negativo, que provoca el descenso de las ventas, sobre el flujo de
caja de los negocios. La decisión del gobierno del presidente Abinader de
eliminar el programa FASE II en enero, junto a los demás programas fiscales
especializados para enfrentar los efectos negativos de la pandemia, provocará
la descapitalización de los negocios, despidos y quiebras de pequeñas y
medianas empresas, en particular las encabezadas por mujeres. No cabe duda de
que habrá un deterioro de la calidad de la cartera de la banca, por lo cual espero
que el Superintendente de Bancos, Alejandro Fernández W., esté muy atento.
Por último, el gobierno debe tomar en
consideración que las grandes empresas, al igual que se han beneficiado de las
facilidades de liquidez a bajas tasas de interés, serán las primeras que
aprovecharán la recuperación de la demanda. En consecuencia, la pandemia del
Covid-19 aumentará la desigualdad económica, al provocar que muchas pymes
quiebren y grandes empresas absorban una mayor parte del mercado. El resultado
final será una sociedad más injusta, con mayor pobreza y más desigualdad.
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