A finales de abril pronostiqué que las tasas de interés se
reducirían en la República Dominicana. Para ese entonces el gobierno colocó por
primera vez bonos soberanos a 30 años y lo hizo a una tasa de interés de 7.45%.
El buen manejo de las finanzas públicas, cumpliendo
estrictamente lo presupuestado, la política monetaria neutral y la mejoría de
las condiciones internacionales redujeron el grado de incertidumbre en la
economía dominicana y permitieron prever que las tasas de interés bajarían.
Y así ha sucedido.
Las tasas de interés sobre préstamos al comercio pasaron de
13.65% en abril a 11.99% en junio. Las tasas de interés sobre préstamos para
viviendas bajaron de 12.90% a 10.72%. Y las tasas sobre préstamos al consumo
pasaron de 20.59% a un 18%, en el mismo período.
Ahora cabe hacerse la siguiente pregunta. ¿Seguirán bajando
o volverán a subir?
La respuesta se puede inferir del informe sobre política
monetaria del pasado mes de julio. En ese documento el Banco Central sostiene
que el ritmo de expansión interanual de los préstamos en el primer semestre fue
de un 13%, superando el crecimiento del PIB nominal. Y señala que esa expansión crediticia se
mantendrá durante el segundo semestre, lo cual, unido a la prudencia fiscal, al
menor déficit de las cuentas externas y a la mejoría de la economía
internacional, permite concluir que es más probable que las tasas de interés en
el mercado nacional bajen –o se mantengan- a que suban.
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