La Unión Europea y los Estados Unidos decidieron endurecer
las sanciones contra Rusia debido a su participación en la crisis de Ucrania.
El derribo del avión de Malasia Airlines fue la gota que derramó la copa.
Las medidas económicas reducirán la capacidad de los bancos públicos
rusos de obtener capital europeo y americano, limitarán el financiamiento y el
acceso a la tecnología para las exploraciones petroleras, mantendrán el embargo
de armas y limitarán el suministro de bienes de uso civil y militar. Los Estados Unidos también restringirán las
operaciones de capital y de deuda de largo plazo con los bancos rusos.
Esas medidas alcanzarán a personas vinculadas con Putin y
que tienen cierta responsabilidad en la intervención rusa en Ucrania.
Las acciones europeas provocarán una reacción de Moscú que
desembocará en una reducción del comercio entre esos países. El impacto
económico será negativo. Rusia se encuentra en una situación económica débil al
igual que la Unión Europea, que apenas está en la fase inicial de su
recuperación.
En ese contexto, cabe recordar que muchos países europeos
son muy dependientes del gas natural ruso, por lo que la retaliación de Putin disminuirá
el ritmo de crecimiento en la Unión Europea.
Las sanciones serán publicadas el próximo jueves. Se prevé
que tendrán una duración de un año y se revisarán trimestralmente en función
del comportamiento de Rusia en la crisis de Ucrania.
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