[Escrito el 3 de febrero de 2014]
Los mercados de capitales combinan personas que son muy
nerviosas con otras que son insaciables. Los nerviosos toman la decisión de
desprenderse de las acciones tan pronto reciben una mala noticia. Los
insaciables son aquellos que quieren ganar, aun cuando sus decisiones provoquen
una fuerte caída de los índices bursátiles.
En el día de hoy los inversionistas provocaron un
significativo descenso del Dow Jones. Ese índice cayó en 326 puntos,
equivalente a un -2.1%. Asimismo, el Nasdaq, que agrupa a las empresas tecnológicas,
descendió en -2.6%. Y el S&P 500 lo hizo en -2.3%. No cabe duda de que lo
ocurrido hoy destruyó mucha riqueza financiera, principalmente la de aquellos
inversionistas que adquieren los instrumentos financieros con el objetivo de
mantenerlos en el largo plazo.
[Actualización: En el día de hoy miércoles el Nikkei cayó un 4%. Wall Street mostró signos de recuperación. El Dow registró hacia mediados de la tarde un aumento de un 0.45%. Positivo, pero distante a la cifra requerida para recuperar las pérdidas del día de ayer.]
El desplome del precio de las acciones se explica por la
incertidumbre derivada de un reporte sobre la debilidad de las actividades
manufactureras en los Estados Unidos. Ese dato se asocia con la disminución de
las ventas y del flujo de efectivo de los negocios, lo cual tiende a reducir el
valor de mercado de las acciones. Ante la perspectiva de una caída, los
especuladores deciden no sólo desprenderse de las acciones que tienen en su
portafolio, sino que toman prestado otras acciones y también las venden. Esas
decisiones deprimen con mayor intensidad los índices bursátiles.
Mientras eso sucede,
en la República Dominicana las
autoridades monetarias están combinando movimientos de las reservas
internacionales y del tipo de cambio con el objetivo de minimizar el impacto de
las turbulencias internacionales.
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