El pasado 28 de agosto el gobernador Héctor Valdez decidió
utilizar su arsenal monetario para reducir la volatilidad y el nivel del tipo
de cambio. Ese día anunció un aumento de 200 puntos básicos en la tasa de
interés de política monetaria, llevándola a 6.25%.
Entre el 28 de agosto y el 1 de octubre el tipo de cambio registró
una tendencia descendente, pasando de 43.09 a 42.51 pesos por dólar. A partir del
primero de octubre se ha quedado relativamente constante alrededor del nivel de
42.50 pesos por dólar, que habíamos pronosticado y recomendado en comentarios
previos.
Por el bien de las exportaciones, las autoridades deberían
permitir que, en este último trimestre del año, el tipo de cambio suba
gradualmente hasta llegar a 43 pesos que es el dato previsto en el programa
monetario de 2013.
Por otra parte, debe tomarse en cuenta que la reducción del
nivel y de la volatilidad cambiaria no fue gratis. Las tasas de interés de los
préstamos comerciales y al consumo subieron en algo más de 200 puntos básicos
en septiembre y las tasas de interés de los préstamos hipotecarios lo hicieron
en más de 100 puntos básicos.
Ese incremento de las tasas de interés repercutirá
negativamente, sea a final de 2013 o a principios de 2014, sobre el crecimiento
económico y la capacidad de generación de empleo.
En ese contexto, recomendaría
a las autoridades, para definir el futuro de la política monetaria, que
analicen hacia dónde están sesgadas las preferencias de la gente, hacia el tipo
de cambio, la inflación o el empleo.
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