[Escrito el 11 de septiembre de 2023]
En los años sesenta, República Dominicana y Vietnam compartieron un
evento trágico. Ambos países fueron invadidos por el poderoso ejército de los Estados
Unidos. Y ambos pueblos supieron defender su soberanía llegando a negociar
diplomáticamente acuerdos de paz que permitieron el cierre de las hostilidades.
Afortunadamente para Vietnam, país dirigido por el Partido Comunista,
Estados Unidos ha realizado cuantiosas inversiones y apoyado el proceso de
ampliación de los flujos comerciales y modernización de la economía vietnamita.
Esto ha elevado su nivel de ingreso per cápita y mejorado las condiciones de
vida de su población.
En su reciente visita a Vietnam, el presidente Joe Biden anunció la ejecución
de inversiones lideradas por empresas estadounidenses por miles de millones de
dólares. Las áreas de inversión incluyen las modernas tecnologías de
inteligencia artificial y semiconductores. Microsoft, Nvidia, Google, Intel,
Amkor, Synopsys, Marvell y Global Foundries se encuentran entre las empresas
que expandirán sus operaciones invirtiendo en ese país asiático que es visto
por los Estados Unidos como una alternativa a China.
República Dominicana, que es uno de los principales socios comerciales y
políticos de Estados Unidos en la región, debería compartir la buena suerte de
Vietnam y firmar un acuerdo de “asociación estratégica integral.” El territorio
dominicano debería ser también receptor de inversiones que, como dijo Biden en
Vietnam, ayuden a construir una cadena de suministro de semiconductores más
resiliente. Estoy convencido de que las empresas de zonas francas localizadas
en el país aceptarían con gusto ese reto.
En los años ochenta el presidente Ronald Reagan reconoció en diversas
ocasiones la importancia de la República Dominicana para Estados Unidos. Cuando
Centroamérica ardía por eventos revolucionarios y golpes de estado, el
territorio dominicano brindó un remanso de paz que posibilitó la expansión
sostenida de las empresas de zonas francas que se convirtieron en un importante
eslabón de competitividad del proceso productivo estadounidense. El presidente
George W. Bush, que firmó el tratado de libre comercio conocido como DR-CAFTA,
también reconoció en diversas ocasiones la importancia de la República
Dominicana para su país.
Ojalá que el presidente Joe Biden comience a ver a la República
Dominicana con el mismo cristal a través del cual mira a Vietnam. O por lo
menos a través del cristal que utilizaron los presidentes republicanos que lo
precedieron. Cualquiera de los dos es mejor que el actual.
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