[Escrito el 9 de junio de 2016]
El
presidente Barack Obama anunció hoy -de forma brillante- su respaldo a la
virtual candidata del partido Demócrata, Hillary Clinton. Obama le transfiere
de esa forma el legado positivo de su mandato, caracterizado por la
recuperación económica.
La
reducción de la tasa de desempleo de un 10% a un 4.7% es el buque insignia de
Obama. No obstante, existe una parte significativa de la población votante que
todavía siente los efectos de la crisis económica y que, por ese motivo, se han
dejado cautivar por los cantos de sirena de Trump.
Hillary
Clinton, una mujer excepcional, ha demostrado que utilizará la economía en su
discurso. Al mismo tiempo que se beneficia políticamente del éxito económico
del presidente Obama, Hillary arremete contra Donald Trump calificando sus
ideas en temas económicos como “peligrosamente incoherentes.” Y afirma que
“reflejan una persona que es temperamentalmente no preparada para gestionar la
economía americana.”
Excelentes
economistas, como Alan Blinder y Paul Krugman, han advertido en artículos
publicados en la mejor prensa estadounidense que las posiciones de Trump en
materia económica provocarían una recesión global y un aumento significativo del
déficit público en los Estados Unidos. Cabe destacar que ambos profesores
podrían ser utilizados por Clinton como miembros de su equipo económico de
ganar la presidencia.
Las
discusiones sobre los planes de política económica de Clinton y de Trump serán
decisivas en este proceso electoral. Específicamente los temas impositivos y de
comercio exterior son de alta sensibilidad entre los votantes.
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