[Escrito el 27 de enero de 2016]
La
paternidad individual, que se define como la existencia de un hogar con la
única presencia de la madre o del padre, tiene un costo económico y social
significativo.
James
Heckman, profesor de Economía de la Universidad de Chicago y Premio Nobel de
Economía, afirma que la paternidad individual disminuye considerablemente el
tiempo y los recursos que pueden destinarse al desarrollo de la primera
infancia. Eso afecta negativamente la capacidad de absorción de conocimientos,
limita el nivel máximo de grado educativo y reduce el potencial de generación
de ingresos. En consecuencia, la paternidad individual disminuye la movilidad
social de los miembros de esos hogares.
En el caso
de la República Dominicana la paternidad individual también tiene un alto costo
económico y social.
En un
reciente estudio que realicé sobre el impacto de la educación inicial sobre el
desempeño escolar se demostró que los hogares monoparentales crean un entorno
que afecta negativamente el desarrollo de los hijos.
Específicamente,
un niño que inicia su educación a los tres años y que vive con ambos padres
tiene una probabilidad de deserción escolar de 3.1%. Sin embargo, ese mismo
niño si no vive con ambos padres tiene una probabilidad de deserción de 14.3%;
es decir, una probabilidad más de 4 veces superior a la que tendría si viviese
con ambos padres.
La mayor
probabilidad de continuar los estudios significa que los niños tienen un mayor
valor esperado de ingresos en el futuro y una menor probabilidad de ser pobres.
Esto demuestra que vivir con ambos padres es positivo para el desarrollo de la familia
y la sociedad.
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