[Escrito el 9 de agosto de 2022]
A julio de este año, las finanzas del Gobierno Central arrojan un buen
desempeño. De acuerdo con los datos publicados por la Dirección General de
Presupuesto, el resultado financiero arroja un déficit de 27,390 millones de
pesos, cifra muy lejana de los casi 175 mil millones de déficit que se presupuestó
para 2022. Si se mantiene el mismo patrón de ingresos y gastos durante el resto
del año se puede proyectar que el déficit del Gobierno Central cerraría en el
entorno de los 47 mil millones de pesos, equivalente a un 27% del nivel
presupuestado.
Los ingresos totales del Gobierno Central a julio ascendieron a casi
546,866 millones de pesos. Al igual que sucedió el año pasado, los ingresos de
capital, que se presupuestaron en el entorno de los 46 mil millones de pesos,
apenas alcanzarán al cierre del año 1,500 millones de pesos. En contraste, los
ingresos corrientes se pueden proyectar que alcanzarán a diciembre un total de
935 mil millones de pesos, equivalente a un 14% por encima del nivel
presupuestado.
Los gastos totales reportados a julio se colocaron en 574,256 millones
de pesos. Si se mantiene ese patrón de gastos, se puede proyectar que cerrarán
el año en 984,439 millones de pesos, 6% por debajo de lo presupuestado. Al
descomponer entre gastos corrientes y de capital, se repite la historia del
gran parte del año pasado. A julio, se observa una subejecución del gasto de
capital, pues si se mantiene ese patrón de inversión pública cerraría el año un
33% por debajo del presupuesto. Esto implica dejar crecimiento económico
potencial en el tintero.
Los gastos corrientes, excluyendo el pago de intereses de la deuda, se
proyecta en 679 mil millones de pesos, equivalente a un 4.7% por debajo del
nivel presupuestado por ese concepto. En contraste, el gasto por pago de intereses
ascendería al entorno de los 211 mil millones de pesos, un 9% por encima de lo
presupuestado. Esa última cifra asume que el patrón de pago de intereses es el
mismo que el registrado en los primeros siete meses del año, lo cual depende de
las condiciones de servicio de la deuda pública interna y externa.
En resumen, se puede señalar que el gobierno del presidente Abinader, a
pesar del aumento del subsidio a los combustibles, alimentos y electricidad,
mantiene una buena gestión de las finanzas del Gobierno Central y, a menos que
haya alguna sorpresa o que se acelere el gasto de capital, se puede pronosticar
un déficit mucho menor al presupuestado para este año.
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