[Escrito el 7 de diciembre de 2021]
La variante del covid-19 denominada Ómicron, que se identificó en Sudáfrica hace dos semanas, es muy contagiosa, pero, de acuerdo con informaciones preliminares, sus síntomas parecen ser más leves que los provocados por otras variantes. Lo terrible de la Ómicron es su extraordinaria capacidad de burlar el sistema de protección de las vacunas actuales, lo cual facilita el contagio. Esto eleva la importancia del acceso a medicamentos avanzados que permitan un adecuado tratamiento de esa enfermedad.
Diversas multinacionales farmacéuticas, como Pfizer, Merck,
GlaxoSmithKline han estado realizando pruebas con medicamentos para tratar el
covid-19. En el caso de la Glaxo, en sociedad con Vir Biotechnology, se ha dado
a conocer que su tratamiento de anticuerpos monoclonales, basado en el producto
sotrovimab, mantiene su efectividad contra la variante Ómicron.
En el caso de Pfizer y Merck, ambas multinacionales disponen de tratamientos en tabletas que han demostrado su efectividad contra el covid-19. Para facilitar el acceso a ese tratamiento en los países en desarrollo, Merck otorgó una licencia del medicamento molnupiravir a través de la organización Medicines Patent Pool para que fuese fabricado en países en desarrollo. Pfizer también firmó recientemente un acuerdo con esa organización mediante el cual le otorga una licencia que permitirá la producción y distribución en 95 países del antiviral Paxlovid, que combina el ritonavir y el PF-07321332.
Dado que la República Dominicana no se encuentra en el grupo de países a
ser beneficiados por los acuerdos firmados por Pfizer y Merck, Knowledge Ecology
Internacional (KEI), una organización sin fines de lucro basada en los Estados
Unidos, solicitó en el país una licencia de interés público para facilitar el
acceso a tratamientos avanzados contra el covid-19 a los dominicanos. Esa
solicitud de licencia fue enviada el viernes pasado a la vicepresidenta Raquel
Peña, al ministro de Salud Daniel Rivera y al director de ONAPI, Salvador
Ramos. Mediante esa loable iniciativa, KEI, que tiene como interés fundamental
el acceso a tecnologías modernas de salud a la población de países en desarrollo,
pide que se liberen las patentes otorgadas y pendientes como la P2021-0232,
solicitada el 6 de agosto de 2021, que protege en el país el medicamento
denominado PF-07321332 fabricado por Pfizer.
Afortunadamente, el artículo 46 de la Ley 20-00 sobre Propiedad Industrial permite a cualquier parte interesada solicitar una licencia de interés público a favor del pueblo dominicano. Ahora queda en las manos de las autoridades, en particular de la ONAPI, el otorgamiento de esa licencia que permitiría la distribución y producción de ese medicamento en territorio nacional. Esto sería clave en la lucha que lleva a cabo el gobierno del presidente Abinader en contra del covid-19.
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