[Escrito el 15 de diciembre de 2021]
La Reserva Federal, el banco central de los Estados Unidos, anunció que
el desmonte del estímulo monetario, ejecutado desde 2020 para enfrentar los
efectos económicos de la pandemia del covid-19, será más rápido de lo señalado
el pasado noviembre. A partir del mes de enero de 2022, la compra de bonos se
reducirá en 30 mil millones de dólares mensuales, ritmo que implica que en abril
ya no habrá más estímulo monetario.
A pesar de que se votó a favor de mantener constante la tasa de política
monetaria en un nivel cercano a cero, la mayoría de los funcionarios de la
Reserva Federal proyecta que el año próximo habrá tres aumentos de esa tasa con
el objetivo de desacelerar la tasa de inflación. Se prevé que esos incrementos
serán cada uno de 25 puntos básicos, seguidos de tres aumentos adicionales en
2023 y dos en 2024. El objetivo es llevar la tasa de interés de política al
entorno del 2% anual.
Al observar el comportamiento de los mercados bursátiles, parece ser que
los agentes económicos esperaban, en medio de una gran incertidumbre, un posible
desmonte del estímulo monetario más rápido y, quizás, una señal más agresiva
sobre la nueva posición monetaria. Por eso, al conocerse la noticia de que el
desmonte concluirá en marzo y no antes, los tres índices americanos, el Dow
Jones, S&P 500 y el Nasdaq subieron en 1.1%, 1.6% y 2.2%, respectivamente.
Pienso que el banco central estadounidense transita sobre el filo de la
navaja. Si realiza un apriete monetario demasiado rápido, que implique un
aumento prematuro de la tasa de interés, se produciría una desaceleración de la
actividad económica, impactando negativamente sobre la creación de empleo y las
cotizaciones bursátiles. En contraste, si el ajuste monetario es demasiado
lento, podría generase un sobrecalentamiento por el lado de la demanda y el
mercado laboral que genere mayor inflación.
Algo que queda claro de la decisión de la autoridad monetaria de los
Estados Unidos es que quiere alcanzar el pleno empleo. En la actualidad la tasa
de desocupación es 4.2%, cifra superior a la tasa de 3.5% que se registró en
febrero de 2020. Es muy probable que, aun cuando no se diga explícitamente, Jerome
Powell, el presidente de la Reserva, desee alcanzar la tasa de desocupación pre
pandémica antes de aumentar la tasa de interés. Ya se verá si la presión de la
inflación no lo lleva a aumentarla antes.
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