[Escrito el 22 de marzo de 2021]
El ministro de Energía y Minas, Antonio
Almonte, afirmó en un reciente artículo que la opción de vender acciones de la
Central Termoeléctrica Punta Catalina (CTPC) después emitir bonos corporativos
es peor que venderla a precio de vaca muerta. Esa afirmación es incorrecta y revela
que desconoce los principios básicos de las finanzas corporativas.
En dos artículos publicados en 1958 y 1963, los
profesores Franco Modigliani (MIT) y Merton Miller (UChicago), ganadores del
Premio Nobel de Economía, desarrollaron el famoso teorema Modigliani-Miller sobre
la irrelevancia de la estructura de capital, el cual permite demostrar fácilmente
que el señor Almonte se equivoca nuevamente. Ese teorema establece que, dada la
tasa impositiva, el valor de una empresa endeudada es igual a la suma del valor
de la empresa no endeudada más el monto correspondiente al ahorro fiscal, que
se crea al deducir los gastos por intereses del impuesto sobre la renta. Por
eso recomiendan que las empresas operen con un nivel óptimo de
endeudamiento.
En términos generales, el valor de una empresa depende
de su capacidad de generar ingresos a lo largo de los años. A mayor capacidad,
mayor valor. Para sumar los ingresos que se obtendrán en un período de cuarenta
años, como lo previsto para Punta Catalina, hay que ponderar cada peso futuro
por un factor que recoja el riesgo de obtener ese ingreso en el futuro.
Mientras más riesgoso y lejano en el tiempo se reciba un peso, menor valor
actual tendrá.
Una empresa puede financiar sus activos con
deuda o con patrimonio. La deuda puede ser un bono corporativo que paga una
renta fija a los acreedores, le vaya bien o mal al negocio. En cambio, el
patrimonio o capital propio consiste en acciones que generan una rentabilidad a
favor de los accionistas si y solo si el negocio tiene beneficios. Dado que mayor
riesgo implica mayor rentabilidad, la tasa de interés de la deuda, por ejemplo 6.9%,
es menor que la tasa de rentabilidad requerida por los inversionistas para
convertirse en accionistas, por ejemplo 15%.
La tasa de descuento que se utiliza para
calcular a la fecha de hoy los ingresos que se obtendrán en el futuro es una
combinación de la tasa de interés de la deuda neta de impuestos y de la tasa de
rentabilidad del patrimonio. Si la empresa decide tener, por ejemplo, 70 de deuda
y 30 de patrimonio, y la tasa del impuesto sobre la renta es igual a 27%, la
tasa de descuento ponderada será igual a 8%, que es menor al 15% del costo del
patrimonio. Al reducirse la tasa de
descuento ponderada de 15% a 8%, se llega a la conclusión de que el valor de la
empresa que se endeuda es mayor que el valor de la empresa financiada 100% con
patrimonio.
Punta Catalina, asumiendo una relación 70 de
deuda y 30 de patrimonio, tiene un valor de mercado en el entorno de 2,600
millones de dólares. Por tanto, si el gobierno dominicano vendiese un 50% de
las acciones recibiría en efectivo un total de 2,175 millones de dólares, que
es la suma de 1,750 millones por concepto de bonos emitidos por la empresa y
425 millones de dólares por la venta del 50% de las acciones, equivalente a 126,150
millones de pesos. Cifra muy superior a los 87 mil millones de pesos
presupuestados por el gobierno de Abinader como ingresos por la venta de
activos eléctricos. Por tanto, esa opción es mucho mejor que venderla a precio
de vaca muerta, como lo quiere el señor Almonte.
Señor Almonte, por mas que usted este en una posición privilegiada como funcionario del gobierno, le exhorto dejar el dime-y-direte con el Señor Aristy Escuder.
ResponderEliminarLiteral y sistemáticamente el Sr. Aristy Escuder desmonta cada uno de los argumentos que emite Almonte con pruebas fehacientes.
El ego del Sr Almonte no lo deja ver la realidad, que, ya esta siendo hasta irrisorio con cada comentario que dice sobre Punta Catalina.
Atentamente, un colega querido.