[Escrito el 9 de diciembre de 2016]
El pobre desempeño
dominicano en la prueba PISA confirma la necesidad de mejorar la calidad del
maestro. En matemáticas y ciencias, la República Dominicana quedó en el último
lugar de la citada prueba.
El Programa Internacional
para la Evaluación de Estudiantes (PISA, por sus siglas en inglés) se aplica
cada tres años a estudiantes de 15 años en 73 países. Su resultado permite
evaluar la calidad del sistema educativo de cada nación.
Existe evidencia que
demuestra que el secreto de las buenas calificaciones de un estudiante es el
maestro. En un artículo publicado en The Economist en junio de este año, sobre
cómo hacer un buen maestro, se afirma que en un año el 10% de los mejores
profesores imparte tres veces más conocimiento a sus estudiantes que el 10% de
los peores profesores.
En diversas ocasiones
he señalado que para mejorar el magisterio se requiere atraer a esa actividad a
bachilleres que hayan obtenido excelentes calificaciones. Lamentablemente, en
la República Dominicana los peores estudiantes del bachillerato son los que se
convierten en maestros. Esto es grave porque tener malos profesores no solo
reduce lo aprendido por los estudiantes, sino que disminuye el flujo de
ingresos que podrían obtener en su vida adulta. En "Los maestros en República Dominicana: Carreras e Incentivos" se presenta un estudio sobre el magisterio en el país. A pesar de que se publicó en el año 2002, sus conclusiones siguen teniendo vigencia.
El resultado de los
escolares dominicanos en la prueba PISA debe ser tomado como un reto para toda
la sociedad. Las familias, el sector público y las empresas privadas deben
comprometerse a un trabajo conjunto para mejorar la calidad del maestro,
elevando así el nivel de conocimientos de los niños dominicanos.
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