[Escrito el 5 de enero de 2016]
Los
mercados bursátiles han comenzado 2016 con un comportamiento a la baja. El Dow
Jones registró el lunes su mayor retroceso (-1.6%) en un inicio de año desde la
crisis de 2008. Hoy también abrió a la baja, pero al final de la sesión se
recuperó aumentando en 0.06%.
Las
acciones de empresas energéticas son las que peor comportamiento han exhibido
debido al descenso del precio del barril de petróleo. Después de registrar una
elevada volatilidad el lunes debido a las tensiones entre Irán y Arabia
Saudita, hoy martes el precio de ese producto descendió en 1.6% colocándose en 36.19
dólares por barril.
La
incertidumbre sobre el desempeño del sector manufactura en China también está
afectando negativamente los precios de las acciones. El mercado chino cayó en
un 7% el lunes, obligando a las autoridades gubernamentales y monetarias a
adoptar hoy medidas para calmar a los inversionistas.
Esa
incertidumbre afecta negativamente a la región latinoamericana. El descenso de
la actividad china deteriora los precios de los bienes básicos y reduce los
ingresos tributarios de América Latina. Esto se traduce en un mayor déficit
fiscal, menor crecimiento económico, mayor inflación y una depreciación
cambiaria más acelerada.
Ante esta
situación económica, Latinoamérica debe manejarse con mucho cuidado. La
política económica debe promover la confianza de los inversionistas, para que
sea posible el refinanciamiento de la deuda pública externa. Esto es clave para
mantener la capacidad de honrar oportunamente el servicio de esa deuda e
iniciar el proceso de recuperación económica.
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