[Escrito el 19 de enero de 2016]
El fenómeno
de El Niño consiste en choques climáticos provocados por el aumento inusual de
las temperaturas del océano Pacífico comprendido entre Ecuador y Perú. En un interesante
documento del FMI, publicado en abril de 2015, se cuantifica el impacto económico
del fenómeno atmosférico El Niño en un conjunto de 21 países. El estudio determina
las consecuencias sobre el crecimiento económico, la inflación, la demanda de energía
y los precios bienes básicos distintos a los combustibles.
Para un
grupo de países, como Australia, Chile, Indonesia, India, Japón, Nueva Zelanda
y África del Sur los choques de El Niño provocan un descenso transitorio en su
ritmo de crecimiento económico. Para otro grupo de países, como Estados Unidos,
Canadá y Europa la ocurrencia de El Niño tiene un efecto positivo sobre la
actividad económica.
Para la
mayoría de los países ese fenómeno atmosférico provoca un aumento transitorio
de los precios de los productos básicos distintos a los combustibles. En ese
contexto, resalta el incremento de los precios de los productos agrícolas
debido a la escasez provocada por las sequías.
En 2015, la
República Dominicana experimentó un significativo aumento de precios de algunos
alimentos (e.g., plátano) debido a una de las peores sequías registrada en el
país. Ese tipo de resultado lleva a recomendar la adopción de políticas
económicas, comerciales y agrícolas que tomen en consideración la ocurrencia de
los efectos del fenómeno atmosférico El Niño.
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