[Escrito el 21 de septiembre de 2015]
España no
quiere permitir que Cataluña se independice. Y se lo ha dejado saber de la
manera más dolorosa: a través del costo económico.
El
gobernador del Banco de España Luis María Linde ha dicho que existe riesgo de
corralito si Cataluña se independiza. Dado que conozco muy bien a los catalanes
ese mensaje significa que la “bolsa” dejaría de sonar en Barcelona, pues la
separación de España quebraría los bancos y a sus depositantes, quienes no
podrían retirar sus recursos de las entidades financieras.
Linde le ha
enviado un mensaje directo al presidente de la Generalitat, Artur Mas. Cataluña
tendría que salir del euro y no tendría acceso al financiamiento del Banco
Central Europeo. En otras palabras, le dijo: piensen en un escenario como el de
Grecia, pero sin el apoyo del organismo emisor europeo. La magnitud de la devaluación
del “Gaudí,” nombre que pienso podría llevar la futura moneda catalana, sería significativa
y terrible para los bolsillos de los catalanes.
Artur Mas
ha respondido de mala manera al gobernador Linde. Tomo textualmente del
periódico El País la cita del presidente Mas: “Es irresponsable e indecente
amenazar con cosas que nadie en un país democrático se atrevería a insinuar. Lo
hacen porque no tienen ningún otro argumento.” Y amenaza con no asumir la parte de la deuda pública del Estado
español que corresponde a Cataluña.
Espero que
los economistas catalanes pro independencia, a quienes conozco personalmente y sé que son excelentes, tengan
previsto cómo enfrentar esa posible crisis que tiene muy preocupados a los
principales bancos españoles, los cuales tienen como opción retirarse de
Cataluña. Un evento que provocaría que la bolsa dejase de sonar en la tierra de mi abuelo.
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