(Escrito el 26 de agosto de 2015)
El
presidente del Banco de la Reserva Federal de Nueva York, William Dudley,
afirmó hoy que la posibilidad de que el banco central de los Estados Unidos
incremente su tasa de interés en septiembre se ha reducido debido a la
volatilidad de los mercados de capitales.
Y no es para menos. En los últimos días los
principales indicadores bursátiles estadounidenses han retrocedido en más de un
12%, provocando pérdidas de miles de millones de dólares a los inversionistas. Además,
la incertidumbre sobre el crecimiento de China ha incrementado el riesgo a la
baja de la actividad económica en todo el mundo.
Afortunadamente,
el mercado en los Estados Unidos registró hoy un comportamiento positivo. El
Dow Jones subió 619 puntos, equivalente a un 3.95%, cerrando en los 16,285
puntos. El S&P 500 se incrementó 3.9% y el Nasdaq avanzó 4.24%.
Ese rebote
es el incremento más grande en un solo día en casi cuatro años. Esa subida es
el típico comportamiento de un mercado que ha estado afectado por las ventas
masivas de inversionistas nerviosos por informaciones exógenas a su economía y
que, si bien son importantes, no son determinantes para el desempeño de los
Estados Unidos.
La subida
de hoy no significa que no se registrarán futuras caídas en los índices
bursátiles. Mi pronóstico es que el precio de las acciones tendrá un movimiento
sinusoidal que tenderá a estabilizarse después de varias subidas y bajadas,
como olas en el mar.
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