El Banco Central Europeo tiene planeado aplicar medidas de
flexibilización crediticia a favor de las pequeñas y medianas empresas.
Su objetivo es promover la demanda de crédito y el
crecimiento de esos negocios, lo cual aceleraría la tasa de inflación que en la
actualidad se encuentra en un 0.7%, menos de la mitad del 2% deseado por las
autoridades monetarias.
Una de las medidas que se aplicará será la subasta de dinero
del banco central a tasas de interés muy bajas. Los bancos comerciales que
adquieran esos recursos lo harían con la condición de prestarlos a las pequeñas
y medianas empresas a costos financieros muy competitivos.
También se prevé que el organismo emisor compre cartera de
pymes originadas en el sistema financiero. Esa medida elevaría la cantidad de
recursos disponible para esas empresas y presionaría las tasas de interés a la
baja.
La expansión monetaria también tendería a depreciar el euro.
Esto elevaría la competitividad, lo cual apoyaría a las economías que necesitan
aumentar sus exportaciones para reducir su tasa de desempleo.
España es uno de los países que se beneficiaría mucho de esa
política del Banco Central Europeo, pues tiene una gran cantidad de pequeñas y
medianas empresas exportadoras. Su expansión estimularía el PIB, cuyo ritmo de
crecimiento se prevé en 1.1% en 2014, y aumentaría el empleo, que es una meta
muy deseada por todos los españoles.
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