El comportamiento del tipo de cambio nominal en los últimos días ha provocado
incertidumbre en algunos agentes económicos. Del viernes 7 al lunes 10
de junio el tipo de cambio subió 14 centavos, lo cual contrasta con el promedio
de los primeros 5 meses del 2013, el cual fue de 18 centavos al mes.
Es lógico que las más recientes decisiones de política económica eleven
un poco el tipo de cambio. El incremento de 9 mil millones de pesos de inversión
pública; la reducción de la tasa de interés de política monetaria en 75 puntos básicos;
y la liberación de 20 mil millones de pesos de encaje son medidas que aumentan
la demanda de divisas y, en consecuencia, aceleran la depreciación del peso.
Sin embargo, esas medidas son compatibles con las políticas monetarias y
fiscales incluidas en el programa monetario de 2013, pues las mismas tenían
como meta revertir el sobreajuste fiscal y la desaceleración del ritmo de
crecimiento del crédito al sector privado que se había registrado en los
primeros meses de este año. Debe recordarse que en los primeros cuatro meses
del año el déficit público fue mucho menor que lo establecido en el presupuesto
y que el crédito al sector privado, como porcentaje del PIB, estaba
descendiendo. La contrapartida de ese sobreajuste fue la desaceleración económica
y un mayor ritmo de acumulación de reservas internacionales netas.
Esto me lleva a pronosticar que en los próximos meses el tipo de cambio
nominal se depreciará en promedio a un ritmo de algo menos de 20 centavos al
mes. Eso colocaría la cotización del dólar hacia diciembre en menos de 43
pesos, nivel que es la meta cambiaria del programa monetario y del presupuesto
del Gobierno General.
A quienes tienen incertidumbre, o aquellos que desean apostar contra el
peso dominicano, me permito recordarles que el Banco Central tiene mucha
holgura para mantener la estabilidad cambiaria y de precios. Esto significa que
las autoridades monetarias utilizarían, si fuera necesario, la tasa de interés de política monetaria, el
encaje legal o sus reservas internacionales netas, que superan actualmente los
4 mil millones de dólares, para mantener el tipo de cambio sobre una
trayectoria estable. A la influencia cambiaria de esos instrumentos monetarios
hay que añadir la mayor oferta de divisas –a favor del Gobierno- que se
producirá por la renegociación del contrato con la empresa Barrick Gold.
Si me preguntan hacia dónde se moverá la cotización del dólar en los próximos
días mi respuesta sería hacia abajo, hasta llegar a 41.50 pesos. Esa es mi
predicción.
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