Héctor
Valdez, Gobernador del Banco Central, es un hombre inteligente y experimentado.
Eso le permite saber muchas cosas en el ámbito económico. Recientemente ofreció
unas declaraciones que revelan la gravedad de la situación económica actual y
futura de corto plazo en la República Dominicana.
Valdez
sabe que el gobierno de Leonel Fernández nunca ha controlado el gasto público,
en especial durante los períodos electorales. Por eso favorece que el acuerdo
Stand-By firmado con el Fondo Monetario Internacional –actualmente en suspenso-
sea reactivado y extendido por seis meses más. Según las palabras del Gobernador,
la extensión del acuerdo con el FMI permitiría “garantizar certidumbre,
credibilidad y buen manejo en este proceso electoral.”
Leonel
Fernández desequilibró las finanzas públicas en los procesos electorales de
2008 y 2010. ¿Qué impediría que las desajuste nuevamente en el 2012? ¿La
extensión del acuerdo con el FMI? Héctor Valdez sabe que una extensión del
acuerdo con el Fondo no detendría a Leonel. El sabe, mejor que nadie, que Leonel
Fernández desbordará el gasto público, llevando el déficit gubernamental por
encima de los 56 mil millones de pesos en el año 2011. De hecho en los últimos
cuatro años, el déficit público acumulado se ha situado en el entorno de los
217 mil millones de pesos. Nunca antes un gobierno había sido tan
despilfarrador.
El
Gobernador sabe que existe una grabación en la cual Leonel Fernández afirma que
gastará durante el proceso electoral 40 mil millones de pesos, para tratar de
revertir la voluntad popular que desea un cambio en el rumbo de la economía
nacional. La extensión del acuerdo con
el FMI no evitará que Leonel siga endeudando al gobierno masivamente, con el
Banco de Reservas, con la banca privada, con los mercados de capitales
internacionales, con los suplidores y contratistas, con los generadores de
electricidad y con todo aquel que esté dispuesto a venderle a crédito al
gobierno.
Valdez
sabe que ese aumento del déficit público presionará la demanda agregada y
empeorará el déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos, que ya
supera los 4,500 millones de dólares. El Gobernador sabe que podría compensar
ese efecto mediante un incremento de las tasas de interés que disminuya la
demanda privada. Pero no quiere subir las tasas en un período electoral. Todo
lo contrario, prefiere bajarla, aunque sea transitoriamente mediante la
liberación de encaje legal.
La
experiencia de Valdez le permite saber que los desequilibrios fiscales y de
cuentas externas presionan al mercado cambiario. El Gobernador es quizás la
persona que mejor conoce cómo funciona ese mercado y lo que se requiere para
mantener estable el tipo de cambio. Sabe que en medio de desequilibrios macroeconómicos
deberá subir las tasas de interés –lo que está descartado- o intervenir en ese
mercado vendiendo reservas internacionales de divisas del Banco Central.
Héctor
Valdez sabe que para vender divisas necesita conseguirlas previamente. Por eso
favorece que se extienda el acuerdo con el FMI. En ese contexto, el Gobernador
sabe que el FMI tiene para desembolsar 510.9 millones de dólares al país, de
los cuales 381.3 millones de dólares van directamente al Banco Central y los
129.6 millones de dólares restantes van al gobierno, pero para ser pagados al
Banco Central por concepto de intereses de los bonos de capitalización. Eso
significa que el 100% de los desembolsos restantes lo recibirá el gobierno.
Esto revela también el por qué el gobierno no tiene interés en continuar con el
FMI, pues tendría que aplicar un ajuste a la tarifa de electricidad de un 18% y
no recibiría desembolsos que pudiese usar para financiar mayores gastos.
El
Gobernador Valdez sabe que el gobierno de Leonel prefiere seguir exprimiendo al
Banco de Reservas. De hecho, el monto de préstamos triangulados –ahora se le
llama factoring- que se otorgan a las instituciones públicas a través de
operaciones con contratistas y suplidores del Estado, ascendió a 15,500
millones de pesos a noviembre de este año. Una cifra que mete miedo por el
exceso de crédito doméstico neto que se está creando, desbordando las metas
establecidas por el FMI.
Héctor
Valdez sabe que necesita más divisas que le sirvan como oxígeno para mantener
la estabilidad cambiaria hasta agosto de 2012. Y también sabe que el próximo
gobierno tendrá que realizar ajustes para enfrentar los severos desequilibrios
macroeconómicos y el excesivo nivel de endeudamiento que se heredarán del
gobierno de Leonel Fernández.
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