[Escrito el 19 de febrero de 2024]
La desaceleración de la demanda interna de China reduce la utilización
de la capacidad productiva de sus empresas. Esa situación lleva a sus
autoridades a adoptar medidas que permitan incrementar las exportaciones y así
mantener operando las plantas industriales a mayor capacidad.
El dumping es una de las políticas comerciales que se suele adoptar en
China. El dumping consiste en la venta de productos en el país importador del
bien a un precio inferior a su valor normal o costo de producción que existe en
el país exportador. Dado el control que tiene el gobierno chino de gran parte
del entorno económico, se pueden otorgar subsidios a insumos clave y aprobar
préstamos a tasas de interés menores a la del mercado con el objetivo de
reducir artificialmente los costos de producción.
Esos subsidios, muchas veces ocultos o poco transparentes, permiten a la
empresa vender en el extranjero a precios por debajo del costo de producción
real. La llegada de esos productos al
país importador a un precio más bajo al que suplen el mercado los productores
domésticos tendría dos efectos. En el corto plazo los consumidores se
beneficiarían porque podrán adquirir el bien a un menor precio de equilibrio.
Sin embargo, el dumping elevaría la probabilidad de que el productor nacional
quiebre y salga del mercado. Esto revela que, en el mediano plazo, el dumping
le daría la capacidad a China de controlar el mercado doméstico y fijar un
precio superior al que previamente existía, perjudicando al consumidor.
Estados Unidos y la Unión Europea
se han quejado de la práctica de dumping de China. Específicamente, están
preocupados por las políticas de apoyo industrial, así como por medidas
macroeconómicas, que elevan la capacidad de las empresas chinas de penetrar con
mayor competitividad en los mercados estadounidense y europeo. El caso de los
vehículos eléctricos es importante, pues las empresas chinas, que cuyos
subsidios estatales están siendo investigados por la Unión Europea, han logrado
desplazar a Tesla como el principal fabricante de vehículos eléctricos del
mundo.
La República Dominicana también ha sufrido el dumping de China. Cabe
recordar que ese país es la gran fábrica del mundo, por lo que todo lo que
produce la industria dominicana es o puede ser suplido por empresas chinas.
Afortunadamente, la Comisión de Defensa Comercial ha realizado un
extraordinario trabajo investigando los posibles casos de dumping y, en los
casos en que se ha demostrado la presencia de esa práctica, ha establecido las
medidas antidumping adecuadas que han evitado la destrucción o deterioro de la
rama de producción nacional.
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