[Escrito el 21 de enero de 2022]
En diversos medios he escuchado hablar del costo, valor y precio de la
Central Termoeléctrica Punta Catalina como si los tres conceptos fuesen
iguales. La realidad es que están relacionados, pero son distintos.
El costo de Punta Catalina se determina por los pagos realizados al
Consorcio constructor por concepto de construcción de esa central eléctrica. El
Contrato de Ingeniería, Procura y Construcción (EPC, por sus siglas en inglés),
establece claramente que existen varios componentes de ese costo: un monto base
de 1,945 millones de dólares, que incluye el puente y el muelle de la central eléctrica
con una longitud de 1.6 kilómetros; la suma correspondiente a la aplicación de
la indexación definida por la fórmula polinómica, que ascendió a 86.5 millones
de dólares; las sumas adicionales originadas por variaciones aplicadas al
proyecto original solicitadas y aprobadas por la CDEEE, que asciende a 27
millones de dólares; y 395.5 millones de dólares por reclamos exigidos por el
Consorcio constructor, monto al que se arribó después de una intensa
negociación y mediación en el marco de la ICC en la ciudad de Nueva York,
reduciéndose los reclamos de 973 millones de dólares a los 395.5 millones de
dólares antes mencionados. Esto significa que el costo pagado al Consorcio
constructor y que representa el costo de Punta Catalina a ser registrado como
valor de los activos en los libros contables es de 2,454 millones de dólares.
El valor de Punta Catalina se determina como el valor presente del flujo
libre de efectivo que obtendrá esa empresa en los próximos cuarenta años. Ese
flujo libre de efectivo, estrechamente vinculado con las ganancias antes de
intereses, depreciación y amortización, depende del contrato de compra y venta
de energía de largo plazo que se firme con las empresas distribuidoras de
electricidad. El costo de capital utilizado para descontar ese flujo de
efectivo que se obtiene a lo largo del tiempo resulta de combinar el costo del
patrimonio con la tasa de interés de la deuda, dada la estructura de capital
que se defina como óptima para el valor del negocio. El uso de esa metodología
de valoración de activos arroja como resultado que el valor estimado de Punta
Catalina es de 2,600 millones dólares.
El precio de Punta Catalina, en particular de las acciones de esa
empresa, en caso de que el vehículo que se utilice sea una Sociedad Anónima, se
determina en función de la interacción entre la oferta y la demanda de esos
títulos financieros. Ese proceso se realiza en forma de una subasta, que se
lleva a cabo después de que se presenta la empresa, sus bondades tecnológicas y
capacidad de generación de efectivo durante 40 años, partiendo del valor
estimado de 2,600 millones de dólares. Esa subasta permite que el oferente de
las acciones y los compradores con mayor disposición a pagar por las acciones,
lleguen a un acuerdo que define un precio de equilibrio que es el mejor para
ambas partes. Un proceso eficiente y muy transparente.
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