[Escrito el 24 de agosto de 2016]
El presidente Danilo
Medina prometió ejecutar un conjunto de medidas encaminadas a mejorar las
condiciones de vida de la población. Para convertir sus promesas en realidad
necesitará dinero.
La presión tributaria
de 14% no deja mucho margen de maniobra. De ese 14% del PIB reste cuatro puntos
del PIB de la inversión en educación, quedan 10% del PIB. De esa suma reste
tres puntos del PIB de intereses de la deuda pública, quedan 7% del PIB. A ese
monto quítele tres puntos del PIB de transferencias -sea de solidaridad o al
sector eléctrico- y le quedan 4% del PIB. A esos recursos réstele dos puntos
del PIB de la inversión en salud pública, y le quedan 2% del PIB para todo lo
demás. Definitivamente, falta dinero.
El presidente Medina
habló de enfrentar la elusión y la evasión tributaria. La elusión se origina
cuando los contribuyentes utilizan los agujeros que existen en las leyes
tributarias para reducir sus obligaciones impositivas. La evasión ocurre cuando
se adoptan medidas que violan el Código Tributario para evitar el pago de los
impuestos. Medidas que permitan la reducción de la elusión y la evasión podrían
generar varios puntos del PIB de nuevos ingresos para el gobierno.
Al mismo tiempo se
debe ejecutar, así lo dijo el Presidente, una mejora de la calidad del gasto
público. Pienso que un presupuesto basado en resultados elevaría de manera
significativa el impacto favorable del gasto público sobre las condiciones de
vida de la población. Eso sería positivo.
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