[Escrito el 16 de agosto de 2016]
En el día de hoy, el
presidente Danilo Medina inició su segundo mandato. Las expectativas de la
población se concentran en la adopción de medidas que tiendan a mejorar la
distribución de los beneficios que se obtienen del crecimiento económico.
El valor agregado o
producto interno bruto se distribuye entre asalariados y propietarios del
capital. Por lo tanto, cuando se habla del crecimiento del PIB lo que se quiere
decir es que aumenta el monto total de salarios pagados en la sociedad, así
como lo hace el nivel de beneficios de las empresas.
Un dato evidente es que la tasa de variación
de la remuneración no es la misma para todos. En un entorno de dinamismo económico,
algunos se benefician más que otros.
Los trabajadores se
pueden dividir entre calificados y no calificados. Existe amplia evidencia que
demuestra que los calificados son los que reciben mayores ingresos. En
consecuencia, para que en los próximos cuatro años los incrementos del PIB se
distribuyan más equitativamente habría que aumentar el nivel de calificación de
los trabajadores que perciben menores ingresos.
Por otra parte, los
beneficios o las utilidades de las empresas tampoco crecen al mismo ritmo. Las
empresas más eficientes o las que tienen poder monopólico son las que se
benefician más del crecimiento económico. En consecuencia, la promoción de la
competencia en sectores concentrados y la adopción de medidas que aumenten la
productividad y competitividad de las micro, pequeñas y medianas empresas
mejorarían la distribución de los beneficios que se crean cuando aumenta el
producto interno bruto.
Esas medidas ayudarán
a crear una sociedad más justa.
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