[Escrito el 20 de julio de 2016]
La decisión
del Reino Unido de abandonar la Unión Europea se explica por el interés de los
británicos de detener la entrada de flujos migratorios. Al principio de los
años noventa, el saldo de entrada y salida de personas en esa nación era igual
a cero. El año pasado la inmigración neta fue de 333 mil personas.
Los
británicos sienten que esa masiva entrada de personas tiene un elevado costo
para ellos. Por un lado, la inmigración deprime el salario promedio de los
sectores productivos receptores de esos flujos migratorios. Por otro lado, la
inmigración aumenta la demanda de servicios públicos, lo cual deteriora las
finanzas públicas y/o reduce los servicios disponibles para la población
nativa.
De acuerdo
a algunos expertos, ese costo de la inmigración provocó que la gente se dejase
convencer de que era mejor abandonar la Unión Europea y cerrar las fronteras a
nueva migración.
La
inmigración haitiana ha provocado ambos efectos económicos en la República
Dominicana. En dos estudios que realicé se determinó que la entrada de
haitianos deprime el salario de las actividades donde llegan -como es la
construcción y la agricultura- y eleva la demanda de servicios públicos. Esto
se explica porque los haitianos que llegan al país son muy parecidos, en
términos de capital humano, al segmento de dominicanos de menores ingresos,
quienes son demandantes netos de recursos del Estado Dominicano.
El futuro
dirá si en la República Dominicana se originan también presiones políticas que
intenten detener esos flujos migratorios.
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