[Escrito el 3 de noviembre de 2015]
El Estado
juega un papel importante en el proceso de desarrollo económico y social. Las
compras de bienes y servicios, y las contrataciones de obras de infraestructura
elevan el capital humano y real de una sociedad, favoreciendo la mejora de la
calidad de vida de la población.
La
inversión en educación y salud permite una expansión de la productividad
laboral y un aumento de los ingresos. Por eso se entiende que un buen sistema
de compras públicas puede mejorar significativamente el aporte del Estado al desarrollo.
En una presentación que realicé recientemente, considero que ese aporte va más allá de ofrecer bienes y servicios directa
o indirectamente.
Un sistema
de compras públicas eficiente, transparente y libre de corrupción crea
intangibles que son indispensables para la expansión del bienestar de la gente.
A mayor cantidad de pequeñas y medianas empresas mayor competencia existe,
incrementándose el superávit del consumidor, que puede adquirir mayor cantidad
de bienes y servicios a menores precios y mejor calidad.
Las compras
públicas, si se enfocan más allá de los costos de corto plazo, permiten
aumentar el flujo de efectivo de las pymes, lo cual es un elemento clave de su
valor de mercado. Un sistema de compras sin corrupción elimina el riesgo de
venderle al Estado y le da confianza a los suplidores de que recibirán el 100%
de su factura. A menor nivel de riesgo mayor es el valor presente descontado de
ese flujo de efectivo. En consecuencia, las compras públicas elevan el valor de
las pymes y promueven la productividad, el empleo, los ingresos laborales y
mejoran las condiciones de vida de la población.
Comparto plenamente ese enfoque. El reto es grande. Concluir las reformas al sistema de pagos, y un flujo de procesos diáfanos, será determinante para que las micro, pequeñas y medianas empresas puedan convertirse en ese motor de desarrollo del pais.
ResponderEliminarHay un tema de fondo que se ha trabajado poco. A mi juicio, nadie que sea servidor (a) público deberia poder participar en un proceso de compra o contratación, lo que permite la ley, aún en aquellos casos donde se utilicen modalidades como la del sorteo donde interviene el azar. Esto así porque la tratativa se da entonces, en la prioridad de pagos. Mientras el sistema funcione con grados importantes de discrecionalidad en los pagos; cuando aún sea optativo el registro oportuno de la factura, la incidencia de la clase política será muy grande, lo que afecta directamente a las mipymes y mujeres. En un pais donde hay grados importantes de desempleo, nadie, absolutamente nadie, podría tener un trabajo en la administración y tener también la oportunidad de participar en un proceso de compra. No es justo. Y de eso se trata, de justicia social, de igualdad de oportunidades y de transparencia.