[Escrito el 30 de agosto de 2016]
Algunos analistas y
sindicalistas afirman que el salario mínimo debe ser incrementado
sustancialmente porque la canasta familiar de bienes y servicios a julio de
este año alcanza los 28,396 pesos. Esas personas piensan que esa canasta es la
que define si una persona es pobre o no. Aprovecharé este comentario para
aclarar algunos conceptos.
La canasta familiar se
calcula a partir de la encuesta de gastos e ingresos de la población. Con la
información proveniente de esa encuesta se elabora un patrón de consumo de la
población el cual se diferencia por tramo de ingreso. Y dado ese patrón de
consumo, el Banco Central de la República Dominicana computa el índice de
precios al consumidor.
A julio de este año,
la canasta familiar del primer quintil asciende a 13,001 pesos mensuales. Ese
es el costo del patrón de consumo de bienes y servicios del 20% de la población
de menores ingresos. Note que es un valor cercano al salario mínimo mensual.
En contraste, la
canasta familiar del quinto quintil, la que consume el 20% de población de
mayores ingresos, alcanza los 57,864 pesos. Esa cifra refleja el patrón de
consumo de los dominicanos más ricos.
Esa información revela
que cuando se publica que la canasta familiar subió a los 28,396 pesos, lo que
quiere decirse es que el patrón de gasto mensual promedio de los dominicanos
tiene ese costo, no que ese es el ingreso que se necesita para dejar de ser
pobre.
Si se estableciera un
salario mínimo de esa magnitud, dada la productividad de la mano de obra
actual, no me cabe la menor duda de que el desempleo aumentaría, impactando
negativamente a las personas de menores ingresos.
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