[Escrito el 7 de enero de 2015]
El año 2015
se inicia con muchos problemas para los países exportadores de petróleo. La
reducción de un 50% en el precio del petróleo está impactando negativamente a
esos países. Específicamente ha deteriorado sus cuentas externas y fiscales,
depreciado sus monedas, aumentado su tasa de inflación y provocado una
contracción del PIB real.
En un
interesante ensayo preparado por Olivier Blanchard y Rabah Arezki, funcionarios
del Fondo Monetario Internacional, se estima que el impacto dependerá de qué
tanto representa el petróleo en la economía de esos países.
Las
exportaciones de productos energéticos representan el 25% del PIB de Rusia, el
70% de sus exportaciones y el 50% de sus ingresos públicos. Eso explica la
masiva depreciación del rublo registrada en el segundo semestre de 2014.
En
Venezuela, el petróleo representa el 94% de las exportaciones y el 47% de los
ingresos públicos. Ante esa dependencia del petróleo, dudo que el Acuerdo de
Petrocaribe se mantenga en pie por mucho tiempo.
En Ecuador,
el petróleo representa el 55% de las exportaciones y el 30% de los ingresos
públicos. Espero que el presidente Correa pueda manejar adecuadamente esa
crisis.
Algunos
países africanos también están en serios problemas. El 80% del PIB de Guinea
Ecuatorial depende del petróleo y el 75% de los ingresos públicos proviene de
ese producto.
Y en muchos
países del Medio Oriente el 64% de las exportaciones y el 23% de los ingresos
públicos dependen del petróleo.
Mi consejo
es que aprendan a manejarse con austeridad.
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