[Escrito el 12 de octubre de 2016]
El Fondo Monetario
Internacional celebró la semana pasada la Asamblea de Gobernadores junto al
Banco Mundial. En ese escenario su Gobernadores, después de examinar el estado
de la economía global, realizaron recomendaciones con el objetivo de mejorar la
inclusión y el crecimiento económico.
La Asamblea declaró
que mantiene su compromiso con un crecimiento más balanceado, fuerte, sostenible,
incluyente y rico en empleo. Y se señaló que se utilizarán las políticas fiscal
y monetaria, junto a reformas estructurales, para alcanzar ese objetivo.
Las reformas
estructurales son fundamentales para aumentar el crecimiento potencial de las economías.
Esas reformas deben elevar la productividad y crear oportunidades para todos,
en particular para aquellos afectados negativamente por la globalización y el
cambio tecnológico.
Los países deben
ejecutar políticas fiscales que sean consistentes con la expansión económica,
la creación de empleo y la confianza. Se debe priorizar la inversión pública de
calidad, al mismo tiempo que se mantiene una deuda pública como porcentaje del
PIB que sea sostenible.
La política monetaria
de los países en desarrollo debe seguir siendo flexible. Aunque se reconoce que
ella sola no será capaz de alcanzar un crecimiento sostenible.
En la Asamblea del
Fondo también se recomendó la adopción de medidas para fortalecer el sector
financiero, mejorando su capacidad de aportar al proceso de expansión económica
y creación de empleo.
Por último, se afirmó
que debe continuar promoviéndose el comercio global. Esto cobra una gran
importancia ante el discurso antiglobalización de algunos líderes de países
desarrollados.
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