[Escrito el 10 de octubre de 2016]
No me gustó el segundo
debate entre Hillary Clinton y Donald Trump. Después de 90 minutos de dimes y
diretes me quedó un sabor amargo, provocado por la ausencia de las ideas de
políticas necesarias para lograr una mejoría en la sociedad estadounidense.
Donald Trump amenazó a
la Clinton con el nombramiento de un fiscal especial que la investigue y la
envíe a la cárcel si él llega a la presidencia. Es la primera vez que en un
debate presidencial se llega a caer tan bajo en los Estados Unidos.
Trump se defendió de
la conversación que le grabaron hace 11 años, en la cual hablaba negativamente
de las mujeres, atacando al presidente Bill Clinton citando nombres de mujeres
supuestamente abusadas por el pasado mandatario. Los insultos de uno y otro
lado fueron la parte más notoria en ese tema.
A mí me hubiese
gustado un debate concentrado en los temas económicos, que son los interesantes
para la mayoría gente. Los temas vinculados con el empleo, la salud, el
comercio exterior, la solidez de las finanzas públicas, entre otros, fueron
tocados muy superficialmente. Lamentablemente, cuando tocaron esos tópicos se
concentraron en tratar de demostrar cuál de los dos es más incompetente para manejar
la política económica.
Trump en numerosas
ocasiones afirmó que la Clinton no ha hecho nada en 30 años en la
administración pública, sea como funcionaria o como congresista. Y Hillary
señaló que Trump no está capacitado para ser Presidente de los Estados Unidos.
Espero que el próximo
debate presenten las políticas económicas, sociales yd de seguridad que
ejecutarían para mejorar las condiciones de vida del pueblo estadounidense.
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