viernes, 31 de mayo de 2013

Intereses eléctricos versus beneficio social

El presidente Danilo Medina señaló que está dispuesto a solucionar el problema eléctrico que afecta a la nación. Reconoce que para hacerlo deberá “chocar con intereses muy fuertes” que se oponen a las medidas que quiere adoptar para reducir el precio de generación de electricidad.

Sus palabras al ser pronunciadas en un acto del CEI-RD, organismo encargado de promover las exportaciones y las inversiones en el país, son un reconocimiento de la necesidad de disminuir el costo de la electricidad para mejorar la competitividad de los sectores productivos nacionales. Mientras las pequeñas y medianas empresas tengan que pagar  28 centavos de dólar por kilovatio hora de electricidad no podrán enfrentar exitosamente a las importaciones y sacarle el máximo provecho a los acuerdos de libre comercio.

El déficit del sector eléctrico ha llevado al gobierno a disponer anualmente de más de 1,500 millones de dólares en forma de subsidios. Imagínense los programas sociales en educación y salud que pudiera ejecutar el gobierno con ese dinero.  Lo grave es que a pesar de esos cuantiosos aportes la deuda de la CDEEE y de las empresas distribuidoras de electricidad con los generadores al 10 de mayo de este año se sitúa en los 607 millones de dólares.


Es obvio que además de instalar dos plantas a carbón de 300 MW cada una, que permitirían disminuir el precio del kilovatio generado en más de 10 centavos de dólar, sería imprescindible realizar cuantiosas inversiones para reducir las pérdidas de transmisión y comercialización de electricidad. Esas inversiones permitirían detectar y suprimir los esquemas de robo de energía que explican buena parte del déficit de flujo de caja de las empresas distribuidoras de electricidad.

La combinación de generación barata y menores pérdidas comerciales se traducirían en tarifas de electricidad más bajas. Ese nuevo escenario eléctrico, unido a una población más educada, y un Estado más institucional y eficiente ayudarían a elevar la productividad del país y desarrollar mayores fuentes de creación de riqueza para todos los dominicanos. 

2 comentarios:

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  2. El asunto es que la mente del dominicano dominante tiene, en lo económico un solo fin: Ganar mas y mas, sin importar quien caiga en el camino.
    Ninguna Nación puede durar en paz donde ese criterio domine.
    La ambición sin contención rompe el tarro donde está guardado el tesoro.
    Para evitar ese desastre es necesario que se tomen medidas heroicas.

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