El ajuste fiscal es socialmente doloroso, pues produce desempleo
y pérdida de bienestar. Ese tipo de ajuste es necesario cuando la economía
presenta déficits en sus cuentas fiscales y externas, situación que significa
que la población ha estado viviendo por encima de sus posibilidades.
Latinoamérica se hizo experta en esos ajustes durante los años ochenta.
En el siglo XXI, el caso de la zona euro es ilustrador. La política de
austeridad, como se denomina a la reducción del gasto público y al aumento de
los impuestos, ha reducido la actividad económica y el empleo en esos países.
En efecto, la tasa de variación del PIB real de la zona euro
esperada para 2013 es de -0.3% y la tasa de desempleo actual ha subido a un
12.1%, resaltando los casos de Grecia, 27.2%; España, 26.7%; y Portugal, 17.5%.
Mientras, la tasa inflación para 2013 será de apenas 1.2%.
Ese dato revela que existe un amplio margen de maniobra para poder ajustar las
cuentas externas mediante la depreciación de la moneda. De hecho, se estima que
el euro tiene casi un 12% de sobrevaluación con relación al dólar.
Si esos países europeos hubiesen devaluado su moneda el
ajuste económico hubiese sido menos doloroso, pues una parte de la corrección de los desequilibrios
fiscales y externos se hubiese logrado vía la pérdida de poder adquisitivo de
los salarios.
La ventaja de la
depreciación de la moneda es que la economía se hace más competitiva, aumentan sus exportaciones y se reducen las
importaciones.
El incremento de la producción doméstica destinada a los
mercados internacionales amortiguaría el efectivo negativo que la recesión
interna produce sobre el empleo.
Ese mayor ritmo de crecimiento económico se traduciría en
recaudaciones tributarias más elevadas y, en consecuencia, se lograría
disminuir el déficit público sin que el desempleo suba a niveles socialmente
inaguantables.
Si el Banco Central Europeo entiende este mensaje debería
reducir sus tasas de interés a la brevedad posible y dejar que el euro pierda
valor. Para mí, es mejor recibir un salario con menor poder adquisitivo que
estar desempleado.
Nota ampliatoria: El día 2 de mayo el Banco Central Europeo redujo su tasa de interés de política monetaria de 0.75% a 0.5%. La siguiente gráfica la tomo de El País.
Nota ampliatoria: El día 2 de mayo el Banco Central Europeo redujo su tasa de interés de política monetaria de 0.75% a 0.5%. La siguiente gráfica la tomo de El País.
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