sábado, 22 de junio de 2013

La crisis del modelo brasileño

Hace años señalé que el modelo económico implementado por Lula en Brasil estaba condenado al fracaso. En la actualidad el gigante latinoamericano lucha contra un lento crecimiento y una tasa de inflación de un 6.5%.

Durante el gobierno de Lula el crecimiento se fundamentó en una expansión de la demanda interna promovida por un gasto público creciente y la apreciación del tipo de cambio real.

Esto generó un déficit público potencial que fue cubierto por ingresos extraordinarios derivados del aumento de los términos de intercambio. Esa mejora de los ingresos de exportaciones de bienes básicos dependía del crecimiento de la economía china. La reciente desaceleración de ese país asiático provocó el descenso de los precios de los bienes básicos de exportación, cayendo su aporte a los ingresos del gobierno.

El descenso en los ingresos públicos, unido a una estructura de gastos creciente (e.g., transferencias condicionadas, seguridad social, proyectos de infraestructura), deterioró el saldo de las finanzas públicas. 
Esto ha llevado a las autoridades a tomar medidas que incrementen los ingresos tributarios y de servicios públicos, y que recorten los gastos públicos, lo cual ha reducido el poder adquisitivo de los ingresos de la población. 

Por otra parte, la apreciación del tipo de cambio real (provocada por el incremento de los términos de intercambio y por la masiva entrada de capitales al mercado bursátil) permitida bajo el modelo de Lula afectó negativamente las exportaciones del sector manufactura. Entre 2009 y 2013 el déficit de la cuenta corriente pasó de 17.6 billones de dólares a 70 billones de dólares, disminuyendo la capacidad de los sectores productivos de crear empleo.

Ante el deterioro de los ingresos y la necesidad de aumentar las recaudaciones del gobierno la población ha reaccionado negativamente, yéndose a huelgas y protestas violentas. El gobierno ha echado hacia atrás los aumentos anunciados en las tarifas del transporte en Sao Paolo  y Río de Janeiro, y a pesar de ello la población sigue protestando. Exigen medidas que reviertan el deterioro económico del país y que sancionen los actos de corrupción. Lecciones importantes que deben ser aprendidas. 

2 comentarios:

  1. Jaime.
    Una pregunta y esto, yo lo veo como lo mismo esta pasando en Dominicana

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  2. En resumen: "Comer es Primero", y cuando se toca la barriga de la gente no hay posicionamiento ni aprobación de gestión que valga. Pongamos nuestra barba en remojo entonces...

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