El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi,
declaró ayer que hacia mediados de este mes de octubre comenzará a comprar
activos del sector privado. El objetivo de esa medida es aumentar el grado de
liquidez de la zona euro y disminuir el riesgo de una deflación. En ese
contexto cabe resaltar que la tasa de inflación anualizada en septiembre cayó a
0.3%, su nivel más bajo desde 2009.
El programa de compras de esos activos financieros tendrá
una duración de dos años. Draghi no ofreció una cifra exacta, pero señaló que
las compras podrían llegar hasta colocar el nivel de activos del Banco Central
Europeo en el entorno del millón de millón de euros.
Ante la protesta del Bundesbank alemán, que se opone a la
excesiva flexibilización monetaria, Mario Draghi señaló que el gobierno de la
Merkel debería ejecutar una política fiscal expansiva para estimular la demanda
agregada en la eurozona. No obstante, también recomendó a los gobiernos con
problemas fiscales –como Francia, España e Italia- a ser muy cautos y a
respetar las reglas fiscales de un déficit público máximo de 3% del PIB, lo
cual es indispensable para mantener la confianza en la viabilidad del euro como
moneda común.
Esto significa que lo recomendado por Draghi es equivalente
a caminar sobre el filo de una navaja. Se desea estimular la economía, pero sin
que se desaten los demonios que provocaron la severa crisis de deuda soberana
europea en 2010.
No hay comentarios:
Publicar un comentario