viernes, 19 de junio de 2015

El nuevo caballo de Troya

[Escrito el 15 de junio de 2015]

Desde los tiempos del caballo de Troya, se le ha perdido la confianza a los griegos. Y ahora, en el Siglo XXI, vuelven a tomar acciones que representan un engaño para el resto de Europa.  

La crisis económica que afecta a Grecia se explica por su gasto público excesivo que fue ocultado de sus acreedores, de los organismos oficiales de la Unión Europea y del Fondo Monetario Internacional. A pesar de ese engaño se le aprobó un apoyo financiero de 245 mil millones de euros con el objetivo de que pudiera salir de la crisis.

A Grecia se le exigió como contrapartida del rescate el ajuste de sus finanzas públicas. Es decir, que incrementase sus recaudaciones tributarias y redujese el gasto público hasta alcanzar un superávit primario de 3% -reducido a 1%- del PIB en 2015.

Lamentablemente, el gobierno de Alexis Tsipras se resiste a tomar las medidas de ajuste. Y hoy, de manera desafiante, demanda a sus acreedores que suavicen sus reclamos para que Grecia pueda continuar con su déficit fiscal. Específicamente, Tsipras exige un acuerdo que no requiera el recorte de los gastos de pensiones (16% del PIB) como mecanismo de reducción del gasto público.


Ante esa posición, que podría desembocar en la cesación de pagos de la deuda que tiene Atenas con el Banco Central Europeo y con el FMI, los mercados bursátiles abrieron la semana a la baja. Atenas, -4.7%; Madrid, -1.7%; Frankfurt, -1.8%; París, -1.7%; y Milán, -2.4%. Y no es para menos, si se toma en cuenta que entre junio 19 y julio 10 Grecia deberá pagar 5,140 millones de euros y no tiene el efectivo para hacerlo. 

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