miércoles, 18 de junio de 2025

Corrigiendo a la baja

[Escrito el 17 de junio de 2025]

El Gobierno dominicano y el Banco Central han vuelto a reducir la tasa de crecimiento del producto interno bruto (PIB) proyectada para este año. Según el Panorama macroeconómico, publicado recientemente por el Ministerio de Economía, el país solo crecerá un 3.5%, muy por debajo del ritmo potencial de un 5%. 

Dado el comportamiento del PIB en los primeros cuatro meses del año, período en el cual se registró un crecimiento de un 2.5%, la actividad productiva tendría que expandirse a una tasa promedio de un 4% entre mayo y diciembre para que la economía alcance la nueva proyección del gobierno. La probabilidad de que eso ocurra es muy baja. 

Milton Friedman, profesor de Economía de la Universidad de Chicago, demostró que la política monetaria tiene un efecto rezagado y variable. De esto se desprende que los 81 mil millones de incremento de liquidez que aprobó recientemente la Junta Monetaria no tendrá un efecto inmediato sobre la inversión, el consumo y la actividad económica. 

En mayo de 2023, el Banco Central puso en marcha un programa de inyección de casi 200 mil millones de pesos y el PIB se expandió en un 2.4% entre junio y diciembre de 2023. Fue a partir del primer trimestre de 2024 que la economía creció a una tasa promedio superior a un 4%. En consecuencia, lo más probable es que en los próximos meses el PIB se incremente a un ritmo entre un 3% y un 3.2%, lo que llevaría la tasa de crecimiento anual al entorno del 3%.  Así las cosas, las autoridades volverán a corregir su proyección a la baja. 

¿Caerán las columnas de Hércules?

[Frente al Statu Quo. Publicado en Diario Libre el 16 de junio de 2025.]

El dólar español, también conocido como el real de a ocho, fue la moneda más utilizada e importante del mundo durante el siglo XVI. La moneda del imperio “donde no se ponía el sol” tenía acuñado en su reverso el escudo de la corona española, con las columnas de Hércules a los lados rodeadas por una cinta con la inscripción “Plus Ultra.” De ahí surge el símbolo del dólar más conocido en la actualidad, el estadounidense. 

Desde la Segunda Guerra Mundial, el dólar ha sido la moneda dominante. La magnitud de la economía de Estados Unidos, la disponibilidad de oro en las bóvedas de la Reserva Federal, la extraordinaria profundidad y liquidez de su mercado financiero y el desplome del imperio británico facilitaron que el dólar se convirtiese en la divisa de preferencia. En la actualidad, la mayor parte de las reservas internacionales de los bancos centrales se denomina en dólares, y es la moneda más utilizada en las transacciones financieras y comerciales en todo el mundo. 

A pesar de su preeminencia, que brinda inmensos beneficios a Estados Unidos, el dólar muestra signos de debilitamiento. En agosto de 1971, Richard Nixon puso fin al sistema de Bretton Woods, cuando suspendió la convertibilidad del dólar en oro a una tasa de cambio fija, lo cual generó incertidumbre y mayor volatilidad cambiaria. Desde entonces, el valor del dólar depende del nivel de confianza en la economía estadounidense. Por ese motivo, las perturbaciones derivadas de la política arancelaria y fiscal de Donald Trump, junto con el vertiginoso incremento de los riesgos geopolíticos, han provocado en lo que va de año una significativa caída del valor del dólar frente a otras divisas. 

Entre el primero de enero y el 12 de junio de 2025, el Índice del dólar (DXY), que refleja su valor frente a una canasta de monedas, bajó de 108.49 a 97.92, lo que equivale a una depreciación de un 9.7%. Ese índice incluye el euro, el yen, la libra esterlina, el dólar canadiense, la corona sueca y el franco suizo.

En particular, el valor del dólar ha retrocedido, respecto al euro, un 15.2%, al subir la tasa de cambio de 1.0359 dólares a 1.1579 dólares por euro. Con relación a la libra esterlina, el dólar se depreció un 8.6% y, respecto al yen, perdió un 8.8%.

En cuanto al peso dominicano, la tasa de cambio pasó de 61.32 pesos por dólar el 31 de diciembre de 2024 a 59.35 pesos el 11 de junio de este año; esto es, registró una apreciación de un 3.2%. Dicho comportamiento contrasta con lo ocurrido durante el primer trimestre del año, cuando, debido a la expansión de la liquidez nacional, el peso se depreció un 3.4%, y la tasa de cambio se colocó en 63.43 pesos por dólar al 31 de marzo pasado. 

A diferencia de lo que ha estado sucediendo con el dólar, el precio del oro, que es el segundo activo más utilizado como reserva internacional, ha subido un 27.7% en lo que va de año. Los bancos centrales de la India, China y Turquía, entre otros, han aumentado la compra de oro a un ritmo récord para fortalecer el respaldo de su moneda y alejarse del dólar ante el aumento de su prima de riesgo relacionada con la capacidad de Estados Unidos de congelar activos financieros denominados en dólares, como lo hizo con Rusia después de la invasión a Ucrania.

La caída del dólar pudo haber sido mucho peor. Si Trump hubiese destituido al presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, para nombrar a una persona partidaria de reducir la tasa de interés de referencia, la depreciación hubiese sido más acentuada. 

Hasta ahora, la fortaleza institucional que garantiza la independencia del banco central estadounidense ha prevalecido. No obstante, la negativa de Powell a acatar la solicitud de la Casa Blanca de recortar la tasa de interés de referencia en 100 puntos básicos, que implicaría una inyección de liquidez, llevó al presidente de los Estados Unidos a declarar hace unos días que “quizás tenga que forzar algo.” 

La creciente presión de Trump se produce justo antes de la próxima reunión de política monetaria, programada para los días 17 y 18 de junio. Sin embargo, el mercado sigue anticipando con alta probabilidad que la tasa de interés se mantendrá en el rango del 4.25% al 4.5%. Lo que sí puede provocar el ataque presidencial contra la Reserva Federal es que se mantenga el divorcio entre la tasa de rendimiento de las Notas del Tesoro y el ritmo de depreciación del dólar. Desde el anuncio de los aranceles recíprocos, a inicios de abril, se observa que, aun cuando se ha registrado un incremento del retorno de los instrumentos financieros estadounidenses, el dólar ha continuado perdiendo valor.  

La historia enseña que, tal como sucedió con el dólar español o la libra esterlina, las potencias emergentes aspiran a que sus monedas se conviertan en las divisas dominantes. China, que ha alcanzado una extraordinaria posición en el ámbito económico y militar, ha reducido su dependencia del dólar, pero no ha logrado que su moneda, el renminbi, genere la confianza necesaria para reemplazar al dólar en los próximos años. Por su parte, el euro funciona como un excelente complemento del dólar para diversificar riesgos financieros, pero no se percibe como su sustituto. Si el yen japonés no logró ser la moneda hegemónica durante su esplendor alcanzado en los años ochenta, menos lo hará en la coyuntura actual. En cuanto al bitcoin, muy utilizado para transacciones ilegales, es un activo financiero altamente volátil que no cumple con las funciones básicas del dinero y cuyo valor fundamental se encuentra cercano a cero, aun cuando el precio de mercado sea superior a los cien mil dólares. 

En definitiva, se puede afirmar que el dólar estadounidense se mantendrá como la moneda dominante en un mundo globalizado. En ese contexto, las actuales columnas de Hércules seguirán firmes. En los próximos años, Trump tendrá la oportunidad de fortalecer o debilitar el dólar, pero es poco probable que lo destruya.  

lunes, 9 de junio de 2025

Los consejos de Gita

[Frente al Statu Quo. Publicado en Diario Libre el 9 de junio de 2025.]

El impacto perjudicial de la política arancelaria de Donald Trump no se ha manifestado todavía en los Estados Unidos. La tasa de desocupación de mayo se mantuvo en un 4.2%, nivel considerado cercano al pleno empleo. En dicho mes se crearon 139 mil puestos de trabajo y la tasa de inflación, medida por la variación relativa del Índice de Precios de Gastos de Consumo Personal, se colocó en abril en un 2.1%, muy cerca de la meta de inflación del 2%. 

A pesar de ese aparente buen desempeño económico, los pronósticos del Fondo Monetario Internacional (FMI) son negativos. Gita Gopinath, primera subdirectora gerente de dicha institución, indicó recientemente en una presentación realizada en el banco central de Turquía que los altos aranceles reducirán la tasa de crecimiento mundial en, por lo menos, medio punto porcentual y que, en algunos países, como Estados Unidos, podría aumentar de manera significativa la tasa de inflación. 

La incertidumbre de la política comercial estadounidense y los posibles escenarios de variación de precios han llevado a la Reserva Federal, encabezada por Jerome Powell, a mantener por más tiempo una postura monetaria restrictiva. Se prevé que la tasa de interés de referencia seguirá inalterada hasta la reunión de septiembre. La doctora Gopinath, quien fue profesora en el Departamento de Economía de la Universidad de Harvard, advierte que las condiciones financieras restrictivas podrían afectar de manera desfavorable los flujos de capitales que se dirigen hacia las economías emergentes.

Según Gopinath, la transmisión de la política monetaria de los países emergentes depende de las condiciones financieras externas, relacionadas con la política monetaria estadounidense y con el acceso al financiamiento del mercado de capitales a través de la colocación de bonos soberanos. De esto se desprende que, a diferencia de lo que ocurre en las economías avanzadas, la influencia de la tasa de interés de referencia de los bancos centrales nacionales en las tasas de mercado es débil, en particular cuando se ejecuta una política monetaria sin consistencia temporal. 

En la República Dominicana se confirma ese análisis. Entre mayo de 2023 y enero de 2025, el Banco Central inyectó una masiva cantidad de liquidez y redujo la tasa de interés de política monetaria en 275 puntos básicos, hasta llevarla al 5.75%; sin embargo, la tasa pasiva, que se movía casi a la par con la tasa de referencia, solo bajó 81 puntos básicos y la tasa activa apenas disminuyó 69 puntos básicos. Esa anomalía monetaria se explica porque en dicho período la Reserva Federal solo redujo su tasa de interés de referencia en 75 puntos básicos y quedó en el rango que va del 4.25% al 4.5%, un nivel considerado restrictivo. Esto demuestra que la política monetaria de Estados Unidos es un determinante fundamental de las tasas de interés del mercado financiero dominicano y, por tanto, del ritmo de crecimiento del producto interno bruto (PIB). 

Gita Gopinath también señaló que la política monetaria de las economías emergentes tiene menor capacidad de mantener ancladas las expectativas de inflación. De sus palabras se desprende que, para fortalecer la confianza de los agentes económicos, es importante que no haya interferencias políticas en las decisiones del banco central y mucho menos dominancia fiscal, a fin de evitar un financiamiento del déficit del sector público a través de emisión monetaria, ya sea de forma directa o indirecta, en el presente o en el futuro. Para ella es esencial que los bancos centrales respondan con rapidez y firmeza ante los riesgos inflacionarios provenientes del exterior y eviten que la variación de precios se incruste en las expectativas, mediante mecanismos de indexación que acentúen la persistencia de la inflación.   

Es importante destacar que el Banco Central de la República Dominicana ha logrado preservar el anclaje de las expectativas de inflación. Una parte de ese resultado se explica por el subsidio de los precios de los combustibles y de la tarifa eléctrica. Esa decisión del Gobierno dominicano mitigó el impacto de la inflación importada sobre los precios y facilitó que las autoridades monetarias pudiesen mantener la expectativa de inflación cerca del 4%, lo que favoreció que la inflación bajara desde un máximo de un 9.64% en abril de 2022 y se moviera dentro del rango meta en los últimos 24 meses. 

Con relación al impacto de la tasa de cambio en la estabilidad de precios y financiera, la subdirectora gerente de FMI sostiene que, a pesar de que en muchas economías emergentes el efecto de las variaciones cambiarias sobre la inflación ha disminuido, sigue siendo significativo en comparación con lo que ocurre en las economías avanzadas. Se estima que, en los países en desarrollo, por cada 1% de depreciación de la moneda nacional respecto al dólar, los precios suben un 0.2%. 

Gopinath aconseja que la intervención en el mercado cambiario se lleve a cabo con cautela y solo cuando sea realmente necesario, como en situaciones de salida abrupta de capitales o de ataques especulativos contra la moneda. Esto significa que no se debe intervenir con el objetivo de reducir los movimientos cambiarios normales o de apreciar la tasa de cambio hasta un nivel que puede ser positivo para los importadores y consumidores, pero resulta insostenible en el largo plazo.  

La adopción de un esquema de metas de inflación en la República Dominicana en 2012 ha reducido el efecto de transmisión del tipo de cambio a los precios, al ser ese marco un apoyo del anclaje de las expectativas de inflación, lo que reduce la inercia inflacionaria. No obstante, las autoridades dominicanas podrían fortalecer dicho esquema mediante una comunicación más transparente y efectiva de sus decisiones de política monetaria. 

Finalmente, para asegurar el buen funcionamiento del marco de metas de inflación es imprescindible evitar la adopción de medidas monetarias zigzagueantes, subóptimas e inconsistentes, ya que generan una volatilidad e incertidumbre que podrían elevar el efecto traspaso de la depreciación cambiaria y de las perturbaciones a los precios. Una buena ejecución de la política monetaria fortalecería el proceso de asignación de los recursos productivos y propiciaría un entorno adecuado para enfrentar con éxito los choques externos y mantener un elevado ritmo de crecimiento económico.

jueves, 5 de junio de 2025

Trump versus Musk

[Escrito el 5 de junio de 2025] 

La semana pasada comenté sobre la salida de Elon Musk, el hombre más rico del mundo, de la administración de Donald Trump. Afirmé que a pesar de que Trump había declarado que Musk había realizado un trabajo fantástico, no todo era color de rosas entre ambos. 

Hace unos días, el dueño de Tesla y de X, criticó la reforma fiscal de Trump, debido a que considera que es una ley que incrementa masivamente el déficit público y, en consecuencia, acelera el endeudamiento. 

Hoy la situación entre ambos se complicó más, al intercambiarse insultos por las redes sociales. 

Trump declaró que estaba decepcionado con Musk por sus críticas a su reforma fiscal e indicó que este sufría del “síndrome de desquiciamiento de Trump.” Además, indicó que la frustración de Musk se debe a la que la legislación tributaria aprobada por la Cámara de Representantes eliminaría los créditos tributarios a los carros eléctricos. 

Musk, quien invirtió una suma millonaria a favor de la candidatura de Trump, respondió que el presidente de los Estados Unidos era un desagradecido y que no estaría sentado en la Oficina Oval sin su apoyo. 

Trump escribió que la forma más fácil de ahorrar billones y billones de dólares de dólares en el presupuesto de Estados Unidos es mediante la terminación de los subsidios y contratos gubernamentales que favorecen a Musk. 

Musk respondió que, ante la afirmación del presidente de cancelar los contratos del gobierno, SpaceX comenzaría a desmantelar de inmediato su nave espacial Dragón. 

Elon Musk subió la intensidad en la tarde, al escribir en su cuenta de X, que Trump está en los archivos de Epstein y que, por ese motivo, no se habían publicado. Justo después retuiteó un video de Trump y Epstein conversando de forma animada en una fiesta en 1992. 

Por el bien de los mercados, de la economía estadounidense y del buen funcionamiento del gobierno, lo mejor es que alguien interceda y ayude a detener el escalamiento del conflicto entre esos dos antiguos amigos. Mientras eso ocurre, el precio de la acción de Tesla cayó hoy un 14%.

miércoles, 4 de junio de 2025

Alemania suelta lastre

[Escrito el 4 de junio de 2025]

Alemania es la principal economía de Europa. En la actualidad pasa por un período de estancamiento de sus principales actividades productivas, lo que se ha manifestado en tasas de variación del producto interno bruto cercanas a cero. Ante esa situación, la administración Merz ha decidido adoptar un conjunto de medidas económicas que estimulen la inversión privada, el empleo y la competitividad. 

El ministro de Finanzas Lars Klingbeil anunció incentivos tributarios cuyo costo se estima ascenderá a 46 mil millones de euros hacia el año 2029, pero se prevé que los beneficios para los alemanes serán mucho mayores.   

El Financial Times hizo un recuento de las principales medidas, las cuales guardan un estrecho parecido a las que propuse al inicio de semana para la República Dominicana. 

En Alemania, para reducir el costo de la inversión, las autoridades aprobarán que desde 2025 y hasta 2027, las empresas puedan deducir anualmente el 30% del costo de las nuevas maquinarias y equipos de sus obligaciones impositivas. 

Para estimular la compra de vehículos eléctricos se permitirá a las empresas depreciar durante el primer año el 75% del precio de compra. 

También se introducirán nuevos incentivos tributarios para promover la investigación y desarrollo, que es clave para el crecimiento económico sostenido. 

Por otro lado, se aprobará una reducción de cinco puntos porcentuales en la tasa del impuesto sobre la renta. Específicamente, desde 2028, la tasa de impuesto sobre la renta de las personas jurídicas, que sumados el impuesto nacional y el municipal se sitúa en un 29%, comenzará a reducirse anualmente un punto porcentual hasta colocarse en el 24%. 

Además, se realizará un recorte de la burocracia y se agilizará la administración pública para facilitar la inversión privada. 

El estímulo al sector privado será acompañado con un plan de gasto público financiado con deuda superior al millón de millones de euros. Ese gasto se concentrará en la modernización de las infraestructuras y en el fortalecimiento de su poder militar.

lunes, 2 de junio de 2025

Hay que botar lastre

[Frente al Statu Quo. Publicado en Diario Libre el 2 de junio de 2025.]

La economía dominicana es muy resiliente. Ante crisis diversas, locales o internacionales, ha logrado resistir y recuperar el ritmo de crecimiento necesario que ha evitado un deterioro significativo de las condiciones de vida de la población. Durante las últimas tres décadas, el producto interno bruto (PIB) ha crecido en términos reales a un ritmo promedio de un 5%, factor clave en el aumento del ingreso per cápita y la reducción de los niveles de pobreza.  

Las reformas estructurales implementadas a lo largo de los años noventa y la estabilidad macroeconómica han incentivado la inversión privada y la creación de empleo, lo cual ha contribuido al crecimiento sostenido del PIB. No obstante, el desempeño económico del país pudo haber sido mejor si, posteriormente, se hubiesen llevado a cabo reformas complementarias orientadas a modernizar el sistema educativo, fomentar la innovación y el progreso tecnológico, flexibilizar el segmento formal del mercado de trabajo, incrementar el grado de competencia, promover el acceso al capital de largo plazo, agilizar la obtención de permisos para emprender negocios, simplificar el sistema tributario, disminuir la evasión impositiva, mejorar la calidad e impacto del gasto público, reducir la deuda del sector público consolidado y ampliar las infraestructuras. 

Desde el primer trimestre de 2020, la economía dominicana ha hecho frente a muchos desafíos. El Banco Central, junto con el Gobierno dominicano, ha combatido los efectos económicos adversos provocados por la pandemia del covid-19, ha enfrentado el empuje recesivo e inflacionario de los elevados precios internacionales de los combustibles y ha tenido que manejarse con mucha cautela frente a las altas tasas de interés derivadas de la postura restrictiva de la Reserva Federal. Esas situaciones llevaron al Banco Central a aplicar una política monetaria zigzagueante y claramente subóptima, que ha elevado tanto la volatilidad cambiaria como la variabilidad de la expansión del PIB. 

La coyuntura internacional, caracterizada por altas tasas de interés, se agrava por la incertidumbre provocada por la política arancelaria del presidente Trump, que ha reducido la tasa de crecimiento global. El Fondo Monetario Internacional (FMI) proyecta que en 2025 la economía de Estados Unidos se expandirá medio punto porcentual por debajo de lo previsto en enero y la sitúa en un 1.8%, mientras que prevé que la eurozona lo haga apenas un 0.8%. 

En la República Dominicana se observa una desaceleración del ritmo de crecimiento económico. Según estimaciones del Banco Central, el Indicador Mensual de Actividad Económica (IMAE) registró una variación interanual de un 1.7% el mes pasado, lo que colocó la expansión del primer cuatrimestre en el 2.5%. A inicios de año, el FMI, el Gobierno dominicano y el Banco Central proyectaron que la tasa de crecimiento del PIB se colocaría entre un 4% y un 4.5%, pero la semana pasada, ante el comportamiento de los primeros cuatro meses, el Banco Central corrigió a la baja su proyección y la situó en el rango del 3.5% al 4%. Para alcanzar el límite inferior de dicho rango, el IMAE tendría que crecer a un ritmo promedio interanual de un 4% entre mayo y diciembre de 2025. 

Al descomponer los datos por sectores productivos, se percibe que ese objetivo será difícil de alcanzar. La actividad de la construcción, la de mayor peso en la economía nacional, arrojó una variación promedio de un -2.3% en los primeros cuatro meses. Ese comportamiento refleja el impacto de las altas tasas de interés reales que prevalecen en el mercado financiero dominicano, condicionadas por la política monetaria restrictiva aplicada por la Reserva Federal. Se prevé que Jerome Powell, presidente del banco central de Estados Unidos, mantenga inalterada por lo menos hasta septiembre su tasa de interés de referencia. 

Si el Banco Central de la República Dominicana se arriesga y decide adoptar nuevas medidas de liquidez rápida a tasas de interés subsidiadas a favor del sector de la construcción, o de la economía en general, es probable que la tasa de cambio, que la semana pasada se mantuvo alrededor de 59.35 pesos por dólar, experimente un incremento de su ritmo de depreciación y mayor volatilidad en los próximos meses, lo que llevaría a las autoridades a intervenir en el mercado cambiario. Ese resultado, derivado de la aplicación de medidas monetarias inconsistentes con el esquema de metas de inflación y difíciles de desmontar, mantendría elevadas las tasas de interés de mercado, impactaría negativamente las decisiones de inversión y reduciría la eficacia del impulso monetario. 

La actividad de hoteles, bares y restaurantes registró en el primer cuatrimestre un crecimiento promedio de un 2.9%. Dicha variación contrasta con la expansión promedio de los dos años previos, superior al 10%. La turbulencia provocada por la política comercial y las medidas migratorias de Trump han reducido la llegada de visitantes extranjeros al país. 

El comercio y la manufactura, componentes significativos del PIB, arrojaron tasas de variación acumulada del 3.6% y el 1.5%, respectivamente. Si esas actividades, junto a la construcción y el turismo, continúan creciendo por debajo del ritmo potencial del 5%, es poco probable que se pueda alcanzar el nuevo rango de crecimiento proyectado por el Banco Central. Visto el comportamiento del primer cuatrimestre, es más factible que la variación del PIB se sitúe entre el 2.5% y el 3%. 

En conclusión, en vez de continuar con una política monetaria zigzagueante, sería más eficiente botar lastre para mejorar el ritmo de crecimiento en el corto plazo. Las autoridades, además de incrementar la inversión pública, deben adoptar medidas que estimulen tanto la inversión privada como la demanda externa de bienes y servicios. Entre esas acciones destacan:  promover la entrada libre de impuestos de capitales depositados en el exterior; eliminar el gravamen del 10% sobre los intereses; revisar la normativa bancaria para facilitar los préstamos a los sectores productivos; autorizar los permisos de los proyectos de inversión en curso; aumentar la tasa de depreciación como gasto permitido dentro del Impuesto sobre la Renta para nuevas inversiones; evitar la adopción de medidas laborales que constituyan un choque de oferta negativo; y  facilitar las exportaciones hacia Haití, Centroamérica y el Caribe. 

El adiós de Elon Musk

[Escrito el 30 de mayo de 2025]

El hombre más rico del mundo abandonó la administración Trump. A partir de hoy, Elon Musk se ocupará de sus empresas, en particular de Tesla. 

El presidente Donald Trump declaró, en la Oficina Oval de la Casa Blanca, que el antiguo jefe del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés) hizo un trabajo fantástico. A través de esa oficina, Musk realizó significativos recortes de gastos en instituciones públicas, que se estima ascienden a 170 mil millones de dólares. Las medidas adoptadas representaron el despido de decenas de miles de personas, quienes trabajaban en actividades consideradas no prioritarias para la actual administración. 

No obstante, no todo es color de rosas entre el presidente y Elon Musk. Esta semana, el exfuncionario criticó la reforma fiscal de Trump, debido a que considera que es una ley que incrementará masivamente el gasto público. Ese resultado se traducirá en un mayor déficit público y se proyecta que la deuda federal subirá más rápido en los próximos diez años. Ese deterioro de las finanzas públicas va en contra del esfuerzo que realizaba Elon Musk en el gobierno de Trump, por lo cual prefirió marcharse. 

Por último, hay que señalar que la empresa Tesla, que ha sido desplazada por los vehículos chinos de BYD, necesita tener 100% disponible a su principal líder. Entre el 17 de diciembre de 2024 y el 30 de mayo de 2025, el precio de la acción de Tesla ha caído en casi un 27%, al pasar de 480 dólares a 351 dólares. Ya se verá si Elon Musk es capaz de recuperar el valor perdido.

jueves, 29 de mayo de 2025

Se desacelera la economía dominicana

[Escrito el 29 de mayo de 2025]

Tal como había previsto, el crecimiento del producto interno bruto (PIB) de abril fue considerablemente menor que el de marzo. Según el Banco Central, el Indicador Mensual de Actividad Económica (IMAE) registró una variación interanual de apenas un 1.7% el mes pasado, lo que colocó la expansión del primer cuatrimestre en el 2.5%. 

La actividad de construcción, la de mayor ponderación en la economía nacional, arrojó una variación promedio de un -2.3% en los primeros cuatro meses. Ese comportamiento refleja el impacto de las altas tasas de interés reales que prevalecen en el mercado financiero dominicano, condicionadas por la política monetaria restrictiva aplicada por la Reserva Federal. Se prevé que Jerome Powell, presidente del banco central de Estados Unidos, mantenga inalterada por lo menos hasta septiembre su tasa de interés de referencia. 

En caso de que el Banco Central de la República Dominicana se la juegue y decida adoptar nuevas medidas de liquidez rápida a tasas de interés subsidiadas a favor del sector construcción, o de la economía en general, la tasa de cambio, que en días recientes se ha mantenido en 59.35 pesos por dólar, registraría un incremento de su ritmo de depreciación en los próximos meses. 

La actividad hoteles, bares y restaurantes, que incluye al turismo, arrojó en el primer cuatrimestre un crecimiento promedio de un 2.9%. Dicha variación contrasta considerablemente con la expansión promedio de los dos años previos, superior al 10%. La turbulencia provocada por la política comercial y las medidas migratorias de Trump han estado influyendo negativamente sobre la llegada de visitantes extranjeros al país. 

El comercio y la manufactura, que ocupan dos puestos importantes en el PIB, arrojaron tasas de variación acumulada del 3.6% y el 1.5%, respectivamente. Si esas actividades, junto a la construcción y el turismo, se mueven por debajo del ritmo de crecimiento potencial del 5%, es un evento con probabilidad de casi cero que se puedan alcanzar las proyecciones de crecimiento del 4% al 4.5% realizadas por el Gobierno Dominicano, el Banco Central y el Fondo Monetario Internacional para 2025. A mi entender, lo más probable es que se sitúe entre el 2.5% y el 3%. 

Las tasas de interés vuelven a subir

[Escrito el 28 de mayo de 2025]

El Banco Central ha apretado nuevamente su política monetaria para mantener estable la tasa de cambio del peso respecto al dólar, la cual después de bajar a inicios de mayo a 58.95 pesos por dólar se ha colocado recientemente en el entorno de los 59.36 pesos por dólar. 

En los primeros 26 días de mayo, la tasa de interés interbancaria promedio subió en 164 puntos básicos y se colocó en 12.14%. En la semana más reciente de este mes dicha tasa de interés, que es un indicador de la orientación de la política monetaria, llegó a 12.73%, casi 700 puntos básicos por encima de la tasa de interés de referencia que sigue en 5.75%. 

La tasa de interés pasiva, que es la que le pagan a usted por sus depósitos en las instituciones financieras, también subió. En los primeros 26 días de mayo, el promedio ponderado de dicha tasa de interés se colocó en promedio en 9.53%, 43 puntos básicos por encima del nivel de abril y 62 puntos superior a la de marzo.  

La tasa de interés activa, que es la que le cobran por los préstamos, se incrementó ligeramente y se situó como promedio de mayo en 15.05%. Respecto a abril subió 14 puntos básicos y con relación a marzo se incrementó en 28 puntos básicos. 

Es sabido que en economía no hay almuerzo gratis. Las altas tasas de interés presionarán a la baja la inversión privada y disminuirán el ritmo de crecimiento del consumo. La consecuencia inmediata será una menor tasa de expansión del producto interno bruto, que muy probablemente cerrará el año en el rango que va del 2.5% al 3%. 

La importancia del libre comercio

[Escrito el 27 de mayo de 2025] 

Los tuits del presidente Donald Trump confirman que el libre comercio entre las naciones es una política positiva. Cada vez que Trump declara que ha decidido subir los aranceles, el mercado bursátil cae. Y cuando decide posponer la medida de altos aranceles, los precios de las acciones suben.

Ese comportamiento de los mercados se debe a que el intercambio de bienes y servicios entre naciones promueve el crecimiento económico y mejora el bienestar de la gente. 

La calidad de los productos tiende a mejorar y los consumidores pueden adquirir los bienes al mínimo precio. El bienestar de los consumidores se incrementa de forma sostenida por el intercambio comercial.   

La competencia proveniente del extranjero se traduce en innovación y mayor eficiencia en el uso de los recursos productivos. El capital y la mano de obra se coloca en las actividades en que cada país tiene ventajas comparativas y se aprovecha al máximo las economías de escala, creándose el mayor valor agregado posible. 

Las empresas mejoran sus ventas y se expande su flujo libre de efectivo. Dada la tasa de descuento, el mayor dinamismo de los negocios incrementa el valor presente del flujo libre de efectivo que implica un alza del valor de las empresas. Por ese motivo, cada vez que Trump indica que mantendrá los aranceles por debajo del nivel que previamente había dicho que establecería, los indicadores bursátiles suben. 

En particular, Trump declaró ayer que había decidido posponer la entrada en vigor del arancel de un 50% a las importaciones provenientes de la Unión Europea y hoy indicó que se está avanzando en las negociaciones bilaterales. 

Ante esa noticia, la reacción de los tres principales índices bursátiles fue muy positiva. El Dow Jones avanzó hoy en 741 puntos, equivalente a un 1.8%. El S&P 500 se elevó un 2.1% y el Nasdaq subió un extraordinario 2.5%. Esos resultados constituyen un buen mensaje para el presidente Trump y el futuro de su política comercial. 

lunes, 26 de mayo de 2025

El retorno del arancelazo

[Frente al Statu Quo. Publicado en Diario Libre el 26 de mayo de 2023.]

[Actualización: El 25 de mayo, el presidente Trump decidió posponer hasta el 9 de julio la aplicación del arancel del 50% a las importaciones de la UE.]

El acuerdo comercial entre Estados Unidos y China, alcanzado en Ginebra (Suiza) el domingo 11 de mayo, fue muy positivo. Durante 90 días, plazo en que continuarán las negociaciones entre ambos países para llegar a un pacto definitivo, Estados Unidos rebajará los aranceles aplicados a las importaciones chinas del 145% a un 30%, mientras que China los reducirá del 125% a un 10%. 

La recuperación de la racionalidad económica provocó una reacción alcista en los mercados financieros. El 12 de mayo, el Dow Jones avanzó 1,161 puntos, equivalente a un incremento de un 2.8%. El S&P 500 se elevó un 3.3% y el Nasdaq subió un 4.4%. El dólar se fortaleció y llegó a 1.1087 dólares por euro. 

La probabilidad de una recesión en Estados Unidos, que en abril escaló a un rango de entre el 50% y el 60% debido a la incertidumbre generada por la errática política arancelaria estadounidense, descendió a mediados de mayo a un 35%. Al mismo tiempo, aumentó significativamente la probabilidad de que la Reserva Federal mantenga sin cambios su tasa de interés de referencia en las próximas reuniones de junio y julio. Ese resultado revela que el banco central de Estados Unidos se concentrará en la lucha contra la inflación, que sigue por encima de la meta del 2% y cuyo aumento se prevé en los próximos meses como consecuencia de los aranceles del 10% establecidos por Donald Trump.

Cuando el mar parecía calmo, el presidente Trump, molesto por el escaso avance de las negociaciones comerciales con la Unión Europea (UE), anunció inesperadamente el 23 de mayo a través de las redes sociales que impondrá a partir del 1 de junio un arancel de un 50% a las importaciones provenientes del bloque de 27 países, que constituye el principal socio comercial de Estados Unidos. 

Durante las negociaciones, los representantes de la UE declararon que esperaban alcanzar aranceles inferiores a la tarifa del 10% lograda por el Reino Unido. Indicaron que ellos “no necesitaban un acuerdo rápido sino un buen acuerdo.” El arancel recíproco anunciado el 2 de abril, el “Día de la Liberación,” que se aplicaría al conjunto de países europeos fue de un 20%, pero luego se redujo al 10% durante un período de 90 días para facilitar las negociaciones, que, según los europeos, estaban avanzando por buen camino. Sin embargo, la decisión de Trump revela un cambio de dirección de la política comercial estadounidense, pues una tarifa de un 50% equivale a la ruptura de los flujos comerciales entre esas naciones.  

 El año pasado, Estados Unidos importó bienes por 606 mil millones de dólares desde la UE y exportó 370 mil millones de dólares, cifras que arrojan un déficit comercial de 236 mil millones de dólares. Los productos farmacéuticos, automóviles y maquinarias constituyen las principales exportaciones europeas a territorio estadounidense. Mientras que aviones, petróleo crudo y gas natural son las exportaciones más importantes de Estados Unidos a la UE. El presidente estadounidense sostiene que dicho déficit comercial se debe a “las poderosas barreras arancelarias, el impuesto al valor agregado, las sanciones empresariales ridículas, las barreras comerciales no monetarias y las manipulaciones monetarias.” Además, Estados Unidos exige que la UE se comprometa a aplicar medidas arancelarias contra China, tal como acordó con el Reino Unido en el caso del acero. 

La reacción del mercado bursátil al retorno del “arancelazo” de Trump fue negativa. El Dow retrocedió 256 puntos, equivalente a una caída de un 0.6%. El S&P 500 descendió un 0.7% y el Nasdaq cayó un 1%. A los activos financieros de renta fija y al dólar tampoco les fue bien. La tasa de rendimiento de las Notas del Tesoro a diez años se situó en 4.52% y, a pesar de ese elevado nivel de tasa de interés, la cotización del dólar se deterioró frente a otras divisas. En particular, la moneda estadounidense se depreció con relación al euro un 0.8% y cerró el 23 de mayo en casi 1.14 dólares por euro. 

El comportamiento de los precios de los activos financieros de Estados Unidos no fue peor porque es muy probable que el mercado anticipe que, al igual que sucedió con China, se llegará a un acuerdo con la UE en el que se establezca un arancel recíproco de un 10% para la mayoría del comercio, con algunas excepciones, como los productos farmacéuticos, el acero y el aluminio, que serían gravados con una tarifa superior.  

En caso de que Europa responda con represalias y se mantenga el arancel del 50% anunciado por Trump, tanto la UE como Estados Unidos abrirían las puertas a una recesión económica. Ese escenario, caracterizado por la caída de la demanda agregada y un aumento del desempleo, sería muy perjudicial no solo para los europeos y estadounidenses, sino para la economía global. 

En particular, una recesión en esas naciones impactaría negativamente en la República Dominicana a través de diversas vías. El deterioro de las condiciones del mercado laboral en Estados Unidos y Europa reduciría el volumen de remesas enviadas a sus familiares por los dominicanos residentes en esos países, las cuales representan alrededor del 93% de los 10,800 millones de dólares que se reciben anualmente. Asimismo, la reducción de la demanda agregada en esas dos economías presionaría a la baja tanto los precios de exportación como el volumen de ventas a esos mercados, que generan el 69% del valor total de las exportaciones de bienes dominicanos. Dado que el 54% de los visitantes extranjeros procede de las naciones involucradas en esa posible guerra comercial, el turismo dominicano, cuyos ingresos anuales oscilan alrededor de los 11 mil millones de dólares, también se vería afectado. 

Adicionalmente, podría registrarse una reducción de la inversión extranjera proveniente de las naciones en conflicto comercial, que en 2024 representó el 59% del total de la inversión extranjera recibida en territorio dominicano. Ese entorno macroeconómico internacional implicaría un menor ritmo de crecimiento del producto interno bruto en 2025, variación que el más reciente Marco Macroeconómico consensuado entre el Gobierno y el Banco Central estima en un 4.5%, pero que en la actualidad tiene una probabilidad de ocurrencia cercana a cero. 

viernes, 23 de mayo de 2025

El arancelazo contra la Unión Europea

[Escrito el 23 de mayo de 2025]

Donald Trump anunció a través de las redes sociales que impondrá a partir del 1 de junio un arancel de un 50% a las importaciones provenientes de la Unión Europea, su principal socio comercial como bloque de 27 países.

 El año pasado, Estados Unidos importó 606 mil millones de dólares desde la Unión Europea y exportó 370 mil millones de dólares, lo que arroja un déficit comercial de 236 mil millones de dólares. Los productos farmacéuticos, automóviles, piezas y maquinarias constituyen las principales exportaciones europeas a territorio estadounidense. Mientras, petróleo crudo, gas natural, aviones y piezas son las principales exportaciones de Estados Unidos a la Unión Europea. 

La reacción del mercado bursátil al arancelazo de Trump fue negativa. El Dow retrocedió 256 puntos, equivalente a una caída de un 0.6%. El S&P 500 descendió un 0.7% y el Nasdaq cayó un 1%. 

A los activos financieros de renta fija y al dólar tampoco les fue bien. La tasa de rendimiento de las Notas del Tesoro a diez años se situó en 4.52% y, a pesar de ese elevado nivel de tasa de interés, la cotización del dólar se deterioró frente a otras divisas. En particular, la moneda estadounidense se depreció con relación al euro un 0.8% y cerró el día en casi 1.14 dólares por uno. 

Pienso que la reacción del precio de los activos financieros de Estados Unidos no fue peor porque el mercado prevé que, al igual que sucedió con China, se llegará a un acuerdo con la Unión Europea donde se establecerá un arancel recíproco de un 10% para la mayoría del comercio, con algunas excepciones que estarán tanto por debajo como por arriba de esa tarifa.  

En caso de que Europa tome represalias y se mantenga el arancel del 50% anunciado por Trump, tanto Europa como Estados Unidos abrirían las puertas de una recesión económica. Un escenario muy perjudicial no solo para los europeos y estadounidenses, sino para todo el mundo. 

jueves, 22 de mayo de 2025

La regresiva reforma tributaria de Trump

[Escrito el 22 de mayo de 2025]

A pesar de las críticas y de la reacción negativa del mercado de deuda pública, el presidente Donald Trump logró que la Cámara de Representantes aprobase por un voto su reforma tributaria, que tiende a beneficiar a segmentos de población con ingresos altos. El proyecto se encamina hacia el Senado, donde podría ser aprobado sin cambios por la mayoría republicana y evitar así que vuelva a la Cámara baja. 

El “proyecto de ley grande y hermoso,” que tiene más de mil páginas, incluye recortes de impuestos, disminuciones de gastos, aumentos de algunos impuestos y recortes de gastos. 

Específicamente, extiende los recortes impositivos aprobados durante el primer mandato de Trump, lo que representa menores ingresos tributarios por la suma de 2.2 millones de millones de dólares hasta 2034. 

El límite del gasto deducible por concepto de impuestos estatales se eleva, lo que significa menores ingresos tributarios por 916 mil millones de dólares. 

El proyecto mantiene el crédito tributario por hijos, lo que implica una pérdida de ingresos públicos ascendente a 797 millones de dólares. 

La reforma de Trump incluye un impuesto de un 3.5% sobre las remesas que envíen los residentes extranjeros a sus familiares a sus países de origen. República Dominicana, México, El Salvador, socios importantes de Estados Unidos, serán muy castigados con esa medida tributaria. 

Los recortes de gastos incluyen una reducción de 625 mil millones de dólares en el programa de salud Medicaid, de 346 mil millones de dólares en las ayudas de matrículas estudiantiles y de 300 mil millones de dólares a través de modificaciones al Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria, que facilita ayuda alimentaria a los hogares de bajos ingresos. 

Se proyecta que las modificaciones impositivas y de gastos aumentarán el déficit público en 2.7 millones de millones de dólares en los próximos diez años. Por tanto, el proyecto aprobado elevará la deuda pública de 98% a 125% del PIB. Ante el previsible deterioro de la posición fiscal, es comprensible que Moody’s Ratings haya decidido la semana pasada reducir un escalón la calificación crediticia del gobierno de Estados Unidos y que la tasa de rendimiento de los bonos del Tesoro haya aumentado. 

El proyecto de reforma fiscal de Trump es claramente regresivo. Las personas con menores ingresos y más jóvenes son los más perjudicados con ese proyecto de ley. 


Para la economía dominicana esas medidas fiscales son negativas.    

lunes, 19 de mayo de 2025

Cuando lo fiscal es insuficiente

[Frente al Statu Quo. Publicado en Diario Libre el 19 de mayo de 2025.]

La inversión pública es una variable fundamental del proceso de crecimiento económico. Tanto en el corto como en el largo plazo, el gasto de capital tiene un elevado multiplicador que incrementa la capacidad productiva de la economía. La construcción de carreteras, puertos, aeropuertos, presas, sistemas de generación y redes de distribución de electricidad, escuelas, hospitales y servicios de transporte masivo, entre otros, expande el valor agregado, estimula la creación de empleo y mejora el nivel de bienestar de la población. 

En general, la inversión privada responde positivamente a la construcción o mejora de infraestructura que eleva la productividad laboral y la tasa de retorno del capital. Numerosos estudios confirman que la estabilidad macroeconómica, la disponibilidad de financiamiento, una mano de obra cualificada y un flujo adecuado de inversión pública inciden positivamente en la acumulación de capital del sector privado y, por tanto, en el crecimiento del producto interno bruto (PIB). 

Existe abundante evidencia empírica que cuantifica el valor del multiplicador de la inversión pública. En muchos casos, tanto en economías avanzadas como en naciones en desarrollo, se estima que, en el mediano plazo, cada dólar invertido en infraestructuras públicas genera alrededor de 2 dólares de inversión privada y 1.5 dólares de PIB. Otros análisis señalan que un incremento eficiente de la inversión pública tiene un multiplicador de 1.6. 

La tasa de retorno de dicha inversión debe ejecutarse de manera consistente con la sostenibilidad de la deuda pública. Para conseguir ese objetivo, es imprescindible que la tasa de retorno del gasto de capital supere la tasa de interés de los préstamos que tome el sector público para la ejecución de los proyectos de infraestructura. Asimismo, el fortalecimiento de las instituciones públicas ayudaría a una buena y eficiente selección, operación y mantenimiento de las obras para que el aporte al crecimiento económico se mantenga durante toda su vida útil. De lo contrario, la magnitud del multiplicador fiscal se reduciría significativamente, lo que implicaría la destrucción de riqueza y la pérdida de oportunidades de alcanzar un mayor desarrollo económico. 

En la República Dominicana, la inversión pública muestra una tendencia decreciente. Según estimaciones del doctor Andy Dauhajre, durante los años cincuenta, bajo el mandato del general Rafael L. Trujillo, el gasto de capital alcanzó un promedio de un 8.5% del PIB. Joaquín Balaguer invirtió en obras públicas un promedio anual de más del 6% del PIB durante sus 22 años de gobierno. A pesar de la profunda crisis bancaria que afectó su gestión, Hipólito Mejía ejecutó un gasto público superior al 5% del producto. Leonel Fernández, en sus doce años de mandato, mantuvo la inversión por encima del 4% del PIB, mientras que Danilo Medina destinó un monto equivalente al 3.8% del PIB. Las consecuencias económicas derivadas de la pandemia del covid-19 y los elevados subsidios al sector eléctrico y a los combustibles han limitado el gasto de capital de la administración de Luis Abinader a un 2.5% del PIB. 

Con el fin de amortiguar el efecto negativo que tiene sobre el crecimiento económico el nivel reciente de los gastos en infraestructura, el Banco Central ha estado aplicando una política monetaria orientada a estimular periódicamente la demanda agregada del sector privado. En marzo de 2020, mayo de 2023 y durante el cuarto trimestre de 2024, las autoridades monetarias aprobaron y ejecutaron medidas de flexibilización de liquidez para reducir la tasa de interés y fomentar la inversión y el consumo de los agentes económicos privados. 

El financiamiento del Banco Central, focalizado en actividades productivas específicas a través de los intermediarios financieros, presenta ventajas y riesgos. El otorgamiento de préstamos a tasas de interés subsidiadas eleva la demanda agregada y estimula, transitoriamente, el crecimiento del PIB. Sin embargo, ese tipo de política puede tener impactos contrarios a lo deseado. Además del aumento de la volatilidad cambiaria que provoca esa zigzagueante política monetaria, la selección de una actividad específica puede distorsionar las decisiones de los agentes económicos, quienes hubiesen preferido invertir en otros sectores productivos con mayor rentabilidad y han sido incentivados a colocar recursos en proyectos que quizás solo sean viables con esas bajas tasas de interés, lo que reduciría en el mediano plazo la calidad de la cartera de los intermediarios financieros. 

En el caso de la construcción, los préstamos otorgados mediante la liberación de encaje legal o a través de facilidades de liquidez rápida pueden llevar a una sobreoferta de bienes inmuebles, una parte de los cuales sería adquirida por personas que, en otras circunstancias, no accederían a un financiamiento con tasas de interés más altas. Por tanto, es muy probable que, vencido el plazo de vigencia de la tasa de interés subsidiada -a un 10% por siete años-, dichos compradores tengan dificultades para asumir las cuotas ajustadas a una tasa de un 14% durante los 13 años restantes del préstamo. Ante tal escenario, los intermediarios financieros podrían presionar al Banco Central para que ampliase el plazo de las facilidades de liquidez. Al mismo tiempo, cabría la posibilidad de que los constructores se volvieran dependientes de ese tipo de programas de financiamiento subsidiado y exigieran su aplicación periódica. 

Por otro lado, las autoridades deben evitar que los programas de liberación de liquidez sean utilizados por agentes económicos para realizar operaciones de arbitraje. En otras palabras, es fundamental garantizar que quienes tomen los préstamos a una tasa de un 10% los destinen a las actividades de inversión o consumo establecidas en el contrato, y no a la inversión en algún otro instrumento financiero a una tasa de un 12%, lo que permitiría obtener una ganancia de 2 puntos porcentuales sin ningún tipo de riesgo y sin contribuir al crecimiento económico. 

Cuando la política fiscal es insuficiente, la monetaria adquiere un papel clave en la economía. Resulta indispensable, sin embargo, que su intervención sea óptima, consistente en el tiempo y no distorsionadora del proceso de asignación de los recursos productivos. Así las cosas, el efecto multiplicador de la inversión pública será mayor porque la inversión privada se expandirá y, con ello, aumentará su aporte al crecimiento económico de la nación.  

jueves, 15 de mayo de 2025

Vienen aumentos de precios

[Escrito el 15 de mayo de 2025]

En Estados Unidos, los precios no han registrado todavía el impacto de la política arancelaria de Trump. En abril, el índice de precios al consumidor se incrementó un 0.2% respecto al mes anterior, equivalente a una inflación anualizada de un 2.4%. Mientras, la tasa de inflación interanual fue de un 2.3%, por debajo de lo esperado.  

Por otra parte, el índice de precios al productor, que es un indicativo de la evolución futura de los precios a nivel de consumidor, cayó un 0.5% en abril respecto a marzo. Esa variación negativa contrasta con el 0.2% que habían proyectado los economistas. En términos interanuales el índice de precios aumentó un 2.4%. 

Hay que tomar en cuenta que el descenso del índice de precios al productor registrado en abril se explica por la caída de 0.7% en el índice de precios de servicios. Más de dos terceras partes de ese descenso está relacionado con los menores márgenes de comercialización, lo que refleja que las empresas han estado absorbiendo parte de los incrementos de costos de importación provocados por los aranceles más elevados. 

En ese contexto, cobra una gran importancia que Walmart, la empresa de comercio minorista más grande de Estados Unidos, haya informado que no podrá absorber los costos derivados de los nuevos aranceles y, por tanto, planea incrementar los precios en las próximas semanas. Así lo harán otras empresas, lo que elevará los precios a los hogares estadounidenses. 

Por ese motivo, Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, declaró recientemente que prefiere esperar para ver lo que sucederá con la tasa de inflación antes de tomar alguna medida que modifique la tasa de interés de referencia. El mercado prevé que, en las reuniones de junio y julio, el banco central de Estados Unidos mantendrá dicha tasa de interés en el rango actual que va del 4.25% al 4.5%. Esa decisión significa que la política monetaria seguirá en territorio restrictivo, aun cuando el presidente Donald Trump haya estado exigiendo una reducción inmediata de la tasa de interés para estimular el crecimiento económico y reducir la probabilidad de que ocurra una recesión económica.

China y Estados Unidos, un gran avance

[Escrito el 12 de mayo de 2025] 

La racionalidad se impuso en las dos economías más grandes del planeta. China y Estados Unidos acordaron reducir los excesivos aranceles que habían impuesto hace unas semanas. Por noventa días, el arancel de China a las importaciones de origen estadounidense será de un 10%, en vez del 125%; mientras, Estados Unidos aplicará una tarifa de un 30%, en lugar del 145%. El arancel estadounidense se descompone en 10 puntos porcentuales por concepto de arancel recíproco y 20 puntos porcentuales relacionados con el papel de China en el comercio del fentanilo. 

Durante esos tres meses, las conversaciones entre ambas naciones continuarán hasta acordar un arancel definitivo. Lo más probable es que se imponga un 10% en ambas naciones y que se impongan tarifas más elevadas para algunos bienes que Estados Unidos considera como prioritarios para su producción nacional.  

La reacción de los mercados bursátiles al acuerdo entre China y Estados Unidos fue positiva. El Dow Jones avanzó en 1,161 puntos, equivalente a un incremento de un 2.8%. El S&P 500 se elevó un 3.3% y el Nasdaq subió un 4.4%. 

Por otra parte, Goldman Sachs redujo la probabilidad de recesión en 10 puntos porcentuales y la situó en el 35%. Al mismo tiempo, aumentó significativamente la probabilidad de que la Reserva Federal mantenga sin cambios su tasa de interés de referencia en las próximas reuniones de junio y julio. Ese resultado revela que el banco central de Estados Unidos se concentrará en la lucha contra la inflación, que sigue por encima de la meta del 2%, por lo cual mantendrá por más tiempo la política monetaria en territorio restrictivo. 

Para la República Dominicana es muy positivo que no haya recesión en Estados Unidos. No obstante, es negativo que la tasa de interés se mantenga alta, pues esa situación presionará a la baja el ritmo de crecimiento económico, que dudo alcance el 4% que proyecta el Fondo Monetario Internacional.

lunes, 12 de mayo de 2025

De la mano monetaria

[Frente al Statu Quo. Publicado en Diario Libre el 12 de mayo de 2025.]

En una economía pequeña y abierta como la dominicana, la tasa de cambio es una variable clave, que influye de manera significativa sobre la competitividad de la producción del país, sea en los mercados internacionales o en el nacional. 

El estudio de la evolución de la tasa de cambio del peso respecto al dólar revela un comportamiento muy distinto antes y después de la pandemia del covid-19. Entre enero de 2012 y febrero de 2020, período en que se inició y aplicó la estrategia monetaria basada en metas de inflación, la cotización del peso frente al dólar se incrementó, en promedio, 15 centavos por mes, con una volatilidad de 16 centavos. En contraste, entre marzo de 2020 y abril de 2025, la variación mensual fue de 12 centavos, pero con una volatilidad de 70 centavos; es decir, casi cinco veces más alta. 



Entre marzo y diciembre de 2020, se inyectó liquidez por más de 200 mil millones de pesos, destinada a otorgar préstamos a través de la banca local a tasas de interés muy por debajo del nivel del mercado.  La inyección de dinero provocó un desbordamiento de la tasa de cambio, reacción que se corresponde con lo que había demostrado en 1976 Rudiger Dornbusch en su ensayo “Expectativas y dinámica del tipo de cambio.” Según el profesor del Instituto Tecnológico de Massachussets, una expansión de la oferta monetaria provoca una fuerte subida de la tasa de cambio que más tarde tiende a apreciarse hasta encontrar un nuevo nivel de equilibrio. 

La tasa de cambio subió, entre marzo y octubre de 2020, de 53.74 a 58.49 pesos por dólar. El resultado contrasta considerablemente con la tendencia de largo plazo basada en la política monetaria prepandémica, que permite proyectar para esa etapa una variación acumulada de 1.12 pesos. Esto significa que la inyección de liquidez, llevada a cabo con el objetivo de evitar una recesión inducida por las medidas adoptadas para enfrentar la pandemia, provocó una subida de la cotización del dólar de 4.75 pesos; es decir, 4.2 veces mayor. 

Una vez que la tasa de cambio alcanzó el nivel mencionado, las autoridades redujeron la tasa de crecimiento interanual de los agregados monetarios. Entre octubre de 2020 y febrero de 2022 la tasa de cambio bajó hasta los 56.78 pesos por dólar. Para ese mes, el nivel proyectado era de 56.51 pesos por dólar; por lo tanto, se podía prever que a partir de ese punto debía subir a un ritmo mensual de 12 centavos al mes. No obstante, el Banco Central mantuvo una postura monetaria restrictiva, lo cual provocó una mayor apreciación del peso dominicano, que llegó a una tasa de cambio de 53.52 pesos en septiembre de 2022. Para ese momento, dicha tasa debió situarse en 57.71 pesos por dólar; en consecuencia, a las autoridades, ratificadas en agosto de ese mismo año, se les había pasado la mano. 

El apriete monetario desaceleró el ritmo de expansión del producto interno bruto (PIB). Desde septiembre de 2022, la tasa de crecimiento interanual del Indicador Mensual de Actividad Económica (IMAE) permaneció de manera sostenida por debajo del 5% potencial. En los primeros meses de 2023, la situación económica entró en una fase preocupante: el IMAE apenas registró un crecimiento promedio de un 1.6%. 

Ante tal escenario, las autoridades monetarias aprobaron, en mayo de 2023, una nueva inyección de dinero por un monto cercano a los 200 mil millones de pesos, que se utilizarían para préstamos a tasas de interés de hasta un 9% anual. Adicionalmente, a partir de octubre de 2024, iniciaron un proceso de redención a vencimiento de los certificados financieros emitidos por el Banco Central para que esa liquidez presionara hacia abajo la tasa de interés del mercado. 

El aumento de los agregados monetarios permitió que la economía volviese a expandirse al 5% anual, pero provocó una rápida depreciación de la moneda nacional. La tasa de cambio pasó de 54.69 en mayo de 2023 a 60.94 pesos por dólar en diciembre de 2024. En los primeros tres meses de 2025, el Banco Central mantuvo el mensaje de que la tasa de interés bajaría, lo cual estimuló la sustitución de la moneda nacional por dólares. Esto ocasionó que en ese trimestre la tasa de cambio subiese un 3.5%, ritmo que la llevaría en diciembre de 2025 a 70 pesos por dólar.  Con el fin de evitar tal resultado, las autoridades monetarias decidieron revertir la política de redención de los certificados financieros, subieron la tasa de rendimiento de esos títulos valores a un 12.25% anual y aprobaron medidas regulatorias que obligaron a los intermediarios financieros y cambiarios a desprenderse de posiciones en dólares que superasen el límite establecido mediante la Segunda Resolución del 24 de marzo de 2025. 

La nueva postura monetaria más restrictiva, sumada a la depreciación del dólar a nivel internacional -respecto al euro se ha devaluado un 9% en lo que va de año-, provocó una fuerte apreciación del peso dominicano, que pasó de 63.09 pesos en marzo a 60.80 pesos por dólar en abril. Dado que el nivel proyectado de la tasa de cambio para abril, estimado en función del comportamiento prepandémico, es de 63.30 pesos por dólar, se puede afirmar que las autoridades debieron acumular reservas internacionales y mantener la tasa de cambio sobre la trayectoria de largo plazo, en lugar de permitir que el peso aumentase de valor en una magnitud que acentuó la volatilidad e imprevisibilidad cambiaria. 





El dólar reclamará su espacio en el mercado internacional y local. Eso significa que, silenciado el ruido creado por la política arancelaria de Trump y por sus ataques a Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, el dólar se fortalecerá frente a otras divisas. De la misma manera, la moneda estadounidense buscará su valor de equilibrio en la economía dominicana y subirá, sea dentro de unas semanas o meses, hasta alcanzar en diciembre de este año un nivel cercano a los 64 pesos. Ya se verá si la mano monetaria será capaz de frenar esa depreciación y, en caso de lograrlo, cuál será el impacto sobre el crecimiento del PIB.  

La estrategia de Powell es esperar para ver

[Escrito el 9 de mayo de 2025] 

Jerome Powell ratificó que la política arancelaria de Trump aumentará la inflación, reducirá el ritmo de crecimiento económico y elevará la tasa de desocupación. Frente a esos posibles escenarios, la Reserva Federal adoptaría medidas monetarias para enfrentar la inflación, aun cuando esto acentúe la caída de la actividad económica que parte de un mercado laboral casi de pleno empleo. 

La incertidumbre provocada por Trump llevó a Powell a declarar que “los costos de esperar para ver son bastante bajos, así que eso es lo que estamos haciendo.” Esa estrategia lo llevó a mantener la tasa de interés de referencia en el rango que va del 4.25% al 4.5%. El mercado prevé que hasta julio de este año no habrá ningún ajuste a la baja de las tasas de interés. 

Dicha política monetaria muestra una divergencia respecto a la de otros bancos centrales. El Banco Central Europeo ha ido reduciendo su tasa de interés de política monetaria hasta situarla en la reunión de abril en el 2.25%. Mientras, el Banco de Inglaterra redujo en mayo su tasa de interés en 25 puntos básicos y la colocó en el 4.25%. 

El contraste se debe a que tanto los funcionarios monetarios de la eurozona como los del Reino Unido perciben que la política arancelaria de Trump provocará una caída de la actividad económica en sus territorios y quieren reducir la tasa de interés para estimular la demanda privada. En cambio, Powell proyecta que esos altos aranceles provocarán en Estados Unidos recesión e inflación al mismo tiempo, por lo que es mejor mantener alta la tasa de interés de referencia para evitar que los aumentos de precios se hagan persistentes y rompan el anclaje de las expectativas de inflación. 

Altos aranceles, mayores precios

[Escrito el 7 de mayo de 2025]

En un estudio publicado el 5 de mayo pasado, Alberto Cavallo, de la Universidad de Harvard, Paola Llamas y Franco Vázquez, ambos de la Universidad de San Andrés, cuantificaron la influencia que tienen los aranceles de Trump sobre los precios al por menor en Estados Unidos. 

Los autores analizan los precios diarios, entre el primero de octubre de 2024 y el 30 de abril de 2025, de un total de 198,718 productos y los clasifican por su país de origen. El 48.3% proviene de China y el 29.1% de Estados Unidos; mientras, la  India, Turquía y Taiwán representan un 11%. El 57% se trata de productos del hogar y casi un 23% de productos de cultura y recreación. 

Los resultados muestran que, durante el cuarto trimestre de 2024, los precios de los bienes importados registraron una reducción de 2.5 puntos porcentuales. Sin embargo, a partir de marzo de 2025, el arancel de 20% aplicado a las importaciones de China y de 25% a Canadá y México comenzaron a tener un impacto sobre los precios. 

Los cálculos arrojan un aumento de los precios de manera inmediata de 1.5 puntos porcentuales y volvieron a incrementarse cuando el presidente Trump anunció los aranceles recíprocos el 2 de abril. Los autores indican que el aumento promedio de los precios no fue mayor porque hubo una reducción de los márgenes y desviaciones de comercio hacia orígenes con menores aranceles.  Al descomponer por países, se observa que China y Canadá registraron mayores incrementos de precios y el ajuste de los precios mexicanos fue menor. 

Por último, los precios de productos fabricados dentro de Estados Unidos también subieron porque utilizan insumos importados de países que son gravados con altos aranceles. Esto demuestra que, a diferencia de lo que dicen los defensores de la política arancelaria de Trump, el poder adquisitivo de los ingresos de los consumidores se reducirá, lo que implica una pérdida de bienestar.

Algo positivo de los aranceles de Trump

[Escrito el 6 de mayo de 2025]

La posibilidad de que la errática política arancelaria de Trump desemboque en una recesión económica en Estados Unidos y en otras naciones ha provocado un resultado positivo. Frente a la expectativa de una caída en la demanda a nivel global, en lo que va de año, el precio del petróleo West Texas Intermediate se ha reducido en 14 dólares y se ha colocado alrededor de los 59 dólares por barril. 

La República Dominicana se beneficia por ser importadora neta de combustibles. Por cada dólar que se reduce el precio del crudo, la factura petrolera se beneficia entorno a los 50 millones de dólares anuales. Esto significa que la caída de 14 dólares en el precio del petróleo representa un ahorro anualizado de 700 millones de dólares. 

El impacto sobre las finanzas públicas también podría ser positivo. La reducción de los precios de paridad de importación de los combustibles y el mantenimiento del precio de venta en el mercado nacional disminuirá el monto del subsidio que semanalmente anuncia el Ministerio de Industria y Comercio. 

Para la semana del 3 al 9 de mayo, el gobierno dispuso de un subsidio de 173.3 millones de pesos para el gas licuado de petróleo, equivalente a un apoyo de 20.94 pesos por galón. El resto de los combustibles no recibieron subsidios esta semana. Si el precio del crudo se mantiene por debajo de los 60 dólares por barril, el gobierno podría recuperar poco a poco parte de las decenas de miles de millones de pesos que ha destinado a los consumidores por concepto de subsidio a los combustibles desde el año 2021. 

El resultado final de las cuentas externas y de las finanzas públicas dependerá de qué transitorio es el recorte en el precio del petróleo. Además, en caso de que efectivamente ocurra una recesión, esto impactará negativamente las exportaciones nacionales, reducirá el ritmo de crecimiento económico y, por tanto, se registraría un deterioro de las cuentas externas y fiscales. Así las cosas, lo positivo de la política arancelaria de Trump se esfumaría rápidamente. 

Wall Street se recupera

[Escrito el 2 de mayo de 2025]

La evidencia reciente demuestra que Estados Unidos posee una economía resiliente. A pesar de las perturbaciones provocadas por la errática política arancelaria de Donald Trump, en abril se crearon 177 mil puestos de trabajo y la tasa de desocupación se mantuvo en un 4.2%, un nivel cercano al pleno empleo. 

El mercado bursátil reaccionó positivamente. El Dow avanzó un 1.4%, el S&P 500 se incrementó un 1.5% y el Nasdaq también subió un 1.5%. Con esas variaciones, Wall Street logró borrar las pérdidas provocadas por los anuncios arancelarios de Trump realizado el pasado 2 de abril, el “Día de la Liberación.” El S&P 500 ha subido por nueve días consecutivos, lo cual es, según el Financial Times, la racha positiva más prolongada desde 2004. 

La recuperación de los principales índices bursátiles refleja la expectativa de que la Administración Trump llegará a acuerdos con sus socios comerciales, incluyendo a China. Dichos acuerdos ayudarían a evitar que Estados Unidos y el resto del mundo caigan en recesión. Cabe recordar que hace unos días se publicó que el PIB estadounidense retrocedió un 0.3% durante el primer trimestre del año, por eso es indispensable llegar a acuerdos comerciales que sean beneficiosos para todas las partes, asegurando así un entorno propicio para el crecimiento económico y el bienestar. 

Al comparar con un índice de monedas se observa que el dólar todavía se encuentra un 3.6% por debajo del nivel prevaleciente el 2 de abril. Respecto al euro, el dólar mantiene una depreciación de un 4.7% durante ese período y de un 9.1% en lo que va de año. A mi entender, si Estados Unidos llega a acuerdos con sus socios comerciales y se disipa la turbulencia creada por los aranceles recíprocos, el dólar se apreciará hasta llegar al nivel de principios de enero. Ese movimiento cambiario tendría repercusiones inmediatas sobre la tasa de cambio del peso respecto al dólar, por lo que hay que estar muy atentos.

Banco Central mantiene su postura restrictiva

[Escrito el 1 de mayo de 2025]

En la reunión de las autoridades monetarias celebrada al final de abril, el Banco Central mantuvo sin cambios su tasa de interés de referencia. Con esa decisión envían un claro mensaje al mercado y es que la política monetaria se mantendrá sin cambios y, por tanto, en territorio restrictivo. 

La decisión es correcta dada la actual política de la Reserva Federal. Jerome Powell indicó recientemente que, ante la posibilidad de que simultáneamente la actividad económica de Estados Unidos se contraiga, como sucedió en el primer trimestre de este año al caer en 0.3%, y que se eleve la tasa de inflación causada por el establecimiento de altos “aranceles recíprocos,” la entidad que dirige daría prioridad a la lucha contra la inflación. En consecuencia, se prevé que la tasa de interés de referencia de la Reserva seguirá en el rango que va del 4.25% al 4.5% por lo menos hasta junio de este año. Dada esa tasa de interés no se puede reducir la tasa de interés de los instrumentos financieros denominados en pesos. 

El Banco Central de la República Dominicana también priorizará la estabilidad de precios y de tipo de cambio. A pesar de que la economía nacional creció en promedio solo un 2.7% en el primer trimestre de este año, muy lejos de la proyección del 4% realizada por el Fondo Monetario Internacional, el organismo emisor prefiere asegurar que las expectativas de inflación se mantengan ancladas alrededor del 4%, que es el centro del rango meta. 

Recomendaciones de política

(Frente al Statu Quo. Publicado en Diario Libre el 28 de abril de 2025.)

Una mala política económica provoca efectos devastadores sobre la sociedad. Incluso podrían compararse sus consecuencias con las de catástrofes naturales, una epidemia o una guerra, debido a la intensidad, magnitud y persistencia de su impacto sobre el bienestar de la población. Los resultados de una deficiente gestión económica no siempre se manifiestan de inmediato, ya que puede haber una fase inicial con aparentes signos positivos. Sin embargo, tarde o temprano, estalla una grave crisis que deteriora las condiciones de vida y obliga a emprender un tortuoso proceso de ajustes, cuyo objetivo es recuperar saldos macroeconómicos dinámicamente sostenibles. 

La meta principal de la política monetaria es la estabilidad de precios. Para mantener ancladas las expectativas de inflación, resulta indispensable ejecutar una política monetaria consistente y predecible. Cambiar con frecuencia la orientación de los instrumentos monetarios sin una estrategia clara genera incertidumbre en los mercados y debilita la confianza de los inversionistas, lo que repercute negativamente en el crecimiento económico. Asimismo, una expansión monetaria descontrolada puede estimular una inflación persistente que deteriora de manera sostenida el poder adquisitivo de los ingresos, perjudicando con mayor dureza a los hogares más pobres.

El cumplimiento de una regla compatible con una política monetaria óptima constituye el escenario ideal. La “regla de Taylor” es una referencia que, unida a un conjunto de indicadores e información relevante, permite diseñar políticas monetarias consistentes y predecibles. Esa regla indica a los bancos centrales cuándo y en qué magnitud se deben ajustar las tasas de interés en respuesta a desviaciones de la inflación y del producto interno bruto respecto a sus objetivos. Dicha estrategia establece un marco claro que contribuye a conservar la estabilidad económica, ya que los bancos centrales envían señales precisas al mercado sobre su reacción ante los distintos escenarios que se producen. De esta manera, el mecanismo de transmisión de la política monetaria opera eficientemente, fortaleciendo la credibilidad y confianza de los agentes económicos, quienes pueden planificar sus decisiones con mayor seguridad.  

La política fiscal debe crear oportunidades y promover el crecimiento económico para mejorar las condiciones de vida, respetando la restricción presupuestaria y la sostenibilidad del endeudamiento. Cuando, a lo largo del tiempo, el gobierno mantiene un nivel de gasto superior a sus ingresos, se acumula una deuda pública que conduce a los agentes económicos a anticipar que en algún momento será necesario utilizar el impuesto inflacionario. Esa expectativa dificulta el trabajo al banco central, pues crea dudas sobre su independencia y se teme que en algún momento el déficit público será financiado, directa o indirectamente, mediante una excesiva emisión monetaria, lo cual alimenta la inestabilidad de precios y del tipo de cambio. 

Una gestión inadecuada de la política cambiaria suele desencadenar consecuencias muy negativas.  Inflación elevada y fuera de control, pérdida de competitividad, crisis de balanza de pagos y desconfianza en la demanda de moneda nacional son algunos resultados de un desajuste significativo de la tasa de cambio respecto a su nivel de equilibrio. En ese contexto, las autoridades deben evitar la creación de condiciones monetarias y fiscales que incrementen la volatilidad cambiaria, lo que forzaría al banco central a intervenir de forma recurrente en el mercado cambiario mediante la venta de reservas internacionales. Asimismo, es crucial impedir la adopción de medidas que permitan el uso de información privilegiada, dado que esto propicia oportunidades de arbitraje beneficiosas para unos pocos agentes del mercado, en detrimento del interés general. 

El saldo de las cuentas externas ha de considerar la entrada de capitales sostenible en el largo plazo. Cuando una economía presenta un nivel de gasto interno -privado y público- superior a su producto interno bruto (PIB), se registra un déficit en su balanza comercial de bienes y servicios, lo que obliga a recurrir al ahorro externo; es decir, a utilizar capitales mediante la colocación de instrumentos de deuda a los agentes económicos del exterior. Es un error suponer que se pueda eliminar dicho déficit mediante el aumento de los aranceles, ya que, por lo general, su aplicación reduce tanto las importaciones como las exportaciones de manera simultánea. Además, se ha demostrado teórica y empíricamente que los elevados aranceles distorsionan el proceso de asignación de recursos y generan ineficiencias que perjudican al conjunto de la sociedad.  

Todo lo anterior permite comprender mejor la situación actual de los Estados Unidos, principal socio comercial de la República Dominicana. Donald Trump asumió la presidencia en enero de 2025, con una economía que presentaba un mercado laboral cercano al pleno empleo y una tasa de inflación que, si bien se redujo bastante en los últimos dos años, todavía se resiste a converger hacia la meta del 2%. En términos de saldos macroeconómicos, Trump heredó un déficit federal del 6.3% del PIB y un déficit de la balanza comercial de bienes y servicios equivalente al 3.6% del PIB.  

Con el objetivo de reducir el déficit de las cuentas externas, la Casa Blanca ha adoptado una política arancelaria de incrementos de tasas que ha estado creando perturbaciones excesivas capaces de destruir millones de millones de dólares de riqueza financiera, sea en forma de acciones, bonos o monedas. Esa política arancelaria, lejos de aumentar las recaudaciones fiscales y reducir el déficit, tenderá a propiciar una recesión económica y a elevar la tasa del desempleo, lo cual disminuiría los ingresos tributarios. En cuanto al gasto público, se creó un departamento, bajo la responsabilidad de Elon Musk, encargado de optimizar la gestión gubernamental. El recorte de gastos públicos tendrá un impacto recesivo en el corto plazo, el desafío es lograr que la buena gestión permita mejorar su aporte al crecimiento económico. 

A fin de evitar esa recesión, Trump pretende que la Reserva Federal reduzca su tasa de interés. No obstante, sus críticas al presidente del banco central, Jerome Powell, han provocado una mayor incertidumbre y una significativa caída de los mercados financieros. Afortunadamente, a mediados de la semana pasada, Trump mostró indicios de corregir el rumbo de su política y ha afirmado que no despedirá a Powell y que está dispuesto a negociar los aranceles recíprocos, incluso con China. Ante ese posible cambio de política, los mercados financieros, aliviados, reaccionaron al alza.

lunes, 21 de abril de 2025

El que se lleva de consejo

[Frente al Statu Quo. Publicado en Diario Libre el 21 de abril de 2025.] 

El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, advirtió la semana pasada que la política arancelaria de Donald Trump ha creado un escenario desafiante para la institución que dirige. Powell confirmó que esa política incrementará en el corto plazo los precios y reducirá el ritmo de crecimiento económico. Ante ese panorama, la autoridad monetaria tendrá dificultad en decidir si combate la inflación o evita el aumento de la tasa de desempleo. 

“Es una posición difícil para un banco central, en términos de qué hacer,” declaró Powell. Si eleva la tasa de interés a fin de reducir la inflación, destruye empleo. Y si la reduce para disminuir la desocupación, aumentará la inflación. No obstante, insinuó que la Reserva Federal le daría prioridad a la lucha contra la inflación por encima del mercado laboral, ya que su principal objetivo es mantener ancladas las expectativas de inflación y evitar incrementos de precios persistentes. Esa política monetaria elevaría la probabilidad de una recesión económica y de mayor desocupación.

La posición de la Reserva Federal es comprensible, dado que la incertidumbre derivada de los cambios arancelarios de Estados Unidos, en particular los relacionados con China, alcanzó un nivel nunca registrado. El Índice de Incertidumbre de la Política Comercial, elaborado por Darío Caldara y sus coautores de la Reserva Federal, se colocó en 1,520 en abril de 2025, dejando muy atrás el nivel máximo de 266 registrado durante el primer gobierno de Trump y el nivel de 90 observado durante las modificaciones arancelarias llevadas a cabo por Richard Nixon en 1971. 

La crítica de Donald Trump a las declaraciones de Powell fue implacable.  Visiblemente molesto porque Powell no reducirá de inmediato la tasa de interés de referencia, afirmó que “el despido de Powell no puede llegar lo suficientemente rápido,” algo que no podrá realizar hasta mayo de 2026. Dichas declaraciones aumentaron el nerviosismo de los mercados, ya que, si Trump nombrara presidente de la Reserva Federal a un político complaciente con los intereses y requerimientos del Ejecutivo, el costo podría resultar catastrófico. Una postura monetaria inadecuada provocaría aumentos de precios y la pérdida del anclaje de las expectativas de inflación.

Trump debe entender que, en caso de desavenencias con el presidente del banco central, lo ideal es recurrir a una conversación privada que, respetando siempre la independencia de la institución, permita llegar a un acuerdo sobre cuál es la política monetaria óptima en función de las restricciones y demás condiciones económicas actuales. De este modo, en caso de ser necesario modificar la orientación monetaria, dicho cambio se presentaría como una decisión adoptada por las autoridades del banco central y no como una imposición externa. Este punto es fundamental, ya que las autoridades pueden equivocarse, como ocurrió con el mismo Powell en 2022 y 2023, por eso las correcciones deben realizarse preservando la percepción de independencia de sus decisiones.

La incertidumbre generada por Trump, primero a través de su política arancelaria y ahora por sus ataques a Powell, ha provocado una venta masiva de los activos financieros estadounidenses. En lo que va de año, las acciones, los bonos y el dólar han perdido valor de manera significativa. El S&P 500, que refleja la evolución del precio de las acciones de las 500 principales empresas que cotizan en la bolsa estadounidense, cayó un 10.6%. La tasa de rendimiento de las Notas del Tesoro a diez años, que había descendido 45 puntos básicos durante los primeros tres meses del año, subió 20 puntos básicos a partir del 2 de abril, fecha denominada por Trump “Día de la Liberación.” Además, en lo que va de año, el dólar se ha depreciado un 8.4% respecto a un índice de varias divisas y un 9.6% con relación al euro. 

El peso dominicano, que se depreció un 3.5% frente al dólar en los primeros tres meses del año y cuya tendencia permitía proyectar una tasa de cambio cercana a los 70 pesos por dólar a finales de diciembre, ha registrado en abril un cambio de dirección significativo, debido a factores internos y externos. Entre los internos, destaca la decisión del Banco Central de modificar su postura monetaria hacia una más restrictiva, tal como recomendó el autor de esta columna en diversas ocasiones. En particular, se colocaron Notas con una tasa de rendimiento de un 12.25% y, mediante el aumento de la colocación de títulos financieros en el mercado, se absorbió el exceso de liquidez que presionaba al alza la tasa de cambio respecto al dólar. Entre los factores externos, se encuentra la mencionada depreciación del dólar frente a otras monedas, lo que facilitó que en lo que va de año el peso se haya apreciado un 2.4%. 

Las autoridades monetarias dominicanas deben tener en cuenta que la depreciación del dólar a nivel internacional será un fenómeno transitorio. Un caso similar ocurrió con la libra esterlina durante el breve mandato de Liz Truss, quien presentó en septiembre de 2022 una reforma tributaria incompatible con la estabilidad macroeconómica. Esa medida provocó que la tasa de cambio cayera a 1.13 dólares por libra esterlina en octubre de 2022 y que las tasas de rendimiento de bonos Gilt subiesen exponencialmente. Tras la renuncia de Truss el 20 de octubre, la tasa de cambio comenzó a ajustarse hacia su verdadero valor de equilibrio y subió a 1.22 dólares por libra en diciembre de ese mismo año, lo que representó una apreciación de casi un 8% en solo dos meses. 

Con la finalidad de evitar en Estados Unidos un “Momento Liz Truss,” el presidente Donald Trump necesita introducir cambios que garanticen un buen funcionamiento de los mercados y preserven la credibilidad del dólar como principal moneda de reserva. Debe nombrar un nuevo equipo económico con un mayor dominio de los fundamentos económicos y, no menos importante, tiene que escuchar a sus miembros y respetar sus recomendaciones para asegurarse de que se ejecuten políticas que mantengan a Estados Unidos como la economía más importante del mundo. El sabio acepta con humildad un buen consejo, pues quien lo escucha y lo aplica reduce sus fracasos y tiene mayor probabilidad de llegar a viejo con éxito. 

La Incertidumbre según Blanchard

[Escrito el 17 de abril de 2025] 

El profesor Olivier Blanchard es uno de los pilares de la macroeconomía. Blanchard, uno de los economistas más famosos y citados del mundo, fue profesor de Harvard y es profesor emérito del Instituto Tecnológico de Massachusetts, donde se graduó bajo la supervisión de Stanley Fischer. Actualmente es Senior Fellow del prestigioso Peterson Institute for International Economics, una organización dedicada a la investigación de la economía a nivel global. 

En un reciente mensaje a través de su cuenta de X, el profesor Blanchard describió de manera brillante la incertidumbre que se desprende de las acciones y decisiones del presidente Donald Trump y de su equipo económico. Su entrada la tituló “incertidumbre fractal” y dice lo siguiente: 

“Incertidumbre sobre lo que quiere cada miembro del equipo de Trump.

Incertidumbre sobre cómo cada miembro del equipo de Trump cree que se puede lograr. 

Incertidumbre sobre cuáles miembros del equipo de Trump determinan el resultado. 

Incertidumbre sobre cuánto tiempo permanecerá vigente cada decisión.

Incertidumbre sobre cuánto tiempo permanecerá en el cargo cada uno de los integrantes del equipo. 

Incertidumbre sobre cuánto tiempo permanecerá en el cargo el equipo en su conjunto. 

Incertidumbre sobre el que será y hará el próximo equipo. 

Eres un inversor, un operador bursátil, gestor de fondos de cobertura, empresa, importador o exportador. Buena suerte.” 

Esa incertidumbre es la causa de que, desde el 2 de abril, el Día de la Liberación según Trump, los precios de los activos financieros de Estados Unidos, sean acciones, Notas del Tesoro o el mismísimo dólar, hayan registrado una significativa pérdida de su valor y un exponencial aumento de su volatilidad. 

Espero que a la Casa Blanca llegue pronto un nuevo equipo económico, que tenga, por lo menos, mejor dominio de los principios económicos fundamentales, tal como los enseñó por décadas el inmenso padre de la economía moderna, el profesor Paul Samuelson.