[Escrito el 3 de noviembre de 2025]
El Banco Central decidió reducir por segunda ocasión consecutiva la tasa de interés de política monetaria. En su reunión de octubre recortó 25 puntos básicos y colocó la tasa de interés de referencia en un 5.25%.
El objetivo de las autoridades es reducir las tasas de interés para estimular el ritmo de crecimiento económico. Ello es comprensible debido que la tasa de crecimiento del Indicador Mensual de Actividad Económica a septiembre arroja una variación promedio de un 2.2% y se proyecta que el año cerrará con un crecimiento de un 2.5%, la mitad del ritmo potencial.
En la coyuntura actual, el énfasis en una postura monetaria expansiva presionará hacia arriba el tipo de cambio del peso frente al dólar.
Para entender esa proyección cambiaria, basta con observar que la tasa de interés pasiva se redujo en 334 puntos básicos entre junio y octubre, situándose en promedio en octubre en un 6.36%.
Ese nivel de tasa de interés pasiva es incompatible con la estabilidad cambiaria, ya que se encuentra por debajo del 10% que arroja la suma de la tasa de interés en dólares, la expectativa de depreciación anual del peso frente al dólar y la prima de riesgo país. Por tanto, se registrará un proceso de sustitución de pesos por dólares, que presionará hacia arriba la tasa de cambio.
Para evitarlo, el Banco Central tendría que vender reservas internacionales en el mercado de divisas y/o colocar en el mercado letras y notas a elevadas tasas de interés, lo que sacaría pesos de circulación e incrementaría nuevamente la tasa de interés pasiva.
Es muy probable que la expectativa de esa política zigzagueante explique el porqué la tasa de interés activa, la que influye sobre el consumo y la inversión, apenas se haya reducido 78 puntos básicos entre junio y octubre de este año, situándose en octubre alrededor del 14%.
Así las cosas, es poco probable que se logre acelerar el ritmo de crecimiento económico en los próximos meses.
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