miércoles, 7 de febrero de 2024

La urgente reforma del sector eléctrico

[Escrito el 6 de febrero de 2024]

El presidente Luis Abinader señaló hace unos días que de ser electo nuevamente convocará a “un gran acuerdo de unidad nacional” para aprobar las reformas pendientes. La situación actual del sector eléctrico revela la urgencia de que esa sea una de las primeras reformas a ser ejecutadas a partir de agosto de este año.

De acuerdo con el informe de desempeño del sector eléctrico publicado por el Ministerio de Energía y Minas, las empresas distribuidoras de electricidad siguen deteriorándose en términos operativos y financieros. Esa situación crea un agujero que impacta negativamente sobre las finanzas públicas, pues obliga al gobierno central a destinar de sus recursos un monto equivalente a 1.3% del producto interno bruto para financiar el déficit de caja anual y evitar así un aumento de la cantidad de horas de corte de energía eléctrica.

 El porcentaje de pérdida total, cuantificado como uno menos el cociente de la cantidad de energía cobrada sobre la cantidad de energía comprada por las distribuidoras, siguió subiendo en 2023. En base a la información comprendida entre enero y noviembre se puede calcular que el porcentaje de pérdida total se colocó en 39.6% en 2023, superando el 37.8% de 2022. Esos porcentajes de pérdidas son sustancialmente superiores a los que prevalecían antes de la pandemia del covid-19, como es el porcentaje de pérdida de 29% registrado en 2019.

El bajo nivel de inversiones revela que las empresas distribuidoras de electricidad no están realizando la gestión necesaria para poder reducir las pérdidas operativas. Si se anualiza el nivel de inversión total alcanzado a noviembre se tiene que para el año 2023 se habría ejecutado una inversión de 165 millones de dólares. Esa cifra representa un 45% menos del monto que se invertía anualmente antes de la pandemia, nivel que para ese entonces también se consideraba bajo.

La mala gestión de las empresas distribuidoras de electricidad es tan grave que, aun cuando el precio promedio de compra de energía se redujo en 6.1% en 2023, el déficit del flujo de caja superó los 1,500 millones de dólares.

La reforma del sector eléctrico debe traducirse en el aumento de la capacidad de facturación y cobro de la energía comprada por las empresas distribuidoras. Es altamente probable que, si se le factura y cobra la energía eléctrica a quienes actualmente la utilizan y no la pagan, se eliminaría el déficit financiero del sector eléctrico sin que sea necesario subir la tarifa a los clientes que actualmente pagan.

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