[Escrito el 4 de noviembre de 2020]
El mercado bursátil es un predictor de la
política económica que tiene mayor probabilidad de ejecutarse. En ese mercado
se comercializan las acciones de las empresas, cuyo precio está estrechamente
relacionado con el valor presente del flujo libre de efectivo que esos negocios
generarán. La política económica, como los impuestos, el gasto público, las
regulaciones, la tasa de interés, el acceso a la liquidez, entre otras, impacta
el nivel de ingresos, costos y productividad de las empresas, afectando el flujo
de efectivo y, en consecuencia, el precio de sus acciones.
Los tres principales indicadores bursátiles en
los Estados Unidos cerraron al alza el día de hoy, que estuvo caracterizado por
la incertidumbre del resultado electoral. Específicamente, el Dow Jones avanzó 1.34%;
el S&P 500 subió 2.2%; y el Nasdaq, empujado por las grandes tecnológicas, se
elevó en 3.85%.
Al momento de cierre de los mercados, Joe Biden
llevaba la delantera con 248 votos electorales, frente a 214 del presidente
Donald Trump. Aun cuando los datos sugerían que cualquiera de los dos podía ser
el próximo presidente de los Estados Unidos, Joe Biden tenía la mayor
posibilidad de serlo. Si se revisa su propuesta de gobierno, la victoria de
Biden significa una política económica orientada hacia mayores impuestos,
regulaciones energéticas más severas y mayores costos laborales. Esto
impactaría negativamente el flujo libre de efectivo de los negocios,
reduciéndose el precio de las acciones. Entonces, ¿por qué el mercado bursátil
subió? La respuesta es simple.
El mercado bursátil registró un comportamiento
positivo porque los resultados electorales muestran que el próximo gobierno
estará dividido. Eso significa que Joe Biden no tendrá la capacidad de que le
aprueben su paquete completo de política económica, pues los Republicanos
mantendrán la mayoría del Senado. Biden tendrá que negociar y modificar su
propuesta de aumento de los impuestos sobre la renta de los ricos y sobre las
ganancias de capital, y no podrá implementar la totalidad de las regulaciones a
la producción y consumo de energía tal como lo había planteado en su programa
de gobierno. Esto implica que el deterioro en el flujo libre de efectivo de los
negocios será menor que lo previsto inicialmente bajo un mandato presidencial
de Biden, lo que se traduce en un aumento del precio de los activos
financieros.
Otro aspecto positivo es que Biden en la
presidencia, y con el control de la Cámara de Representantes, tendrá la
oportunidad de negociar con los Republicanos, incluso antes de la toma de
posesión, el nuevo paquete de estímulo fiscal para reactivar la economía. Esto,
unido a una política comercial menos proteccionista, permite pronosticar un
mejor entorno macroeconómico para los negocios en los Estados Unidos. Un
resultado que le conviene a la República Dominicana, pues si a los socios del
norte les va bien, a Quisqueya le va mejor.
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